La contienda entre los quitagrasas 'El Milagrito' e 'ICM Mano de Santo' tiene visos de continuar hasta que no separen sus caminos definitivamente. La historia de estos dos desengrasantes nace de una misma matriz, la que une a la familia Castro Molera. El padre fundó una empresa que heredaron los hijos, que acabaron peleando en los juzgados por el uso del producto. Ese capítulo se cerró y ambos pueden comercializar el suyo, pero recientemente se ha abierto una nueva brecha entre las dos partes por las acciones de Fabrienvaf Nuca. Desde una trinchera denuncian "amenazas" y "coacciones" para que cedan las participaciones en favor de los gerentes de la empresa; desde la otra hablan de "rumor o bulo interesado" para "desprestigiar nuestra imagen y conseguir publicidad gratuita" de la suya.
Vamos por partes. El Milagrito es un popular desengrasante vendido, sobre todo, en el sur de la Península Ibérica. Lo comercializa la empresa Fabrienvaf Nuca, creada en su día por el padre de los Castro Molera, y regido ahora por María Castro Molera. ¿Cómo el KH-7 andaluz? "Como el KH-7 no, es mejor todavía, sirve para todo", dice una usuaria del producto.
Por su parte, el desengrasante Mano de Santo es el producto que comercializa Industrias Castro Molera. Esta empresa pertenece a Miguel Castro Molera, hermano de María Castro Molera y hasta 2018 trabajador de Fabrienvaf Nuca. Ella le despidió, pero él sigue siendo el propietario del 20% de las acciones de la empresa que heredaron de su padre.
Hace tres años, María denunció a su hermano Miguel por competencia desleal. Entendía que con Mano de Santo había creado un quitagrasas similar a El Milagrito, aprovechándose de los conocimientos adquiridos durante su paso por la empresa familiar. Miguel, en cambio, apuntó a este diario cuando comenzaron los litigios: "Son distintos, y el mío es mejor".
Aquel episodio se cerró con una sentencia favorable a ICM Mano de Santo en noviembre de 2021. "Nos encontramos ante productos diferenciados en cuanto a composición", apuntó el magistrado del Juzgado Mercantil 3 de Sevilla. Además, añadía que son "diferenciables por simple apariencia externa a la vista de los envases".
El fin del proceso judicial parecía dar por concluida la guerra fratricida. Sin embargo, sólo daba paso a la calma que precede a una nueva tempestad.
María quiere recuperar las acciones que Miguel posee de Fabrienvaf Nuca. Para ello, María les ha ofrecido una marca registrada en 2005 que se llama 'Jabón Mano de Santo', titulación similar a la que utiliza Industrias Molera Castro en su producto, y que Fabrienvaf Nuca ha adquirido recientemente "sin ningún fin comercial, pero sí estratégico", según indicaron a este periódico.
Miguel Castro no ha aceptado la propuesta. El hijo de éste asegura, en conversación con EL ESPAÑOL, que no tienen problema en vender las acciones. Sólo piden que un auditor externo las tase y que se las paguen. Ellos, insisten, estarían encantados.
La negativa al intercambio de las acciones daba paso a la siguiente escena. Industrias Castro Molera recibe un correo electrónico el pasado 15 de junio en el que se les informa que, "ante la negativa de llegar a ningún acuerdo sobre el intercambio de la marca 'Jabón Mano de Santo por las participaciones vuestras de Fabrienvaf, el pasado 7 de abril, la vida sigue, los negocios y el mundo mercantil siguen. Propuestas que teníamos sobre la mesa paralizadas, a la espera de vuestra respuesta, son retomadas y puestas en marcha ante vuestra negativa".
Tras esta introducción, llega la exposición de motivaciones: el correo es "para informarles de que tenemos dos propuestas comerciales a las que se está dando vida. Las dos van sobre la puesta en el mercado de productos comercializados bajo la marca registrada en 2002, 'Jabón Mano de Santo'".
"Tenemos al dueño de la marca queriendo que le envasemos (en ese momento ya pertenecía a Fabrienvaf) y a clientes pertenecientes al canal de la distribución que nos solicitan la fabricación de un desengrasante de bajo coste pero eficaz. Todo cuadra, y como no tenéis intención de negociar nada, lo más natural es que saquemos adelante estos proyectos", continúa el correo.
