"Caminante no hay camino, se hace el camino al andar". Puede sonar típico -de hecho, así es-, pero estos versos de Machado, cantados por Joan Manuel Serrat, me vinieron a la cabeza el día que mi jefe me planteo el reto de caminar 10.000 pasos al día durante 10 días para escribir un reportaje. Por supuesto, yo acepté por dos motivos: siempre me ha gustado escribir sobre mi propia experiencia y también caminar, así que me lo tome a lo personal y así, de paso, la gente podría conocer los beneficios e inconvenientes que supone realizar este tipo de retos.
Sin embargo, aunque todos estamos hartos de que nos digan que alcanzar este objetivo es recomendable y beneficioso para la salud, no hay ninguna base científica que lo ampare. No obstante, también es cierto que, de ningún modo, este reto puede ser perjudicial. He perdido un kilo y me ha servido para darme cuenta, en líneas generales, de que vivimos tan rápido que no solemos parar nunca ni disfrutar de este tipo de actividades.
No lo hice por salud, ni tampoco por bajar de peso, pero sí por mantener mi forma física. Empecé un lunes y supuestamente acabé un jueves. Digo 'supuestamente' porque me ha gustado tanto que he decidido seguir e incorporarlo a mi vida diaria.
No me importó. De hecho, me gustó. A mí siempre me ha gustado caminar –todo hay que decirlo- y llevaba tiempo queriendo hacer este reto. Es como hacer el Camino de Santiago poco a poco sin tener que irte a Galicia. Bueno, siendo realistas, no es lo mismo, pero es una buena preparación si estás pensando en hacerlo con la ventaja de que no te quita mucho tiempo.
¿Merece la pena? Sí. No solo físicamente, que también, sino psicológicamente. Ese kilo que he perdido me ha venido estupendamente -no nos vamos a engañar- pero me quedo, sin duda, con lo que me ha aportado a nivel emocional. De hecho, tras acabar el reto, hablé con el nutricionista Alejandro Carrasco, que nos ha arrojado un poco de luz sobre los beneficios e inconvenientes que supone, además del modo correcto en que se debe hacer y para quién sería recomendable. Alejandro, en esta línea, coincide en lo mismo, que es beneficioso a nivel mental: "Puede ayudar a aquellas personas que lo usen como vía de escape para "despejar la mente" y buscar tal fin de bienestar".
Mi día a día
El primer día empecé con ganas. No madrugué porque tenía el día bastante libre y, tras desayunar tranquilamente un café con leche, dos tostadas de mantequilla y una mandarina, me puse el chándal y me até las zapatillas de deporte muy fuerte.
Lo primero que hice fue elegir la ruta que iba a seguir cada día. Decidí escoger un recorrido sin muchas subidas. Esto tampoco me resultó muy difícil porque vivir en Madrid tiene esas ventajas y decidí caminar cada día desde cerca de mi casa, la plaza de toros de Ventas, hasta Moncloa.
Antes de empezar, me pesé. La báscula marcó 63 kilos, 100 gramos y 1,65 metros de altura y ya después, cogí mis cascos inalámbricos junto con el móvil y me fui directa a la aventura.
Mientras estaba realizando el reto, me di cuenta de que había calculado mal las distancias y sólo con la ida ya había hecho 17.416 pasos así que, decidí volver en metro porque ya iba a ser demasiado. La verdad es que la sensación que tenía era muy buena y gratificante. Aunque bueno, ya se encargaba de subirme la moral mi teléfono móvil que me daba la 'Enhorabuena' por conseguir ese objetivo. Tras esta primera experiencia, decidí tomarme con filosofía los otros 9 días y de esta manera, hacerlo con más ganas para que fuese más sencillo.
