La hija de María Salmerón ha publicado una emotiva carta tras el ingreso de su madre esta mañana en prisión. El motivo, como ya adelantó EL ESPAÑOL, es la decisión de la mujer de no entregar a su hija al maltratador de su expareja. En su misiva, la pequeña pide la dimisión de la ministra de Justicia, Pilar Llop, a quien hace responsable de la decisión y de humillar a su madre.
La hija de la detenida asegura que su "peor pesadilla se ha hecho realidad", y dice haber "observado paralizada como se cerraban tras ella las puertas de ese sitio [la cárcel] que su maltratador, pese a ser condenado, nunca pisó". La joven llega a decir que no puede "evitar sentir" que debería haber sido ella la que "debería estar allí dentro".
"Fui yo la que le supliqué cientos de veces a mi madre que no me llevara a ese infierno. Y es ella ahora la que, con 58 años y problemas de salud, es castigada y arrancada de su casa por protegerme".
A continuación, EL ESPAÑOL reproduce la carta íntegra:
En el día de hoy mi peor pesadilla se ha hecho realidad. He tenido que ser testigo del ingreso de mi madre en un centro penitenciario. He observado paralizada como se cerraban tras ella las puertas de ese sitio que su maltratador, pese a ser condenado, nunca pisó. Estoy rota y llena de rabia e impotencia. Finalmente, esa persona que se propuso arruinarle la vida a mi madre hace más de veinte años y con la que comparto apellido, ha conseguido separarnos. Me ha arrebatado al pilar de mi vida, a mi protectora, la mujer que me trajo al mundo y que desde ese día no ha parado de luchar por mi felicidad ni un solo instante. Pero no sólo eso, los representantes del gobierno y jueces implicados lo han permitido. La Ministra de Igualdad dijo públicamente “hemos fallado” en cuanto a la no concesión del indulto a mi madre, pero nadie ha puesto solución ni corregido dicho fallo. Pido la dimisión de la Ministra de Justicia, no sólo responsable de enviar a mi madre a la cárcel, sino de humillarnos en medios de comunicación achacando la denegación del indulto a unos supuestos "antecedentes" (sin especificar de qué para ensuciar su imagen) de desobediencia ya prescritos. Se están vulnerando todos los derechos de mi madre, quien ni si quiera ha recibido una resolución de dicho indulto y cuyo expediente se le está ocultando ilegalmente. Ella no es ninguna delincuente, porque querer a una hija y anteponerla a todo no es ningún delito.
No puedo evitar sentir que soy yo la que debería estar allí dentro, pues siempre he sido yo la que me he negado a ver a aquel que nunca se ha comportado como un padre conmigo. Fui yo la que le supliqué cientos de veces a mi madre que no me llevara a ese infierno. Y es ella ahora la que, con 58 años y problemas de salud, es castigada y arrancada de su casa por protegerme. No hay forma de reparar esta injusticia, nadie puede borrar todo lo que hemos sufrido ambas, pero sí pueden dejar libre a mi madre y devolverla a mi lado.
En 10 días cumplo 22 años y mi madre no va a poder darme un abrazo. Supongo que ese es el primer y único regalo de cumpleaños que recibiré por parte de mi progenitor, la tremenda infelicidad de no poder estar con la persona a la que más quiero.
Hace 7 años escribí: ¿Cuándo va alguien a ayudarme? Lo único que quiero es vivir tranquila junto a mi madre y que nadie nos moleste, ¿es mucho pedir? Si realmente mi progenitor quisiera mi bien, pararía de hacerme daño y me dejaría llevar una adolescencia normal, después de que la mayor parte de mi infancia fuera fastidiada por el mismo. Ojalá pudiera decirle a esa Miriam de 15 años que todo va a ir a mejor, que por fin conseguiría descansar. Pero sería mentira. Me siento desamparada y sumida en un inmenso dolor. Pido justicia y medidas urgentes para devolver a mi madre a mi lado".
Salmerón ingresaba en la prisión de Alcalá de Guadaira esta mañana. La titular del juzgado de instrucción número 6 de Sevilla había rechazado el recurso de Salmerón para eludir su ingreso en prisión, por lo que su encarcelamiento era inminente.
María Salmerón ha sido condenada a nueve meses de prisión y al pago de 3.000 euros en concepto de responsabilidad civil, que pagó 24 horas antes de conocer la decisión de la jueza de que ingresara en prisión, a pesar de que confiaba en eludir el ingreso con ese pago. La mujer, indultada en varias ocasiones, había solicitado de nuevo la gracia tras haber sido condenada en 2020 por un juzgado de Sevilla.