Cuando Jacobo González-Robatto se puso sus tirantes, su gorra estilo boina, una chaqueta de piel forrada de borrego y se desabrochó los últimos tres botones de la camisa azul vaquera no esperaba convertirse en el rock star al que ha llegado.
Eran las elecciones en Castilla y León, y el portavoz en el Senado de Vox aparecía junto a otras dos personas. A su izquierda estaba el candidato de la formación a presidir las Cortes autonómicas, y en el otro extremo de la imagen el presidente nacional del partido, Santiago Abascal. Sin quererlo, se le puso rostro a uno de los engranajes más importantes del partido de ultraderecha. Había nacido el ‘peaky blinder’.
La imagen causó revuelo en redes sociales. Se volvió viral sin necesidad de intentarlo. Los memes y las comparaciones con la famosa serie no tardaron en caer. Para los menos duchos en política Robatto, Coco como lo conocen en su círculo, era un completo desconocido. Su aspecto más que similar con el de Abascal era de las pocas referencias que tenía el gran público. Sin embargo su trabajo de fontanería fue indispensable para que su jefa, Macarena Olona, consiguiese sacar escaño por Granada en las elecciones de 2019.
Ahora Olona, candidata de Vox para las elecciones de Andalucía del próximo 19 de junio, ha vuelto a confiar en él como coordinador de su campaña. "Campaña tras campaña, hemos recorrido juntos España. Hoy te doy las gracias por aceptar caminar a mi lado como coordinador de mi equipo de campaña", escribió en Twitter. Es su espadachín, una especie de escudero para las citas electorales.
Quizás el nombre de Jacobo sea aún desconocido, pero su apellido no. Es hijo de Jacobo González-Robatto Fernández, un alto ejecutivo que ocupó altos cargos en Banco Popular y en Nueva Pescanova. Su madre, María Pilar Perote Mendizabal es vicepresidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Antes pasó años en la empresa Laboratorios Landerlan y Allianz Search.
Su progenitor, del que hereda por ahora sólo el nombre, además fue entre 2000 y 2007 consejero delegado de Barclays España. Posteriormente, ocupó el cargo de presidente del Grupo Cortefiel.
A la política por casualidad
Robatto llegó a la política por casualidad y gracias al amor. Natural de Madrid, estudió en el colegio Retamar. Cuando creció y decidió su futuro, se decantó por las finanzas, matriculándose en Administración y Dirección de Empresas por CUNEF y Full Time MBA por el IESE en la promoción de 2017. Al poco el amor hizo que se mudase a Sevilla con su mujer, la influencer Rocío Osorno.
Con la mudanza buscaba estar más cerca de dos de sus pasiones: su primogénito Jacobo, que ahora tiene tres años, y Luis, que roza los dos. En la capital andaluza conoció a Santiago Abascal, quien lo convenció para afiliarse a Vox y quien rápidamente se convirtió en su faro ideológico y político.
El fichaje se produjo cuando Vox dio la campanada en las elecciones de Andalucía en 2018: la formación sacó 12 diputados. Los 12 de Vox, se apellidaron. Robatto fichó como Secretario Económico del grupo parlamentario. Era la primera vez que cruzaba la puerta de un hemiciclo como político.
Desde ese momento el partido vive sus años dorados. Desde que Abascal lo fundase a finales de 2013 y diese mítines subido a un cajón con un megáfono hasta ahora, Vox no ha dejado de mejorar sus resultados, lejos aún de conocer su suelo electoral. A los 12 de Andalucía les siguieron los 52 del Congreso de los Diputados y los 13 de Castilla y León. Estos últimos, aunque en número no sorprendan tanto, han sido determinantes para formar Gobierno en la comunidad, el primero donde Vox ha entrado, nada menos que a una vicepresidencia.
Y ahí siempre ha estado Coco Robatto. En la sombra, trabajando en silencio, ayudando al partido en lo que hiciese falta por una causa que considera necesaria. Pero no lo ha hecho a cambio de nada. Como asesor financiero en Andalucía se embolsó un sueldo de 27.779,25 euros, según su declaración de bienes y renta tal y como publicó EL ESPAÑOL.
A parte de los casi 28.000 euros que ganó trabajando en los primeros años en Vox, declaró tener 150.000 euros en sus cuentas corrientes, un 33% del capital de la empresa Zhoes by Zattanco (de la que todavía es socio a día de hoy) y una participación en una SICAV de 29.129,62 euros. El senador por Andalucía también le debe al banco: en 2019 firmó la hipoteca de su vivienda habitual en Sevilla, que se le concedió por valor de 296.000 euros, al 50% con su ya exmujer.
Y es que la feliz pareja se separó a finales de 2020. Ambos no han dejado de tener contacto durante este tiempo. Hasta el punto que Osorno llegó a publicar varias fotos juntos. Era febrero de este año y fueron tomadas en la Plaza de la Independencia, en Madrid. La influencer acompañó una instantánea de Jacobo de espaldas acompañada de la frase “mi cita hoy”.
Rápidamente la rumorología de la prensa rosa se puso en marcha y las camapanas de reconciliación saltaron al vuelo. Pero Osorno estuvo rápida al quite y subió otra imagen a la que acompañó dejando claras las cosas: "No os emocionéis, que yo me llevo bien con todo el mundo".
Rugby y motos: sus otras pasiones
Coco Robatto ha sabido moverse bien en la cúpula de Vox. Además de con Olona y Abascal, es fácil verlo rodeado de otros buques insignia como Iván Espinosa de los Monteros o Javier Ortega Smith.
Uno de los elementos que le sirvió para acercarse a los que manejan el poder interno fue el rugby, del que es un gran enamorado. Y no se le daba mal, ya que incluso llegó a jugar en División de Honor, cuentan sus camaradas de banquillo y vestuario. En Vox no son pocos los apasionados del deporte ovalado: además de Espinosa de los Monteros, también están Rafa Lomana o Víctor Sánchez del Real.
En la actualidad no practican el deporte, pero sí que quedan para ver algún partido de vez en cuando, como cuando acudieron a ver el partido de España en el Europeo 2020 de rugby contra Georgia. El propio Espinosa de los Monteros aduce, siempre que se le pregunta, que para él esta práctica es similar a la política: “En el rugby, como en el servicio público, como en la vida, se está al servicio de la causa, haciendo lo que se puede con los talentos y carencias de cada uno”.
La última pasión de Coco son las motos. En su instagram es fácil encontrarse con fotos cabalgando su Harley Davidson 103 modificada. Color verde militar, está decorada con una mandíbula dentada semiabierta en la parte delantera y una cruz de borgoña en la trasera, un elemento tradicionalista español con el que se identifica al partido y que también luce en su casco.
La complicidad y amistad con Abascal es tal, que la primera vez que el líder de Vox se dejó con su moto (una BMW de más de 25.000 euros) en redes sociales apareció con dos compañeros: la diputada Mireia Borrás, que conduce una Moto Guzzi, de fabricación italiana, y con el propio Coco. En las últimas semanas Robatto ha engrasado su máquina para surcar las carreteras andaluzas para, una vez más, llevar a la victoria a su jefa Olona. Esta vez dirección a San Telmo.
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