“Es como una mafia”. Así define Adriana Alonso, natural de Oviedo, el “calvario” que ha transitado desde que sus padres fallecieran en 2013. Ella en enero, él noviembre. Entonces, a ella y a sus otros dos hermanosles dejaron una herencia que, a día de hoy, no han podido cobrar.
Según un informe elaborado por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) del Consejo General de Economistas, el Principado es el territorio español donde más caro sale heredar.
Asturias es así, un año más, la comunidad donde el impuesto de Sucesiones sale más caro. Llama la atención cuando el resto de gobiernos regionales tienden en los últimos años a reducir al máximo, o incluso a suprimir, este tipo impositivo.
Pongamos de ejemplo que un soltero de 30 años hereda, en bienes directos, unos 800.000 euros, de los que 200.000 corresponderían a la vivienda del familiar fallecido. Entonces en Asturias tendría que pagar 103.135 euros. Asturias es una “isla” en este sentido. Es la comunidad con una tasa impositiva más alta.
Otros territorios vecinos corren mejor suerte. Con los mismos números, en Galicia o en Cantabria no pagaría absolutamente nada. En Castilla y León, tras las últimas modificaciones hechas, pasaría de pagar 81.018 a 810 euros.
La herencia
En el caso de Adriana Alonso y sus dos hermanos recibieron una herencia de un millón de euros: la mitad por parte de su madre y la otra por parte del padre. La parte materna consiguieron eludir el pago, pero con la de su padre es cuando llegaron las penurias. La herencia se reparte entre 10 inmuebles como casas, aparcamientos, trasteros, todo en Asturias, además de acciones y fondos bancarios monetarios y cuentas.
Entre los hermanos decidieron repartir a partes iguales la herencia, pero no querían pagar el impuesto de sucesiones al considerarlo "abusivo", por lo que dejaron pasar el tiempo de prescripción del mismo.
“Son cuatro años, seis meses y un día para que eso pase, que parece una cuenta atrás”, explica Adriana. Sin embargo, la Administración envía una carta certificada 15 días antes de que se cumpla el plazo: “Si te la notifican, estás jodido, porque entonces además de tener que pagar te ponen una multa por no haberlo hecho en el primer plazo”.
Así fue su caso. Esta ovetense de 52 años recibió la notificación el 27 de abril de 2018. No se la notificaron a ella directamente. Por aquel entonces Alonso tenía una tienda de informática. Fue uno de sus trabajadores el que la recibió. A los 16.266 euros que tenía que pagar se le sumaron 5.453 de multa. Las cuentas salen fáciles.
“Nunca llegué a ver un duro, fue una pesadilla y me vi en una situación de indefensión total", explica la asturiana a EL ESPAÑOL.
“¿Cómo iba a pagar yo eso, que tenía ni un duro?”, se pregunta ahora en conversación con este periódico. Asegura que al llegar a la reunión con el funcionario de turno este le dijo que no se preocupase, que vendiendo uno de los pisos podía pagarlo todo: “¿Pero cómo voy a vender un piso que no es mío para poder pagar la multa para heredar ese mismo piso! No tiene sentido”.
Situación límite
Adriana se vio en una situación límite, queriendo heredar lo que sus padres le habían dejado pero sin dinero para poder pagar el impuesto de sucesiones, que en Asturias “es del 31,25%” para el tramo que va desde los 216.001 a los 616.000 euros, que es donde entra su caso. Así que tuvo que recurrir a un amigo suyo, director de un banco, para que le condeciese un préstamo.
“Ahora pago unos 300 euros al mes para poder pagarlo. He contraído una deuda casi de por vida con el banco”. Adriana no puede comprender que "por cosas pagadísimas", haya que vivir una "situación tan embarazosa".
Y con todo esto puede darse con un canto en los dientes. En esta región, heredar la vivienda habitual de uno de los progenitores se puede deducir al 95%. “De no ser por esta reducción en el impuesto hubiese incrementado la cuantía del impuesto que tuve que pagar”.
Actualmente, como son malos tiempos para los autónomos, Adriana ha dado un vuelco a su vida y ha empezado a trabajar como programadora informática (Full Stack) en el Ayuntamiento de Posada de Llanera, "un concejo en el corazón de Asturias".
Sobre la diferencia entre los territorios, que hacen de Aturias la comunidad donde más se paga por Sucesiones, cree que “es una situación inconstitucional” y que “no hay derecho, es un agravio comparativo en toda regla”.
"Mis padres ya pagaron toda la vida impuestos por todos sus bienes e inmuebles: Todo está pagado y tributado con creces, hasta la saciedad. Reitero en decir que el impuesto de la muerte está totalmente injustificado, es indebido, excesivo y leonino".
A pesar de esta situación, y de todas las penurias que ha tenido que pasar, lo que Adriana nunca pensó fue en renunciar a la herencia: "No podía hacerlo, es la memoria de mis padres".