No es novedad que el famoso influencer y creador del movimiento Realfooding, Carlos Ríos, saque productos nuevos continuamente. Esta filosofía, que ya se ha convertido en un estilo de vida para mucha gente, reivindica la comida real evitando los procesados y ultraprocesados industriales. En los estantes de los supermercados ya podemos encontrar gran variedad de sus productos como el hummus o el guacamole saludable y ahora, su nueva apuesta son unas cremas de queso de diferentes sabores de la marca Cremette.
Hace 9 años que Carlos Ríos llegó a las redes sociales para compartir con todo el mundo lo que él piensa acerca de los productos que se venden en los supermercados. De forma tímida y amable, su idea empezó a calar en mucha gente. Tanto que ha creado hasta una app web que analiza cada producto del supermercado.
Sus nuevas cremas de queso, que han sido elaboradas conjuntamente con la marca alemana Cremette, se pueden encontrar en diferentes supermercados españoles como Alcampo, El Corte Inglés, Caprabo, Eroski, Bonpreu, Condis, Sorli, Bonaera, Consum, MAS (Andalucía), Hiper Usera (Madrid), Dinosol (Islas Canarias) y en Gadisa (Galicia). Hay tres variedades de este producto: clásico, de finas hierbas y de tomate. Son bastante baratas: vienen en un envase de 150 gramos y cada una cuesta 1,40 euros.
Cabe destacar que esta marca ya elaboraba este tipo de productos antes de la colaboración con Carlos Ríos y ahora ha relanzado la misma línea pero con el sello realfooding. En EL ESPAÑOL hemos querido probar esta novedad para comprobar, de primera mano, si merecen la pena.
Probamos los untables
Es jueves a las 14:00h de la tarde. Antes de entrar a la redacción, me acerco al supermercado Alcampo que está situado en la Avenida Pío XII en Madrid. Me pilla de paso al trabajo así que, una vez dentro, busco en el pasillo de refrigerados las cremas untables de tres sabores de la marca Cremette. Para mi sorpresa no tardo nada en encontrarlos, lo que me pareció raro porque llevaba dos semanas en su búsqueda. Cojo los tres envases junto a unos picos de pan y comienzo a leer los ingredientes por los que están compuesto: leche, fermentos y especias.
El natural cuenta con 256 kilocalorías, 24 gramos de grasas —de las cuales 17 son saturadas—, 3,2 gramos de azúcares y 7 gramos de proteína, así como 0.6 gramos de sal. Si es cierto que no es un producto ultraprocesado lo que difiere con el resto de productos de otras marcas de la misma gama que se encuentran allí. Me llama la atención la gran etiqueta que está dispuesta en la parte frontal de los envases donde se señala un lema que pone: Ingredientes 100% naturales. Aunque es cierto que tampoco esperaba menos al tratarse de un producto realfooder.
Una vez en la redacción, le comento a mis compañeros de la sección de reportajes de EL ESPAÑOL que si les apetece probar los productos y así me trasladan sus reacciones. Ellos aceptan encantados y tras un rato trabajando, bajamos a la calle a hacer la cata. Pero primero, nos pasamos por la sección de fotografía y vídeo para que el fotógrafo hiciese las fotografías de los productos y nos anima a probarlos fuera sentados en un banco.
Domingo coge el envase de sabor natural, Carlos elige el que lleva finas hierbas y yo elijo el de tomate para probarlo. Tras abrir los respectivos envases comenzamos a probar los productos. Domingo tilda el natural como "muy normal". De hecho, tras meter el pico reiteradas veces en la crema de queso considera que "sabe cómo a mantequilla". Carlos, por su parte, mete un pico en el mismo y aunque "está bueno" refleja que no tiene mucho sabor. Yo coincido con mis compañeros, aunque me recuerda a otras cremas de queso que ya he probado anteriormente.
Tras estos comentarios, Carlos ya estaba probando la crema de queso de finas hierbas, de la cual señala que "está muy buena" y que le gusta más que el tipo anterior. Domingo, tras probarla, recalca que "sabe cómo alioli" y yo coincido con él, aunque más bien, me sabe como si tuviese ajo. Por último, probamos la crema de queso de tomate que sujetaba yo con la mano. A mí, sin duda, es la que más me gusta y de hecho, me recuerda a un alimento que ya había probado antes. Domingo piensa lo mismo que yo y Carlos cree que "cansa cuando la comes muchas veces".
La textura del producto es algo que nos ha llamado la atención a los tres. Al contrario que ocurre con otros tipos de cremas de queso, nos ha gustado bastante y es muy fácil de untar con pan o acompañar con otro tipo de comidas.
Valoración final
Como valoración final y pese a que mis compañeros y yo hemos tenido opiniones diversas, consideramos que es una buena opción para consumir y acompañar en tus comidas, pero tampoco creemos que sea muy diferente a otras que se venden en el mercado. Sin embargo, las propiedades Realfooding hacen que sean productos beneficiosos para cuidarte y ser más saludable.
Sin duda, Domingo y yo nos quedamos con la crema de tomate y Carlos con la de finas hierbas. La textura, eso sí, nos ha encantado y merece mucho la pena. Quizá la que menos nos ha gustado es la crema de queso natural porque, no está mal, pero al final "es muy normal".