El miércoles llegué a casa exhausta del trabajo y de las clases. Me acordé, de rebote, que tenía que andar los 10.000 pasos y eran las 8 de la tarde y aún no había salido a andar. Estaba tan cansada de que no me apetecía pasear, ni hacer nada de deporte. Sin embargo, me puse las zapatillas e hice amago de dar el paseo pero me di la vuelta a la mitad porque la pereza ya estaba haciendo de las suyas. Me quedé en 8.900 pasos. No alcanzar el objetivo me dio mucha rabia. No obstante, ese 'fracaso' me sirvió, en parte, para meterle más caña al reto durante los días posteriores.
No hubo ningún 'incidente' más hasta el siguiente lunes, que volvió a presentarse el bajón en forma de pereza. Pero, esta vez, aprendí de la anterior y salí a hacer los 7 kilómetros para sacar este objetivo adelante y lo conseguí.
Cabe decir que, en más de una ocasión, andar para mí se convirtió en un vicio y no solo hacía los 10.000 pasos. Lo cogí con tantas ganas que había días, excepto el miércoles, que llegaba incluso hasta casi los 20.000 pasos. También es cierto que yo eso lo suelo combinar con hacer deporte durante los findes de semana como jugar al pádel o salir a correr. Quizá por eso, no me ha costado el reto en exceso y me ha funcionado correctamente.
Llegó el jueves y ya me desperté pensando que era el último día y que, por tanto, tenía que empezar a redactar este reportaje. Tras hacer los 10.000 pasos, me volví a pesar. En esta ocasión, la báscula marcaba 62,100 kilos, lo que sugería que, efectivamente, había perdido 1 kilo.
Activa y enérgica
Si me tuviese que quedar con una sensación de todas las que he experimentado haciendo esta prueba sería la de sentirme activa y enérgica. También, a nivel psicológico, me ha sentado muy bien eestar más de 1 hora de paseo cada día. Por lo menos, estaba disfrutando de mí misma, del ambiente y respirando aire fresco, a pesar del aire contaminante por el que se caracteriza la capital.
Además de escuchar música, pasas tiempo con uno mismo, observas la calle y te das cuenta de todo lo que hay a tu alrededor sin centrarte solo y exclusivamente en ti mismo y en tu móvil. De esta idea además, he sacado la conclusión de que no damos importancia a las cosas que te hacen sentir bien, ya sea por las prisas o por el trabajo que provoca que no podamos parar en ningún momento.
Verdades y mentiras…
Si bien es cierto que, según muchos expertos, andar 10.000 pasos al día es muy bueno para la salud, hay que tener en cuenta que no siempre se hacen correctamente. Y es que, las apps que cuentan los pasos que das al día, no te marcan la velocidad o el ritmo a los que caminas.
Por eso, Carrasco sobre este hándicap, considera que "al final los pasos, son pasos, al mismo ritmo es indiferente el momento del día que se realice, dentro de una progresión (que implicaría superar esos 10k tarde o temprano) se podría hablar de ritmos, de este modo si podríamos hablar de diferencias en el consumo calórico, gracias a la posterior recuperación del daño muscular, aumento de la temperatura corporal...."
Por tanto, muchas veces ese esfuerzo podría quedar en vano. Además, hay muchos mitos que circulan por la red y que conviene aclarar adecuadamente. No por hacer este reto te conviertes de repente en una persona saludable y fuerte, porque, para eso tienes que realizar otro tipo de deporte. Si es cierto, por el contrario, que esta práctica es muy buena para tu salud.
¿Qué he comido?
De nada sirve hacer esos 6 u 7 kilómetros al día si luego vas a comer de cualquier manera. No hubiese tenido ningún sentido el reto si yo hubiese cenado en el McDonald's o Burger King todos los días –por poner un ejemplo- o si, por el contrario, hubiese cenado comida precocinada o consumido grandes ingestas de carbohidratos. Yo nunca he seguido un régimen o una dieta específica y en este reto no iba a cambiar de hábitos.
