Domingo Díaz Javier Carbajal

Hace tiempo que peina canas. Sentado en una enorme silla 'gamer', mira el móvil hacia abajo, levantando un poco la barbilla y agachando los ojos; una mano sujeta el terminal y la otra toca la pantalla con el dedo índice. Lleva dos gafas: una las tiene en su sitio, las otras, sobre la cabeza. Cero dudas: estamos ante un 'boomer' —para los jóvenes, alguien de mayor edad—, que no cuadra con la decoración de la escena.

Estamos en un cuarto con una mesa con neones que se iluminan al compás de la música; un cuadro de un mono con gafas, también con neones; un póster de Muhammad Ali; una tarjeta del Fifa con su nombre; un casco de Fórmula Uno; el asiento de un monoplaza para participar en videojuegos; dos pantallas de ordenador; una torre transparente; otra torre de ordenador para seguir jugando a la maquinita; cámaras, webcams, focos; unos cascos de los que recubren las orejas y de los que sale un micrófono; y hay otro micrófono de pie. No cabe duda, estamos en la habitación de un 'streamer' —un creador de contenido en directo en internet—.

La peculiaridad es que este streamer no es como el resto. No es adolescente. Ni siquiera es un recién estrenado papá. No es un tipo que ronda la cuarentena y que anda aburrido. No es nada de lo que imagina. Él es Siro López (A Coruña, 1956) y esta es su guarida.

Entrevista a Siro López Javier Carbajal

Quizás usted lo recuerde por ser comentarista y narrador de baloncesto en Antena 3 Radio, con José María García, o La Sexta redactor jefe de Deportes en Onda Cero A Coruña, jefe de prensa del Súper Dépor o por haber participado en programas televisivos como Punto Pelota —el antecesor de ‘El Chiringuito’—. En su currículum hay unos cuántos logros más, apuntados durante 44 años de trayectoria. El último lo ha cosechado recientemente: a sus 66 años es el abuelo de los 'streamers', un sector capitalizado en su mayoría por jóvenes que como máximo tienen la mitad de edad que él.

La inmersión de Siro en este mundo 'para millenials' comenzó durante el confinamiento que sufrió España en 2020. “De casualidad”, dice. Fue su hijo Xavi quien le animó y él, en aras de quitárselo de encima, lo intentó. El niño (22 años) llevaba razón: aquello funcionaba.

El periodista deportivo, alejado de los grandes focos mediáticos desde hacía un tiempo, volvía a resurgir. Cuanto más ‘stremeaba’, más diluía su anterior imagen de polémico y agresivo, la que se había ganado en la gran pantalla. "Ese tipo de programas te da popularidad, pero te quita credibilidad", expone ahora, entendiendo que hubiera gente que no creyera en él después de todo.

El tiempo, que todo locura, ha permitido ver en Siro a un tipo amable. Tanto que es hasta agradecido en todo momento con los intrusos que han venido a molestarle a su habitación, la descrita con anterioridad, y a restarle un tiempo que actualmente no tiene en el día a día. Está inmerso en varios líos: participa en la radio, en la televisión, hace directos en internet a diario y ahora, además, narra la vuelta del Pressing Catch. Casi nada.

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Cómo habrá sido el cambio de López que hasta José María García está de acuerdo con su paso por Twitch. A pesar de todo, no se siente protagonista de ninguna revolución. “Yo no tengo la sensación de haber abierto ningún camino. La revolución la hicieron los chavales. Esto para mí era el siglo XXII”, expone. Piensa que hace lo mismo que anteriormente, aunque salvando los aspectos técnicos. "El único mérito podía ser adaptarme técnicamente al medio y en eso el mérito no es mío, es de Xavi y de gente que ha hecho que esto se convierta en una comunidad y que me ayuda".

En la guarida

El cuarto de este señor de 66 años podría ser el de cualquier adolescente. Le han ayudado a construirlo los patrocinadores. Antes era un despacho normal, "con muebles más antiguos", apunta. Ahora, con un mando con botones de colores, pone la iluminación que mejor le venga a este plató —porque esto es un plató al lado de la cocina y frente al salón, no nos engañemos—. "¿Veis?", muestra a los reporteros las luces con las que cuenta. 

