Mónica ha permanecido desde el mes de febrero, a diario, trabajando en su asador de pollos, codo con codo, con el que sería el presunto responsable de la muerte de cuatro hombres en Bilbao y otras dos tentativas de homicidio: Nelson David M. B., de 26 años. Tal circunstancia no le entra en la cabeza a esta colombiana, una currante que de lunes a domingo, mañana y tarde, está al pie del cañón en su conocido negocio en la ciudad vasca de Irún. "Nelson es una persona humilde, sencilla, educada y muy obediente", subraya Mónica en conversación telefónica con EL ESPAÑOL.
"Estoy tratando de defender su inocencia", sostiene. De momento, el juez no opina lo mismo porque este sábado decretó el ingreso en prisión de Nelson David, en calidad de investigado, por dos tentativas de homicidio y por la muerte de cuatro ciudadanos que recurrieron a una aplicación de contactos para homosexuales que les habría llevado a concertar una cita con Nelson. Su supuesto verdugo es un veinteañero, nacido en Colombia, de rostro imberbe y aspecto inofensivo, al que invitaron a sus casas y que presuntamente los drogó para arrebatarles la vida.
- ¿Cómo conoció usted a Nelson?
Mónica: Él llegó a Irún en febrero de este año. Nelson estaba viviendo en Bilbao y allí mantenía una relación sentimental con mi hija. Ella habló conmigo y me dijo que su novio no tenía trabajo ni papeles ni nada. En ese momento, yo necesitaba a una persona en el asador de pollos, así que le dije a mi hija que se viniese a Irún para que me ayudase y al día siguiente se vino.
La hija de Mónica es menor que Nelson, tiene 18 años, estudia en la Universidad de Murcia, y estaba ilusionada con la relación: solo quería ayudar a su chico a regularizar su situación en el país. "No le pude contratar porque no tenía papeles", tal y como corrobora Mónica. A pesar de ello, esta colombiana se llevó a su negocio a su compatriota para que se ganase unos euros diarios.
- ¿Qué hacía Nelson en su asador de pollos?
- Mónica: Lo tenía de recadero, de acá para allá, llevando pedidos a los clientes. También iba a la frutería y al supermercado a comprar algún producto que me hacía falta. Siempre estaba dispuesto a ayudarme.
Por aquel entonces, corría el mes de febrero, y la Sección Central de Policía Criminal de la Ertzaintza ya tenía abierta una investigación que tenía en la diana a un veinteañero, como supuesto responsable de cuatro muertes con un patrón común: todas las víctimas eran homosexuales, residían en Bilbao, eran usuarias de una aplicación de contactos, y sus cuentas corrientes fueron desvalijadas tras concertar una cita en sus casas con un joven que les suministró éxtasis para arrebatarles la vida.
Inicialmente, se pensaba que esas cuatro muertes se produjeron por causas naturales entre septiembre y octubre de 2021. Todo ello, debido a que los fallecidos no presentaban signos de violencia, pero la denuncia de una de las víctimas que logró evitar que le matase un joven con el que quedó, a través de una aplicación de contactos, destapó una bomba: en Bilbao podría andar suelto un asesino en serie de homosexuales.
En diciembre, este hombre cerró una cita con un veinteañero y al llegar a su casa quiso suministrarle éxtasis líquido, pero se negó, lo que dio pie a un intento de estrangulamiento que se saldó con el joven huyendo del inmueble. Allí se dejó una mochila con documentación y la mencionada droga. Tales hechos permitieron a la Ertzaintza abrir una investigación que les condujo a sospechar que esas cuatro muertes en realidad eran asesinatos.
- ¿Qué sabe usted de la etapa de Nelson en Bilbao?
- Mónica: Nunca toqué temas con él sobre la relación de pareja que mantenía con mi hija, ni tampoco de su vida en Bilbao. Una vez, Nelson me contó que cuando llegó a Bilbao iba con lo justo del billete y que durante varios días tuvo que dormir en la calle. Al 'tiempito', pudo colocarse en un albergue gracias a la mediación de Cruz Roja y luego estuvo trabajando en algún sitio, pero no sé dónde fue.
