Relevo en Solsona: el Papa nombra a Francisco Simón Conesa nuevo obispo tras la renuncia de Novell

El Papa Francisco ha nombrado al actual obispo de Menorca, Francisco Simón Conesa Ferrer, de 60 años, como nuevo obispo de la diócesis de Solsona para sustituir a Xavier Novell, que renunció a su cargo en agosto del año pasado al enamorarse de una mujer con la que contrajo matrimonio hace unas semanas.

El nombramiento, que la Nunciatura Apostólica ha comunicado este mediodía al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, pone fin a las conjeturas que habían circulado por la diócesis de Solsona de una posible fusión con la de Vic, cuyo obispo, Romà Casanova, ha ejercido como administrador apostólico tras la renuncia de Novell.

Francisco Simón Conesa nació en Elche (Alicante) el 25 de agosto de 1961, fue ordenado sacerdote el 29 de septiembre de 1985 y es doctor en Teología (1994) y en Filosofía (1995) por la Universidad de Navarra.

Matrimonio civil

Tras ser el obispo más joven de España en desempeñar dicho cargo, el exprelado de Solsona ha molestado a la ala más progresista de la Iglesia española –por sus comentarios contra la homosexualidad o el aborto– y a los más conservadores –por su apoyo a las consultas de autodeterminación–.

Al cabo de unos días, los medios atribuyeron la renuncia del obispo a que mantenía una relación sentimental con una psicóloga y escritora, experta en temas satánicos, que Novell, exorcista de su diócesis, habría conocido en unos cursos sobre la materia.

El pasado 23 de noviembre, Novell contrajo matrimonio en el juzgado de paz de Súria (Barcelona) con la psicóloga y escritora Silvia Caballol. 

El obispo Novell renunció inesperadamente al obispado de Solsona el pasado mes de agosto y el papa aceptó su renuncia el 23 de ese mes.

Tras su matrimonio, la Iglesia católica le retiró todas los derechos y funciones inherentes al oficio episcopal. En un comunicado hecho público este sábado, el obispado de Solsona califica de "grave" este hecho y recuerda que el Código de Derecho Canónico de la Iglesia católica estipula que "el clérigo que atente matrimonio, aunque sea solo civilmente, incurre en suspensión latae sententiae".

"Esto es, que le quedan prohibidos todos los actos de la potestad de orden, los actos de la potestad de gobierno y el ejercicio de todos los derechos y funciones inherentes al oficio episcopal, sin excluir otras posibles consecuencias que pudieran seguirse canónicamente", puntualizaron.