Situado en la planta baja de su casa, es su guarida. Aquí comenzó una especie de redención. Aquí inició su camino en Twitch, una plataforma de ‘streaming’ que visitan asiduamente adolescentes, pero en la que él se mueve como pez en el agua.

Siro enciende su ordenador. Abre el OBS para emitir. Explica cómo para cada programa tiene una escena y, también, cómo modifica la iluminación. Una vez comienza a emitir, nada nuevo bajo el sol. "Es lo que he estado haciendo durante 40 años, primero con José María García en Antena 3 Radio, después en televisión y ahora aquí. Tengo un micro y una cámara y lo hago desde casa, pero para mí eso no tiene mucho mérito porque lo he hecho siempre".

Siro López en su habitación. Javier Carbajal

—¿Siente que ha llevado a cabo una revolución?

No, yo creo que la revolución la han hecho los chavales. La gente que vino a quedarse en su día y en su momento y que nos descubrió este mundo que gente de mi edad y mucho más joven no conocía.

—Pero, al final, es pionero de una generación que tiene edad de jubilarse.

Bueno, de mi edad, sí, creo que yo soy el único. Sí hay más periodistas deportistas que lo está haciendo fenomenal y mejor que yo, como pueden ser Gerard Romero, que tiene una cantidad impresionante de seguidores, Rubén Martín, ha entrado Javier Ares, está empezando Miguel Ángel Román, que es el narrador de Movistar. Va llegando gente. Mr. Chip. No quiero olvidarme de ninguno. Sí, sí que van llegando periodistas deportivos. Pionero en lo que se refiere a la edad que tengo y que esté metido en este mundillo, sí, porque no conozco a nadie, digo latinoamericano y no sé si a nivel mundial. Seguramente habrá algún periodista deportivo que esté tan zumbado como yo y que se dedique al mundo de Twitch.

—¿Tiene la sensación de que el 'streaming' ha cambiado su imagen?

—Hay un antes y un después tras dejar de ir a Punto Pelota, no puedo hablar de El Chiringuito porque yo sólo estuve un mes. Y es verdad que yo me había generado una imagen de polémico, de agresivo, que no era muy yo. Y es cierto que merecidamente generé una imagen mía que no era muy real de lo que soy yo y. A mí Twitch me ha valido para cambiar esa imagen, pero yo creo que donde primero empecé a cambiar de imagen fue en Colgados del Aro, que también es el mundo de streamer de YouTube.

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Se refiere al programa temático de baloncesto que hay en Youtube con grandes glorias de este deporte. Semanalmente hablan sobre la actualidad y debaten de canastas.

La revolución de López existe, aunque no lo diga. Sobre todo porque, como él mismo reconoce, antes ni siquiera usaba Instagram. "Me daba la sensación que la gente lo utilizaba mucho para cuando te vas de vacaciones: mirar qué guay me lo estoy pasando. Y yo siempre me he intentado poner incluso profesionalmente en la posición del otro. En ese sentido, simplemente me intentaba poner en la posición del que no podía a lo mejor tener vacaciones. Siempre me había parecido que darle visibilidad a eso era casi ofender a la gente".

Ahora lo muestra todo, su visión ha cambiado. "No me molesta enseñar mi vida porque la puedo contar y puedo decirle a los chavales: no os enseño cómo vivo para daros envidia, simplemente forma parte de mi vida y, entonces, por qué os lo voy a esconder. Pero también quiero que sepáis que yo soy un afortunado y que me pongo también en vuestra piel y que sé que hay gente que vivirá mucho mejor que yo, pero también habrá gente que le cuesta mucho llegar a fin de mes. Yo también eso lo he vivido y he estado en esa situación. Yo he sido un niño de barrio que tenía mis carencias; mis padres tuvieron que sacrificar mucho para pagar mis estudios y para poder llegar a donde estoy ahora".

Periodismo o 'streaming'

Antes, Siro López informaba y opinaba sobre aspectos relacionados con el mundo del deporte, generalmente baloncesto y fútbol. Ahora hace lo propio, pero además juega a videojuegos con su comunidad. Recientemente ha participado en una carrera de Fórmula 1 virtual y tiene su propia silla ajustable, como si fuera el asiento de un monoplaza. 

