Abderrahim y Hayat fueron invitados este domingo a cenar en casa de unos familiares que tienen en Santiago de la Ribera. El matrimonio se llevó a sus tres hijos, dos niños, de 8 y 11 años, y a la princesa de la casa, una bebé. La velada terminó pronto porque este lunes, el cabeza de familia debía madrugar para trabajar en el campo y los chiquillos tenían colegio, de modo que sobre las diez de la noche, se subieron a su coche, un Seat Ibiza, y se adentraron en la Autopista del Mediterráneo donde fueron embestidos por un Renault Megane en el que viajaban tres adolescentes que supuestamente regresaban de fiesta.
La colisión por alcance que investiga la Guardia Civil fue brutal porque el asiento trasero del Seat Ibiza acabó empotrado contra el habitáculo del conductor y el copiloto. El balance fue desolador: murieron en el acto el matrimonio y su bebé de solo 13 meses. Uno de los hijos, de 8 años, perdió el conocimiento entre el amasijo de hierros, debido a que sufrió un grave traumatismo craneoencefálico, una lesión medular, y un neumotórax. Su hermano mayor, de 11 años, que iba sentado a su lado, estaba en 'shock': no paraba de gritar aferrándose con fuerza al reposacabezas del asiento donde viajaba su madre, pero ella ya no estaba para consolarle.
"Esta mañana visité al hijo mayor de mi sobrino, tiene las piernas fracturadas, y su hermano pequeño corre peligro: está en coma”, según detalla Kuider, el tío de Abderrahim Al Mazouzi, sobre el parte médico de los dos menores ingresados en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. No cabe duda de que la Parca se convirtió este domingo en el sexto pasajero del Seat Ibiza donde viajaba esta familia marroquí, mientras que su guadaña solo causó heridas leves entre los tres adolescentes que viajaban en el Renault Megane que supuestamente provocó el accidente de tráfico.
"Sentimos mucho dolor por lo sucedido", subraya Kuider, mientras atiende a EL ESPAÑOL con la ayuda de su amigo, Said, que hace las veces de traductor. "Mi sobrino siempre me ayudaba los domingos, en el puesto de frutas y verduras que tengo en el mercado". De esta forma, Abderrahim le agradecía a Kuider la ayuda que le brindó hace dos décadas, cuando le buscó un empleo de jornalero en el Campo de Cartagena que le permitió salir de Madagh, un pueblo de Marruecos, sin tener que echarse al mar y jugarse la vida en una patera para llegar a España.
"Mi sobrino vino legal, con un contrato de trabajo, y vivió una temporada en mi casa porque yo estaba asentado en San Javier desde finales de los noventa". Abderrahim tuvo un techo gracias a su tío, pero como tantos otros inmigrantes tuvo que trabajar duro como jornalero agrícola y luchó muchísimo hasta lograr traerse a suelo español a su familia: su esposa, Hayat, y sus dos hijos. De hecho, durante años solo pudo verles de forma esporádica, cuando no tenía que cubrir alguna campaña, y se permitía el 'lujo' de coger vacaciones para regresar a Madagh.
"Unos meses antes de que empezase la pandemia de coronavirus logró que le concediesen la reagrupación familiar", recuerda Kuider con honda tristeza. En 2020 se pudo materializar el sueño de Abderrahim: se mudó con su mujer, Hayat, a una vivienda de alquiler en la diputación cartagenera de El Algar, donde escolarizaron a sus dos hijos y en enero de 2021 tuvieron a una hermosa bebé.
"Se ha perdido una familia bonita y maravillosa", se lamenta Amine, un primo del matrimonio fallecido: Abderrahim, a los 43 años, y Hayat, a los 35. "Todos nuestros familiares nos están preguntando qué ha pasado, de esta tragedia se han enterado hasta en Marruecos y Francia". El siniestro mantiene en vilo a la comunidad marroquí porque son preocupantes las noticias que llegan de La Arrixaca sobre el estado de uno de los dos supervivientes: el chiquillo, de 8 años, se encuentra en estado crítico. "Como musulmanes estamos a lo que decida Alá". El único consuelo que tienen es que el hermano mayor, de 11 años, evoluciona favorablemente.
- ¿Qué es lo que saben del accidente de tráfico que le ha costado la vida a tres miembros de su familia?
- Amine: El matrimonio había sido invitado a casa de otros familiares en Santiago de la Ribera. Cenaron y luego regresaron en su coche a su domicilio en El Algar. Se incorporaron a la Autopista del Mediterráneo y a los pocos metros, otro vehículo les chocó por detrás.
Pasaban veinte minutos de las diez de la noche de este domingo, cuando un Renault Megane, conducido por una adolescente, supuestamente truncó para siempre la vida sencilla, honrada, y feliz de esta familia marroquí que circulaba a bordo de un Seat Ibiza en dirección a Cartagena. La tragedia se produjo en el kilómetro 787 de la Autopista del Mediterráneo.
