"CCOO y UGT son los enemigos de España y no pararemos hasta verlos en la cárcel". Así han sido las palabras textuales que el presidente de Vox, Santiago Abascal, y el secretario general de su brazo sindical, Rodrigo Alonso, han dedicado este sábado a los sindicatos mayoritarios, a quienes acusan de "macroestructuras mafiosas y corruptas". Los políticos, que han congregado a cerca de 2.500 personas en la Plaza de Cibeles de Madrid, han sacado su lado más obrerista y cargado, durante más de una hora, contra el Gobierno, la patronal, los medios, los bancos y la Agenda 2030.
En realidad, este siempre ha sido el objetivo de Solidaridad, el sindicato de Vox, creado para presentar una alternativa del partido a los sindicatos mayoritarios y combatir la desindustrialización, la Unión Europea, la inmigración ilegal, los falsos autónomos y la "agenda globalista [del] ecologismo progre". En este caso, aunque la mayoría de banderas eran de España y la mayoría de los cánticos fueron contra Sánchez, el discurso de sus protagonistas corrió por otros derroteros.
Claro que no faltaron gritos de dimisión, Abascal presidente y viva Españas, pero el acto sirvió más como promoción y puesta de largo del sindicato Solidaridad que como una manifestación contra el Gobierno. Los enemigos, sorprendentemente, se situaron no sólo en la Moncloa, sino en los grandes capitalistas, la banca, los empresarios y los vendeobreros. Los lemas, eso sí, siguieron el estilo de siempre: "El Gobierno te está saqueando. ¡Sal a defenderte!".
Los sindicatos fueron los que se llevaron la peor parte. Según el prisma de Vox, UGT y CCOO se habrían posicionado en contra de los trabajadores al rechazar la bajada de impuestos. "¿Cómo van a estar a favor de bajar impuestos si viven de ellos? Son unos corruptos mafiosos", expresó Alonso, encargado de agitar a las masas antes de la aparición del presidente. En un momento dado, la pareja afeó que estos poderes, auspiciados por "la élite descastada y apátrida", les acusaban de ser "la ultraderecha y los aliados de Putin", en referencia a este artículo de EL ESPAÑOL.
“Los sindicatos de clase y del enfrentamiento han apoyado la persecución del español en Cataluña y han apoyado a los presos golpistas en Cataluña que robaron a los españoles y, por lo tanto, también han robado a todos los trabajadores”, ha añadido el presidente de Vox.
Botín, Almeida y el PP
En plena crisis energética y de huelga de transportes, los dos líderes abrazaron el mantra de "recuperar la soberanía" contra los enemigos del pueblo. En este caso, una de las críticas más inesperadas fue a parar a los pies de Ana Patricia Botín -"Anita"-, presidenta del Banco Santander, a quien tanto Abascal como Alonso criticaron por sus recientes declaraciones sobre bajar la calefacción. En el mismo saco cayeron el PP -"la muleta del Gobierno"-, José Luis Martínez-Almeida -alguno entre el público le llamó "comunista"- y los medios de comunicación.
En los últimos días, el propio Abascal se ha volcado en promocionar estas manifestaciones -la convocatoria se extendió a 122 manifestaciones por España- y darle el último empujón a su sindicato, la punta de lanza del partido para intentar llegar al voto obrero.
"Con la luz, la gasolina y los suministros básicos disparados, la paciencia de los españoles ha llegado a su fin", ha sido el mensaje del presidente, parapetado durante media hora e intentando identificarse con los ciudadanos que están sufriendo de forma más dura los efectos de la crisis energética y la inflación. La culpa, dicen, es exclusivamente de Sánchez -"La guerra es la nueva excusa, como lo fue la epidemia"-.
"Se gastan los impuestos en la fiesta del feminismo, de los sindicatos, de las autonomías, de la inmigración... Los jóvenes no quieren subvenciones para videojuegos y porros", ha clamado Abascal. "La patria es la única defensa que tienen los trabajadores".
"No son patriotas"
Por contra el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha censurado este sábado las manifestaciones convocadas por Vox para exigir el abaratamiento de los precios de la energía y los combustibles porque "la ultraderecha siempre está en agitar los problemas". "No son patriotas, son alborotadores", ha lamentado.
"La ultraderecha siempre está en agitar los problemas, en complicar las cosas por muy difíciles que sean, que lo son; nunca está en buscar soluciones y nunca está en el bienestar de la gente", ha subrayado. Desde el inicio de las huelgas del transporte, que también se congregarán este fin de semana en Madrid, la Policía Nacional y Guardia Civil han contabilizado 29 detenidos y 332 investigados.
Otros que han sido investigados son siete miembros de Bastión Frontal, la organización de extrema derecha creada tras la irrupción en el panorama mediático de la falangista Isabel Medina Peralta, recientemente expulsada de Alemania por portar simbología nazi. Según ha informado la Delegación del Gobierno en Madrid, la tensión se desembocó cuando tres de los miembros de la organización radical se acercaron al escenario y el resto de participantes "se les echaron encima". Todos fueron expulsados por las fuerzas del orden.