Siro ante la atenta mirada de Makumba. Javier Carbajal

"Yo siempre he jugado a videojuegos. El primero creo que fue el que eran como dos palitos y una pelota, que parecía el tenis. Luego, con mis hijos, a todos. Han tenido todas las videoconsolas. Esto no lo hago por adaptarme, sino porque me gusta", apunta López mientras posa para las fotos en el monoplaza. 

Para uno dedicarle tiempo a esto tiene que abandonar otras cosas. Entre ellas, el periodismo tradicional. A pesar de que Siro sigue colaborando y trabajando para televisiones y radios, todos los días trata de 'stremear', lo que le deja poco tiempo para hacer deporte, una de sus pasiones. También para ver series o películas, e incluso para leer.

—Hablamos del cambio que ha supuesto Twitch. ¿Ha rechazado como espectador los medios tradicionales o le gustan menos que antes?

—No es que me gusten menos, es que me divierte más Twitch. Voy a la parte positiva. Antes veía competiciones deportivas porque yo siempre he sido un amante del deporte. Me encanta ver deporte. Pueden estar con snooker y, aunque no sepa muy bien cómo va, me quedo enganchado a verlo. El deporte siempre me ha gustado verlo. Últimamente, o en los últimos años, me había enganchado y me enganchan las series de televisión. Pero ahora, entre que no tengo tiempo y entre que hay otras cosas que me divierten más de Twitch, pues la verdad es que veo menos, ves mucho menos. Bueno, casi no veo, a excepción de deportes. Que hay gran premio de Fórmula Uno, lo veo. Si juegan un partido de fútbol, aunque sea de solteros contra casado, es casi seguro que me vas a ver delante de esto, pero veo mucha menos televisión, mucho menos que antes. Pero por eso, porque a lo mejor me divierte más ver algo que está haciendo o que está haciendo Auron Play o Ibai. Algunos de estos locos me engancha a ver cómo juega, a lo mejor incluso para aprender más de él. Hostia, a ver si yo la próxima vez hago menos el ridículo de lo que lo he hecho el día anterior".

No cree que sea un fenómeno que le haya cautivado únicamente a él. También piensa que le ha ocurrido lo mismo a su mujer. "A Julita a veces la veo enganchada", reconoce. "No solo me pasa a mí, sino que hay mucha gente que descubre Twitch y lo ve más que los medios tradicionales".

No descubrimos nada si decimos que Siro López es una rara avis en todo esto. Es amigo de 'streamers' y periodistas que, a veces, se han visto hasta enfrentados. Le pasó con la polémica en la que se vieron inmersos Juanma Castaño e Ibai Llanos.

—¿Cómo viste la polémica que surgió entre los dos?

—Yo creo que a Juanma no se le entendió, igual por la forma de expresarlo. Tampoco pudo extenderse en lo que él quería, el mensaje que él quería enviar. Creo que poco a poco él va viendo que Twitch tiene que ser un amigo y no un enemigo. En el periodismo tradicional hasta hace poco se veía a Twitch como alguien que había venido a usurpar un lugar o un sitio, que te estaba quitando a la gente. Y esta gente ya se había ido, si es que no ha quitado a nadie de escuchar la radio ni de ver la televisión. Son gente joven que se ha acostumbrado a consumir de otra forma la comunicación y esos ya se habían ido. Siempre digo que intentemos adaptarnos y acoplarnos, asociarnos y relacionarnos. Que sean nuestros amigos. Para que la gente que está en Twitch, que son gente preferentemente joven, venga también a la radio. Tenemos que ser inteligentes e intentar captar a la gente que tenemos en Twitch para que digan: oye, en radio también se hacen cosas que están bien, que os pueden interesar y que son buenas para vosotros y que os pueden divertir. Entonces, bueno, yo creo que poco a poco las grandes empresas lo van entendiendo. Hay que ver a Twitch como un socio y no como un enemigo.

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—¿Le gusta más el periodismo que se hace ahora o el que se hacía antes?