"El accidente consiste en una colisión por alcance del vehículo, Renault Megane, el cual impacta con resultados fatales contra un turismo, un Seat Ibiza", según recoge un informe policial al que ha accedido EL ESPAÑOL. "A causa del golpe, el coche de la familia fue desplazado cincuenta metros: el chasis estaba arrugado y el maletero hundido debajo de los asientos", corroboran fuentes sanitarias que intervinieron en el siniestro, donde fueron movilizadas cuatro ambulancias, varias patrullas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, de la Policía Local de San Javier y Los Alcázares, Protección Civil de San Pedro del Pinatar, y los bomberos.
"Solo estaba consciente el niño de 11 años". Este menor iba sentado en el asiento trasero derecho y presentaba un parte de lesiones dantesco: múltiples fracturas de cintura para abajo. En la plaza de en medio, yacía inconsciente su hermano, de 8 años. En el asiento izquierdo no había ni rastro del sistema de retención infantil donde viajaba la niña: estaba aplastado, debajo del asiento del conductor. "El bebé tenía facturas de cráneo y cadera". El cuerpo sin vida de la pequeña, de solo 13 meses, fue excarcelado del Seat Ibiza y depositado en un frío arcén, a la espera de su traslado al Instituto Anatómico Forense de Cartagena, junto a los cadáveres de sus padres.
Ni que decir tiene que este servicio dejó muy tocado a todo el personal de emergencias tras dos horas de trabajo para excarcelar a heridos y fallecidos. El Seat presentaba tales daños en su carrocería que hubo momentos donde los sanitarios ayudaron a los bomberos a retirar trozos de chapa. Todo ello, mientras una ambulancia evacuaba al niño, de 11 años, con una fractura de pelvis y de fémur, al Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, y se optaba por trasladar a su hermano, de 8 años, a Los Arcos de San Javier porque estaba más cerca: "El niño pequeño estaba muy crítico, empeoró por la noche, y al final también lo llevaron a UCI de La Arrixaca".
Análisis de sangre al conductor
El parte de lesiones de los ocupantes del Renault Megane era diametralmente opuesto: los adolescentes, de 18, 20, y 21 años, solo presentaban heridas leves. "Una ambulancia se los llevó al Hospital de Los Arcos de San Javier y durante el traslado contaron que venían de fiesta". También trascendió que una de las chicas era la conductora. "En el lugar del siniestro dijeron que el coche de la familia se había cruzado para coger una salida en la autopista, pero eso no se lo creía nadie: le dieron de lleno, por detrás, y el Seat Ibiza estaba en el mismo carril que el Renault".
Desde la Guardia Civil declinan ofrecer la posible causa del siniestro vial hasta que no se culminé el atestado y se entregue al juzgado. Un portavoz del Instituto Armado solo confirma que "en el primer test practicado no hay indicios de consumo de alcohol ni de drogas, pero al conductor [del Renault Megane] se le practicará una segunda prueba en sangre para verificar que no hay restos de ninguna sustancia".
¿Homicidio por imprudencia?
"Por ahora no hay detenidos, a espensas del resultado del segundo test de drogas y de lo que diga el atestado de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil tras la inspección de los vehículos, calcular la velocidad a la que circulaban, su situación en la calzada, analizar si había agua en el asfalto y las condiciones de iluminación de la vía, entre otros factores", tal y como explican desde el Instituto Armado. "Ese informe se entregará al juzgado para determinar si hay un arresto por homicidio por imprudencia".
El mencionado atestado deberá esclarecer si el Renault Megane de los adolescentes empotró por detrás al Seat Ibiza, por un exceso de velocidad, por no respetar la distancia de seguridad, por un cambio o invasión de carril, incluso si el turismo de la familia marroquí circulaba a una velocidad anormalmente reducida. De momento, todas las hipótesis están abiertas porque son contradictorias las versiones sobre las causas de esta colisión por alcance que se ha cobrado tres vidas. Sabah Yacoubi, presidenta de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes de Murcia (ATIM), ha expresado sus condolencias por lo sucedido y se ha puesto a disposición de los familiares de las víctimas mortales: "Le hemos propuesto ayuda en todos los trámites administrativos, con la empresa funeraria y con el Consulado de Marruecos, para la repatriación de los cuerpos".
Una fuente sanitaria relata con estupefacción que los adolescentes, de ascendencia ecuatoriana, pero con nacionalidad española, no eran conscientes de la gravedad del siniestro a su llegada al Hospital de Los Arcos: "Una de las chicas mientras estaba siendo atendida en un box del hospital llegó a quejarse de que el lunes tenía un examen". Este diario pudo contactar con uno de los jóvenes que viajaban en el Renault Megane y al ser preguntado por las causas del accidente solo acertó a decir esto: "Todo ocurrió muy deprisa".