Nueve meses después del ambicioso desembarco en España de Mere, un supermercado ruso que funciona de manera similar a Lidl o Aldi, se ha desatado una crisis que concluirá con la clausura de varias de estas superficies. Así lo ha comprobado EL ESPAÑOL durante una visita a la tienda de la cadena rusa en la que se respiraba ambiente de liquidación pese a la pulcritud y limpieza de los lineales y de la propia superficie. De esta manera, Mere, el próximo 15 de febrero de 2022, pondrá punto y final a su andadura en Madrid. Algo que podría extenderse al resto del país.
“El pasado 3 ó 4 de enero nos reunieron a los trabajadores de este Mere y nos anunciaron que el 15 de febrero iba a ser nuestro último día de trabajo. Nos lo dijeron de palabra, nada por escrito. Y, hasta el momento, no sabemos nada más. Ni cómo será la liquidación del contrato ni nada. Sólo sabemos eso”, explica a este diario una de los trabajadores del supermercado ruso, que, pese a la situación de inestabilidad, asume con resignación que “a partir del mes que viene tocará buscar otro trabajo”.
En esta misma cuerda floja se encuentran los siete empleados del Mere de Madrid, situado en el número 12 G de la avenida de Ronda, en Parla. Todos ellos ya asumen un inminente despido que podría ser la antesala del despegue de la cadena rusa de España, que en la actualidad cuenta con unos 50 empleados. O, al menos, del cierre de tres de las ocho tiendas que ha abierto Mere a lo largo de 2021. La clausura, según ha explicado una trabajadora, afectará al centro madrileño y a los que están en pie en Gandía (Valencia) y Aldaia (Valencia).
Los otros cinco establecimientos de la cadena, a priori, seguirían abiertos. De hecho, según ha declarado a InfoRetail Denis Savin, administrador de Seranval Trade & Investments, “los establecimientos de León, Tortosa (Tarragona) y Onteniente (Valencia) permanecen abiertos”. Una circunstancia que este diario no ha podido confirmar por la opacidad de Mere en su información. No obstante, sí se puede afirmar que el de Madrid cesará su actividad en 20 días.
“O puede que no. A lo mejor Mere compra otro espacio en Madrid para abrir una tienda aunque estén cerrando este. No sabemos nada”, arguye a este diario la encargada del Mere de Parla, una mujer de Europa del este con unos preciosos ojos azules que se clavan como el hielo. Ella, consciente de la dudosa situación que atraviesa la cadena para la que trabaja, no quiere dar más datos. Tampoco los facilitan desde la oficina central de Mere en España que esgrime que están “esperando a que la empresa madre —con sede en Rusia— emita una versión oficial”.
Un 'súper' medio vacío
Sea como fuere, lo que está claro es que, al menos en Madrid, se hace añicos la apuesta de la familia rusa Schneider, detrás de Mere, de levantar un centro bajo el famoso formato hard discount. El atractivo principal de Mere, en este sentido, es poner a disposición de los consumidores un surtido formado por productos de marca propia y baratos, colocados en lineales sin decoración y poco mantenimiento para reducir costes.
“Gracias a alquilar barato, optimizar la plantilla y mobiliario comercial, un enfoque especial para la formación del surtido de productos en nuestros establecimientos, los precios en los supermercados Mere son un 10-20% más competitivos que los de la competencia directa”, explica la cadena en su propia página web. Una circunstancia que EL ESPAÑOL ha podido comprobar en primera persona.
La nave en la que se alza el Mere madrileño se encuentra en un polígono industrial de Parla, al sur de la capital, un enclave en el que la renta del espacio es barata. Y, por dentro, el supermercado carece de decoración que pudiera encarecer los precios de su oferta, pero lo que sí se puede afirmar es que estaba todo muy limpio. Suelos brillantes y buen olor. Nada que objetar al respecto.
Pese a ello, a causa de que cerrará el próximo 15 de febrero, los lineales se encontraban ya medio vacíos. Las cajas sin género ya se empezaban a apilar en su sección fríos y los pasillos se hallaban semidesnudos. Ya había pocas unidades de los productos de limpieza, muy demandados por su relación calidad-precio, o, productos como el arroz en tarrina, destacaban por albergar sólo las últimas unidades.
Olía —metafóricamente— a cierre inminente y a liquidación. Al menos en el Mere visitado ya no se venderá, por ejemplo, el jabón en garrafa de 4,5 kilos por 3,19 euros; el paquete de cinco kilos de lentejas a 7,06 euros; o los deliciosos 12 gofres belgas por 6,68 euros. Lo que hay —incluido mobiliario como sillas y mesas— está en liquidación total. “Es algo que los propios clientes ya saben, por eso hemos notado que en las últimas semanas viene más gente a comprar”, explica la gerente del Mere de Parla.
Una circunstancia que este mismo medio ha podido observar durante la visita, de aproximadamente una hora, en la que el flujo de clientes que entraban y salían no cesaba. “Ya nos han dicho que cierran y nos da bastante pena porque nos gustaba comprar aquí. Son productos buenos y muy baratos y ahora recurriremos a lo de siempre: Mercadona, Ahorra Más, Lidl o Aldi. Pero echaremos de menos muchos productos, por ejemplo, este jabón de lavadora que cuesta alrededor de un euro y es bueno. Una ganga”, lamenta un matrimonio en declaraciones a este diario mientras traslada una de sus últimas compras en Mere al maletero de su coche.
Ni un año
Y así ha comenzado el declive de la cadena rusa en España, que anunció su ambicioso aterrizaje en España hace tan sólo un año. Mere fue fundada en Krasnoyarsk (Rusia) en 2009 y, desde entonces, la entidad no ha parado de crecer, llegando a acumular más de 800 establecimientos por todo el país.
En 2015 decidió ampliar su negocio fuera de Rusia, el país en el que está la “empresa madre”. De esta forma, llegó a Bielorrusia, Kazajistán, Azerbaiyán y China. Una vez implantado allí, decidió acelerar su presencia en Europa, llegando a países como Polonia, Alemania… y España.
En este país, Mere llegó con la intención de quedarse con la previsión de abrir en 40 ciudades para competir, sobre todo, con Dia, Lidl y Aldi, ha informado EL ESPAÑOL. Pero en 2021 sólo se llegaron abrir ochos supermercados Mere, de los cuales tres están vistos para sentencia sólo nueve meses después. “Aun así, cabe puntualizar que la cifra de 40 supermercados que se difundió entonces era algo imposible. Nunca se tuvo ese objetivo, porque es inviable. Ni las cadenas potentes como lo puede ser Carrefour lo hubiesen conseguido. Era un dato erróneo”, esgrimen fuentes de la empresa rusa.
Lo que está claro hasta el momento —y a la espera de la emisión de un nuevo comunicado oficial que aclare la situación de los ocho supermercados Mere y el futuro de 50 trabajadores— es que un Mere de Madrid y dos de Valencia cerrarán el próximo 15 de febrero. Una situación que no queda claro si es transitoria o es la piedra angular para la salida Mere, el Lidl ruso, de España.
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