—A mí es que me gusta el periodismo. Yo siempre he dicho que soy un privilegiado, porque con 12 años tenía claro lo que quería ser: periodista, periodista deportivo, y he vivido 43 años de eso, de algo por lo que yo hubiera pagado. Hubiera pagado toda mi vida por dedicarme a lo que era mi hobby y mi vocación. Entonces yo me he divertido siempre. Cada época ha tenido sus momentos y yo me he divertido mucho, con José María García haciendo radio, en Telemadrid haciendo televisión, me he divertido mucho siendo jefe de prensa del Deportivo de La Coruña, porque eso fue otra experiencia maravillosa, y me divierto mucho ahora. Hay gente que me dice: ¿Cambiarías Twitch por el periodismo tradicional? No, por qué tengo que dejar una cosa por la otra. ¿Por qué tengo que elegir entre papá y mamá si para mí ya estoy haciendo periodismo? Así que hay momentos que me divierte más lo que hago en Twitch que lo que hago en el periodismo tradicional. Pero eso me ha pasado otras veces: ha habido cosas que me han divertido mucho y otras que las hacía casi 'por obligación' o porque no me quedaba otro remedio.

—Lo que le da Twitch entonces es libertad, ¿no?

Sí. Hace poco José María García hablaba con alguien cercano a mí y le preguntaba por mi experiencia en Twitch. Él decía que se alegraba, "porque eso a Siro, que siempre he creído que es un tío bastante independiente, le va a reforzar su independencia". Eso es verdad, pero no me pasa sólo a mí. Eso le pasa a todos los que están aquí, porque al final tú eres el jefe de tu plataforma, de tu canal. Y, entonces, manteniendo un poco las reglas que marca Twitch en la plataforma, eres tú el que dices lo que hay que hacer, cómo hay que hacerlo, cuándo lo quieres hacer, cómo tienes que dirigirte a la gente... Eso es lo más importante de Twitch: la interrelación con la gente, es el gran éxito, el que puedas estar hablando aunque no nos veamos, pero te puedes interrelacionar con la gente que te está viendo, que te está escuchando y que te puede decir si lo estás haciendo bien, mal o regular, si se aburre, si no se aburren y tal. Y después el ser tú, el tener esa independencia de que nadie te marca cómo lo tienes que decir, cuándo lo tienes que decir y qué tienes que decir. Creo que eso es lo más importante.

—¿Está enterrado el pasado en Punto Pelota/El Chiringuito?

—Yo nunca me arrepiento de lo que he hecho, siempre he tomado decisiones, pero tanto positivas como negativas. Que después a lo mejor han salido mal... Pero siempre lo he dicho convencido. Entonces no me tengo que arrepentir. Cuando haces algo que lo tienes claro y estás convencido, no te tienes que arrepentir. Cuando José María García se fue a COPE me dijo personalmente: "Siro os habéis equivocado porque os han engañado". Y es verdad que al cabo de dos años se demostró que nos habían engañado. Pero aún en ese momento, que yo me quedo en paro y que estuve un año sin trabajar en la radio, y que para volver a trabajar en la radio me tuve que ir a Coruña a Onda Cero, dejando Barcelona, que era donde vivía, no me arrepentí. Porque tomé la decisión que tenía que tomar. Y en el caso de Punto Pelota: no me arrepiento de lo que hice, del tiempo que estuve allí.

—Entiendo...

—Siempre he dicho que Punto pelota o un programa de ese tipo lo que te da es notoriedad. Te quita a lo mejor prestigio o fiabilidad, pero te da mucha popularidad. No estuve allí por la popularidad porque, como digo yo, a mí ya me conocía la gente. Es verdad que me conoció alguna más, pero también me conoció en el lado malo. No, en el lado, en el lado bueno. Pero bueno, que no renuncio y no le pongo un pero a lo que hice y al estar allí. Hubo momentos que me lo pasé muy bien y hubo momentos que lo pasé mal y que me venía a casa jodido porque a lo mejor había dicho cosas que no debía o me había puesto en un estado de excitación que yo mismo decía 'joder, pero ¿cómo puedes llegar a eso, a esos extremos, a dar esa imagen de persona tan agresiva?

Hubo momentos posteriores en los que no lo pasó bien, aunque "a la larga, lo que alguien podía pensar que era una decisión equivocada, ha sido muy positivo. Lo que estoy haciendo ahora no lo haría si hubiera seguido allí". Esta contestación es un reflejo de su persona: el mundo se puede venir abajo, pero Siro parece sacarle el lado positivo.

