La obligación de la Dirección General de Tráfico es hacer todo lo posible para que haya un máximo nivel de seguridad en las carreteras de todo el país. Para garantizar que la ciudadanía cumple con las normas, la Guardia Civil se encarga de multar a todo el que pilla sin cumplir las leyes. Multas que, muchas veces, son un auténtico dolor para el bolsillo, pero que siempre tienen una justificación. Una de las más comunes, sin duda, tiene que ver con el control del nivel de velocidad en la carretera y puede suponerte hasta 200 euros de sanción.
La velocidad de circulación es uno de los factores más determinantes a la hora de determinar la gravedad de un accidente. Por controlar que los conductores no se pasen pisando el acelerador, el director de la DGT Pere Navarro avisó hace semanas de que iba a incrementar el número de radares de velocidad este 2022.
En total, serán 26 nuevos cinemómetros de tramo que calcularán la velocidad real a la que circulan los coches. Esta nueva batería se une a los 750 fijos, 534 móviles y los 82 de tramo que actualmente están en funcionamiento en España.
Tráfico.
Estos radares están situados estratégicamente de forma que muchos conductores aceleran sin percatarse de que están a punto de cruzarse con uno de ellos. Por no hablar, además, de los nuevos sistemas de detección de radares. Todo esto hace que muchos usuarios frenen abruptamente justo antes de pasar por el cinemómetro pensando que así evitan la multa.
Sin embargo, el artículo 53 de la II Sección del Reglamento General de Circulación es claro respecto a esto: está prohibido reducir la velocidad del vehículo “salvo en caso de inminente peligro".
De este modo, "todo conductor, para reducir considerablemente la velocidad de su vehículo, deberá cerciorarse de que puede hacerlo sin riesgo para otros conductores y estará obligado a advertirlo previamente del modo previsto en el artículo 109, sin que pueda realizarlo de forma brusca, para que no produzca riesgo de colisión con los vehículos que circulan detrás del suyo”
Por ello, si un agente de la Benemérita te ve frenando sin justificación alguna, con el único ánimo de evitar que salte el radar, puede multarte con 200 euros por infracción grave.
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