La región de Chefchauen, bien conocida por los turistas españoles que viajan a Marruecos por sus casas blancas y azules, así como por las plantaciones de hachís, vive una revolución desde el martes. A 70 kilómetros, en el pueblo de Ighran, un menor de cinco años se juega la vida desde el martes, cuando cayó accidentalmente en un pozo de agua familiar de 32 metros de profundidad y 45 centímetros de diámetro que estaba restaurando su padre.
Rayan, el pequeño de la familia sigue con vida, y según el portavoz del gobierno marroquí, Mustapha Baytas, queda poco para finalizar el rescate. Un helicóptero de la gendarmería real y una ambulancia medicalizada y equipada llegaron como refuerzos al lugar. “Todo está listo para recibir al niño y tratarlo en las mejores condiciones”, aseguró Baytas.
El caso recuerda al de Julen, el niño de dos años que murió al caer por un pozo sin sellar en la localidad de Totalán (Málaga) en diciembre de 2018. De hecho, los servicios de emergencias excavan un conducto paralelo tal y como sucedió en el rescate de España.
“Es mi pozo, lo estaba arreglando, Rayan estaba a mi lado, en un momento se cayó. no me di cuenta. Alertamos a las autoridades y todos los habitantes vinieron a apoyarnos. Todos están haciendo lo posible para que salga con vida y podamos tomarlo en nuestros brazos al final del día. Pero no les escondo que yo y su madre estamos abatidos y muy preocupados”, confió el padre de Rayan al digital Le360.
Después de dos días atascado, continúa con vida, según se ha podido comprobar con una cámara que han descendido los rescatadores y pudo filmarlo. Además, se le ha abastecido con una máscara de oxígeno que se le pudo deslizar, y agua azucarada a través un tubo para mantenerlo con vida mientras continúan las labores de rescate.
Un helicóptero médico de la Gendarmería Real está presente en lugar para trasladar al niño, inmediatamente después de su rescate, al hospital para que reciba los primeros auxilios necesarios, según informa la agencia de noticias MAP. Igualmente, se ha movilizado una ambulancia con un equipo sanitario dirigido por un médico especializado en reanimación del hospital de Chefchauen.
Además, se ha creado un comité de seguimiento, que ha preparado protocolos para gestionar esta operación y ha estudiado todos los posibles riesgos.
Hasta la localidad norteña se desplazaron el martes autoridades locales, las fuerzas auxiliares y la gendarmería real marroquí bajo la supervisión de las autoridades provinciales.
Cinco máquinas pesadas y decenas de personal de protección civil intensificaron sus esfuerzos el miércoles para salvar al pequeño. Están excavando de manera paralela al pozo para llegar a su profundidad y, desde ahí, alcanzar el fondo donde se deslizó el niño. Ya están a unos metros de donde se encuentra Rayan.
Nos acercamos a las 60 horas que Rayan, ha quedado atrapado en el fondo de un pozo estrecho y profundo. Las operaciones de excavación, utilizando ahora 6 plataformas de perforación. han continuado sin cesar el jueves por la noche. "A 5 metros de la meta, los rescatistas tropezaron con un suelo rocoso que dificultó mucho las labores de excavación en un pozo de 45 centímetros de diámetro", informa Le360 desde el lugar de los hechos.
Día y noche
Los operarios han trabajado día y noche desde el martes. A los miembros de la asociación de Chefchauen para la espeleología y las actividades de montaña que realizaron varios intentos para sacar al niño del pozo, se unieron máquinas perforadoras, trabajando con delicadeza para evitar cualquier riesgo de derrumbe.
El jueves por la mañana, alrededor de las 7 de la mañana, se interrumpieron las operaciones de excavación para cambiar de estrategia. Se cavó otro túnel al otro lado del pozo, a una profundidad de 16 metros.
Las labores de búsqueda no se detendrán, mantienen las autoridades locales a la prensa desplazada al lugar de los hechos, señalando que “las operaciones de excavación y dragado son difíciles y varían de una profundidad a otra debido a los diferentes componentes del suelo o a la presencia de piedras”.
Mustapha Baytas calificó la operación de “peligrosa, en particular debido a la estrechez y la profundidad del pozo, y los riesgos potenciales de deslizamientos de tierra y caída de rocas", en declaraciones recogidas por el digital marroquí Le360.
Solidaridad en las redes
El despliegue en el país vecino es enorme. Los mensajes en las redes también se suceden con el hashtag “Salvad a Rayan”, acompañados de fotografías y palabras de solidaridad a los seres queridos y a los equipos desplegados.
Incluso, el apoyo llega de los marroquíes residentes en España. “Mucha fuerza para él y toda su familia y seres queridos. Espero que salga sano y salvo”, escribía en su cuenta de Twitter Sabah Yacoubí, presidenta de la Asociación de Inmigrantes Marroquíes (ATIM) en la región de Murcia.
A los padres, se han sumado decenas de vecinos que han permanecido al lado del lugar de la tragedia en estos días de rescate. Incluso, un voluntario intento bajar con una cuerda, pero quedó atascado en el camino.
El caso ha revolucionado a Marruecos, y ha llegado al consejo de gobierno que se celebra los jueves en el parlamento de Rabat. Asimismo, los ministros de Sanidad e Interior, así como el jefe de gobierno, Aziz Akhannouch, "están siguiendo de cerca el escenario trazado por los rescatadores".