La comunicación apunta en el siguiente párrafo: "Si fuerais vosotros los que estuvieseis en nuestro lugar, el producto hubiera estado en el mercado hace mucho". Y zanja: "Adjuntamos muestra del producto, inicialmente desestimado, que saldrá al mercado en breve. Esperamos que vean que nuestras propuestas iniciales tenían un contenido sinceramente conciliador y un verdadero interés de llegar a acuerdos beneficiosos para ambas partes. Saludos".
Las botellas iguales
Industrias Castro Molera recibió un paquete entonces. La etiqueta lo dejaba claro: de Fabrienvaf Nuca SL a Industrias Castro Molera. En el interior de la caja, según denuncia Miguel Castro, se encontraba el producto que sobre el papel iba a comercializar su tía María: un desengrasante llamado 'Jabón Mano de Santo' de etiqueta similar a ICM Mano de Santo, con los mismos colores en el etiquetado y la botella.
Entiende Miguel Castro que se trata de "una coacción para que vendamos nuestras acciones". "En la documentación de la agencia de transporte vienen ellos claramente como remitentes y la botella, en la foto por detrás, vienen ellos como fabricantes".
Sin embargo, EL ESPAÑOL ha contactado con Fabrienvaf, que niega categóricamente todo lo anterior, excepto la compra de la marca Jabón Mano de Santo, registrada en 2005, "sin ningún fin comercial, pero sí estratégico, en ese momento".
A través de un comunicado firmado por la dirección de la empresa que rige María, Fabrienvaf Nuca SL apunta que "en respuesta al bulo que ha empezado a circular recientemente respecto a un posible lanzamiento de un producto denominado 'Jabón Mano de Santo, queremos desmentir categóricamente esa posibilidad".
Se remiten a los hechos. "Prueba de ello es que ayer, día 30 de junio —día que EL ESPAÑOL habla con la empresa por primera vez—, en la segunda reunión trimestral del Departamento Comercial, en la que participan todos sus integrantes, se hizo la presentación de una nueva línea de desengrasante denominada Mi Ahorrito Divino (foto adjunta) para comenzar a comercializarla a partir del 1 de julio".
"Con ella, vamos a cubrir la demanda actual, de un sector de nuestros consumidores que se ha visto afectado económicamente por todo lo ocurrido en los últimos tiempos y que han visto reducido su poder adquisitivo", exponen desde Fabrienvaf.
La empresa que dirige María entiende que "este rumor o bulo interesado obedece básicamente a un intento de desprestigiar nuestra imagen y a conseguir publicidad gratuita".
Miguel Castro ha asegurado, en conversación con EL ESPAÑOL, que el producto denominado Jabón Mano de Santo ha sido ofrecido ya a sus clientes.
Un último burofax
Miguel Castro y su padre aseguran que ellos nunca han tomado represalias judiciales contra Fabrienvaf Nuca. Sin embargo, tras el correo electrónico del pasado 15 de junio, comunicaron a través de sus representantes legales a su tía María que, en caso de poner en liza el producto denominado Jabón Mano de Santo "ejercerían las acciones judiciales que protegen la marca y, por supuesto, que resarzan los daños que puedan llegar a causar".
Miguel Castro hijo, cuestionado por este periódico, asegura no entender por qué Fabrienvaf Nuca realiza este tipo de acciones. "Creo que tienen miedo al crecimiento que estamos teniendo, pero no sé el porqué. Mano de Santo aún es una microempresa y Fabrienvaf Nuca factura millones de euros".
Desde la comercializadora de 'El Milagrito' no entienden esto como una guerra o conflicto familiar y lo han dejado claro anteriormente en varias ocasiones. Según su parecer, todo esto es un embrollo meramente mercantil, en el que simplemente las empresas pertenecen a dos hermanos.
El desenlace de esta historia aún tendrá que esperar. Industrias Castro Molera moverá ficha en caso de que se comercialice un producto similar al suyo bajo el nombre Jabón Mano de Santo por parte de Fabrienvaf. Si tal y como asegura la empresa que dirige María Castro, ese producto no acaba en el mercado, todo quedará en una especie de Guerra Fría entre las empresas Castro Molera.