A mi parecer, mi dieta es bastante equilibrada. Suelo hacer cinco comidas al día. Mi desayuno se compone de café, tostadas y fruta, verduras y carne o pescado durante el almuerzo y suelo cenar ensaladas, tortillas… Si es verdad que durante el reto y los findes de semana, me doy algún caprichito para el cuerpo. Por ejemplo, pizzas, hamburguesas, alguna que otra cervecita… Por eso, durante esos dos días, no he seguido una alimentación tan equilibrada y saludable como he tenido diariamente.
Por eso, considero que esto ha podido afectar a los resultados finales.
Población media, sana y sedentaria
Como adelantaba al principio de este reportaje, el nutricionista Alejandro Carrasco me ha explicado diferentes cuestiones relativas a este reto.
—Alejandro, ¿qué beneficios conlleva a nivel nutricional alcanzar este objetivo?
—La recomendación que se dio desde la OMS para frenar los altos índices de obesidad únicamente buscaba movilizar a la gente sedentaria, el gasto calórico producido por realizar 10k pasos se podría considerar de moderada baja para la población sana media. Por tanto, con poco impacto frente a conseguir un balance calórico negativo en aquellas personas a las que precisamente va enfocada la recomendación, población media, sana y sedentaria.
—¿Cree que puede servir para aquellas personas que quieran perder peso?
—Para la pérdida de peso únicamente existe un aspecto básico y fundamental, el balance calórico negativo, ser capaz de alcanzar ese equilibrio negativo entre lo que se ingiere y lo que se consume. El resto de "técnicas" o "dietas milagro" son parches (normalmente mal usados) para alcanzar ese balance calórico negativo.
—¿Algunos de sus pacientes han perdido peso manteniendo esta actividad en el tiempo?
—Únicamente se podría considerar como un trabajo físico efectivo -o yo lo consideraría como un ejercicio físico lo suficientemente completo- en aquellas personas que parten del reposo, ya sea por un estilo de vida ultra sedentario que le ha llevado a alcanzar niveles de grasa corporal que rocen la incapacidad para lidiar con tareas habituales como pueden ser; subir pocas escaleras, salir a comprar el pan, subir pequeñas cuestas... También para aquellas personas que vuelven de una lesión que le ha incapacitado la movilidad. Y por último en personas de avanzada edad las cuales no se prestan a realizar actividad física por un motivo u otro y que ven en el hecho de andar la única práctica "deportiva" que realizarían.
—¿Considera que realizardo durante diez días es un tiempo necesario para perder peso?
—Para nada en la población media sana. Podríamos estimar el gasto calórico que conseguimos con 10k a un ritmo medio de 5km/h, lo que serían unos 6-7km andados, que es poco más de 1h de ejercicio, considerando como una actividad ligera, no alcanzaríamos gastar ni 200 calorías, el exceso calórico medio de la población española sobrepasa dicha cifra.
—¿Qué otras actividades recomienda para tener una buena forma física y mejorar, por tanto, la salud?
—La actividad física perfecta para cada individuo es aquella que le proporciona la suficiente motivación como para mantenerla en el tiempo, grandes gastos calóricos muy puntuales de actividad física de alta intensidad, que no se es capaz de repetir un número de veces lo suficientemente efectiva para alcanzar los objetivos en el balance calórico, no son eficaces para este fin.
Conclusiones
He sacado varias conclusiones de esta experiencia. En primer lugar, que funciona para perder peso si te lo tomas en serio o, como ha recalcado Alejandro, si eres una persona sedentaria o que ha sufrido alguna lesión, pues funciona de mejor manera. También, que incorporar esto a tu vida diaria es una buena opción porque te mantienes activo y ligero durante toda la semana. Además, a modo personal, recomiendo que se establezca una rutina diaria que te permita correctamente alcanzar este objetivo de forma correcta.
Cabe destacar también que, como he recalcado antes, al final he hecho más de 10.000 pasos al día y esto ha podido generar mi pérdida de peso.