Siro en la intimidad

"Nunca me he planteado tirar la toalla porque, vuelvo a insistir, quiero ser periodista desde los 12 años". Eso no obsta para que la noria del periodismo le haya llevado a la casilla de salida en alguna ocasión. "Cuando peor lo pasé y me costó algunas lágrimas, fue cuando cerraron Antena 3 Radio y me tuve que ir a Coruña a empezar de cero. Ahí sí que algún momento dije: joder, ¿qué he hecho mal para estar en esta situación? Me tuve que alejar de Julita, de mis hijos...". Pero la atracción le volvió a llevar a lo más alto, para volver a caer, tener incluso algún problema con Hacienda, y regresar a la zona alta.

Siro López coloca uno de los carteles en su pared. Javier Carbajal

Ahora disfruta de una vida tranquila en Madrid, pero es un gallego criado en Barcelona, la que considera su ciudad. Es madridista, pero también del Dépor —depende de la situación quiere que gane uno u otro—. Le gustan, sobre todo, el baloncesto y el fútbol, pero si tiene que elegir un Clásico, se queda con el balompié. Juega a todo lo que se le ponga por delante: fútbol, balonmano, tenis, pádel... Es entrenador provincial de balonmano, por cierto. Hace tiempo que no sale a correr, pero antes lo hacía tres veces por semana.

Le quedan pocas horas para leer últimamente libros sobre la Guerra Civil o la II Guerra Mundial. No obstante, intenta acabar uno cada dos semanas. Políticamente se define como de izquierdas, aunque le aburren los políticos. "Sólo he votado una vez en mi vida al PSOE, cuando los atentados de Atocha", apunta. De vez en cuando se manda mensajes con Íñigo Errejón y, a pesar de ser "constitucionalista", hace lo propio con Gabriel Rufián, "que es del Espanyol".

Cree que no le queda nada por decir. "Soy muy salvaje para eso, un libro abierto" y 40 años de profesión dan para mucho. Ahora 'stremea' cada día —"la gente lo nota si no estás"—, aunque evita hacerlo "a la hora en la que están los bichos".

Es el abuelo del periodismo que ve en los primeros de Twitch a unos revolucionarios. "Ibai es un genio", apunta. Un tipo que se ha apuntado a stremear y que con la ayuda de Voice And Views cada vez genera más contenido y consigue nuevos patrocinadores. Un tipo que admira a Muhammad Ali por cambiar la forma de entender el boxeo y que ahora mira la Gran Velada de Llanos como algo muy positivo —"Todo lo que sea hacer llegar el deporte a la gente es positivo; los que lo critican son los panenkitas del boxeo"—.

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Además de a Ibai, a quien considera el mejor comunicador del Siglo XXI, no se olvida de otros como The Greffg, Auron Play o Jordi Wild. "No son chavales que estén ahí perdiendo el tiempo y que no saben hacer otra cosa. No, no, es que son chavales que comunican muy bien, que saben lo que quieren comunicar, saben a quién se dirigen, son grandes creadores de contenido y lo están haciendo fenomenal".

—Última pregunta: descartamos que Siro López se vaya a vivir a Andorra, ¿no?

—(Risas). Sí, aunque alguna vez he estado tentado por el puteo de Hacienda. Yo puedo entender que muchos chavales se hayan ido para allá. Porque una cosa era, como decía El Rubius, una cosa es que Hacienda somos todos, que hay que ser solidario con todo el mundo, y otra cosa es que haya una persecución. Yo en algún momento, a un nivel ínfimo antes de estar en Twitch, lo he sufrido. Por eso puedo hablar con conocimiento de causa. Me he sentido un poco perseguido. Entonces entiendo cuando dicen: yo me voy a Andorra. No porque no sea solidario, es que estoy hasta los cojones de que me persigan. Y entiendo lo contrario. Ibai nunca se lo ha planteado y creo que la línea es la de Ibai, pero también hay que entender que es que, jobar, no te pueden poner la proa porque hayas cometido un error, que has podido cometerlo, y ya por sistema vayan hacia una persona o hacia unas personas determinadas. No parece muy justo. No, no me voy a Andorra. Tampoco gano lo suficiente como para tener la necesidad de irme a Andorra.