- ¿Nelson ha estado conviviendo con usted desde que llegó a Irún en el mes de febrero?
- Mónica: No. Yo le conseguí el alquiler de una habitación, le presté el dinero y luego él me lo fue devolviendo con lo que le pagaba en el asador porque me echaba una mano en mi negocio. Hablé con la dueña de un piso que está cerca de mi asador de pollos. Yo di la cara por Nelson para que le alquilasen una habitación en un piso compartido con otras personas.
- ¿Y ahora también está dando la cara por Nelson?
- Mónica: Estoy tratando de defender la inocencia de la pareja de mi hija. A ella no le gustan todas estas cosas y no quiere hablar.
Mónica se niega a encajar que es la suegra de un supuesto asesino en serie y que su hija, una estudiante de la Universidad de Murcia, es la novia del presunto autor de cuatro crímenes. De hecho, la adolescente ha mantenido una conversación telefónica con su chico después de que Nelson se entregase voluntariamente, este jueves, en la comisaría de la Ertzaintza de Irun (Guipuzkoa), cuando supo que su foto circulaba porque estaba en busca y captura como sospechoso de las muertes de cuatro hombres -ocurridas entre octubre y diciembre de 2021-.
Con la información que ha trascendido del caso, Inmaculada Olmos, de la Academia de Criminología Iter Criminis, ha elaborado para EL ESPAÑOL un perfil del presunto asesino de Bilbao: "No es narcisista y no busca protagonismo mediático porque los fallecimientos pasaban desapercibidos, ya que simulaba la muerte natural de las víctimas, al suministrarle éxtasis para evitar que mostrasen signos de resistencia con su agresor, y además, dejaba lo que se conoce como 'periodo de enfriamiento', entre víctima y víctima, para que las Fuerzas de Seguridad no relacionasen las muertes".
- ¿Usted considera que podemos estar ante un asesino en serie?
- Inmaculada Olmos: De la dirección que toma la investigación se pueden establecer nexos entre las víctimas. Todas eran homosexuales, hay proximidad entre ellas en el casco viejo de Bilbao, están conectadas porque usaban la misma aplicación de contactos, Wapo y Grindr, y había presencia de éxtasis en el lugar de los hechos, tanto en uno de los fallecidos como en la mochila que perdió en la casa del hombre con el que forcejeó. Además, no se descarta que las investigaciones se extiendan a otras comunidades autónomas y eso se encuadra con el perfil de un asesino en serie.
- ¿Cuál es la motivación de los crímenes?
- Inmaculada Olmos: Hay que averiguar si existía una motivación sexual. Es necesario saber si antes de morir, las víctimas mantuvieron sexo o no y si sufrieron agresiones sexuales o no, para determinar si el asesino actuaba movido por una motivación sexual donde el clímax de las relaciones era dar muerte a la otra persona.
El caso está teniendo una gran repercusión entre los colectivos LGTBI y algunas de estas asociaciones están tomando medidas. Una de ellas es el Colectivo No Te Prives de Murcia, cuyo responsable, Jesús Costa, ha anunciado que "elaboraremos una serie de consejos para los usuarios de aplicaciones de citas".
- ¿Qué tipo de medidas pueden adoptar aquellos que recurren a dominios de internet para mantener sexo?
- Jesús Costa: Hay cosas que se pueden hacer, son obvias, pero la gente no suele ponerlas en práctica. Por ejemplo, contar con una persona de seguridad, un familiar o amigo de confianza al que le informes de los datos personales de la persona con la que has quedado, entre ellos, su teléfono, y que esta persona de seguridad se comprometa a que a una hora determinada te llamará para cerciorarse de que todo ha ido bien.
Otro consejo, antes de mantener el encuentro a solas, ponerle como condición tener una primera cita en un lugar concurrido o realizar una videollamada para cerciorarte de la identidad de la persona, ya que muchas veces, la mayoría de los datos que aparecen en el perfil de las aplicaciones de contactos son falsos. Además, esa videollamada te permite interactuar con la cita para ver si hay algo de su personalidad que te chirría.