Humildad, crecimiento, confianza en su trabajo y apertura al futuro. Quizás son los cuatro calificativos que mejor podrían definir a Diego González, el mejor sumiller de España de 2022, aunque también lo fue en 2019. Este último reconocimiento le abrió las puertas al Mundial de París de 2023 al que acudirá en representación de nuestro país. El burgalés cuenta con una amplia trayectoria profesional y se está preparando para la gran competición. Lo compagina con su gran proyecto personal, Tiempos Líquidos, que tiene el objetivo de acercar el vino a cualquier colectivo de todos los niveles. González, como sumiller, siempre aboga para que el vino nunca deje de consumirse y, por supuesto, de disfrutarse.
El mejor sumiller de España ha viajado por muchas partes del mundo y ha trabajado en restaurantes con estrellas Michelin de gran renombre y prestigio. Cuenta con una gran formación en la disciplina y está muy de acuerdo con eso que decía el cantautor George Brassens: “El mejor vino no es necesariamente el más caro, sino el que se comparte”. Y es que un sumiller no solo tiene que estar entre figuras de renombre, estrellas Michelin o en los restaurantes de lujo más destacados del panorama gastronómico porque el arte de la sumillería debe acercarse a todos los públicos rompiendo las barreras que tradicionalmente se le han concedido a esta disciplina.
De acuerdo con esta idea, Diego González considera que no hay una única recomendación para elegir un vino porque, según cuenta en declaraciones a EL ESPAÑOL, “lo importante es que la gente disfrute siempre del vino y que lo siga tomando en sus reuniones personales, familiares y con amigos”—que es y ha sido siempre el verdadero legado de este producto—. El trabajo del sumiller es importante y necesario, pero “nunca hay que condicionar sobre lo que digamos nosotros del vino porque la gente en general, en vez de estar analizándolo, tiene que disfrutarlo”.
—Diego, ¿cree que la sumillería es vocacional?
—En mi caso creo que sí, pero no tendría por qué serlo. Yo creo que para que realmente lo disfrutes tienes que llevarlo dentro. Hay un componente que no puede faltar que es la parte emocional. Es fundamental para que disfrutes del vino y lo sientas como tuyo, que pruebes todo, que visites las bodegas y que viajes. Entonces, yo creo que ese punto lo tienes o no lo tienes.
—Y, desde su punto de vista, ¿cuáles son los pilares básicos que se deben cumplir para ser un buen sumiller?
—Pitu Roca, que me parece uno de los grandes del oficio, decía que ‘es importante escuchar porque tenemos dos orejas y una boca’. Por eso, el sumiller muchas veces te cuenta y te cuenta y no es necesario. Para mí, es muy importante tener una escucha activa real y que analices bien lo que te dice el cliente. También, es necesario que seas cercano porque muchas veces la gente te ve como desde la distancia y, por último, que se hable en el mismo lenguaje para que nos entendamos bien.
Diego González acudió como ponente a la presentación del nuevo proyecto de la bodega Valtravieso que tiene el objetivo de rescatar viñedos tradicionales y variedades autóctonas poco conocidas y olvidadas de la península. De estos lugares, ha sacado una colección exclusiva de cinco vinos exclusivos con una Denominación de Origen muy especial. Esta campaña le entusiasma al sumiller por dos motivos. El primero, es que considera de vital importancia este tipo de iniciativas para que no se pierdan esas zonas emergentes y, el segundo, porque precisamente él es de una de esas zonas donde se elabora uno de estos vinos, de Covarrubias (comarca de Arlanza, Burgos).
['Viñedos Olvidados', el gran proyecto que rescata viñedos tradicionales y variedades autóctonas]
Trayectoria profesional
Al burgalés de 34 años le apasiona su trabajo e intenta mejorar y aprender cada día. Ya son 10 años en los que el sumiller se dedica profesionalmente a la hostelería y al vino y su trayectoria profesional le ha llevado a estar donde está ahora.
“Empecé estudiando en la escuela de Hostelería de Leyoa y durante el segundo curso tengo una asignatura de sumillería con Bittor San Miguel que capta mi atención. Desde ese momento, empecé a profundizar mis conocimientos. Luego, hice prácticas en Malta y después volví a Burgos donde empiezo a competir y a estudiar más en profundidad sumillería con la Cámara de Comercio de Burgos. Ya en 2016 quedé subcampeón de España y trabajé en un restaurante gastronómico con una estrella Michelin donde me encargo de la sala y de los vinos. En 2017 me voy a Inglaterra a mejorar mi conocimiento de inglés y a mejorar como sumiller”, responde.
A partir de ahí, el burgalés no ha parado de viajar estableciéndose en muchos restaurantes importantes a nivel internacional. Cuando volvió a España se asentó en Peñafiel (Valladolid) donde trabajó en el ‘Ambivium’, con una estrella Michelin, donde trabajo como sumiller de sala de vinos.
Tras esa experiencia, decide dar un salto más independiente a nivel profesional y saca su proyecto Tiempos Líquidos que está empezando a desarrollar en el restaurante Cobo Estratos, del chef Miguel Cobo que está situado en su ciudad natal, Burgos.
De las diferentes experiencias internacionales, Diego ha aprendido mucho y si tiene que elegir algún sitio de referencia que le llama más la atención a nivel de producción, apostaría por los vinos que se elaboran en Estados Unidos porque cree que “ aunque a mí Italia, sobre todo la zona del Piamonte me llama mucho la atención, a nivel global siempre hablo de Estados Unidos porque he probado muchos de sus grandes vinos cuando estaba en Inglaterra y me abrió mucho la mente para valorar lo que tenemos aquí en España”.
Un reconocimiento español con el que también están de acuerdo algunos productores extranjeros que consideran que el vino que hacemos en España es de muy buena calidad a precios bastante bajos.
Tiempos Líquidos
En el restaurante del chef Miguel Cobo, Diego González está poniendo en marcha su proyecto más personal. Y, aunque la idea del sumiller era tener su propio local que lo deja para el futuro pero debido a la situación global esa idea se retrasa, el chef le convenció de que lo hiciese en su propia casa.
Tiempos Líquidos tiene el objetivo de que la población en todos los sentidos y a todos los niveles tenga un conocimiento sobre el vino. Se hará a través de tres puntos: el primero de la parte global del restaurante y el segundo punto ahondaría más en la parte gastronómica y los diferentes sabores.
La tercera parte se hará un poco a través de lo que se llama la mesa del chef donde se realizarán diferentes eventos y se harán catas a nivel más informal, sea con comida o no. González afirma que “la idea es trabajar con las demás bodegas para hacer ese tipo de presentaciones en Burgos. Es un punto geográfico bueno para todo tipo de bodegas que quieran darse a conocer en este proyecto.
En cuanto al Mundial de París de 2023, el sumiller se muestra tranquilo y expectante y sobre todo, tiene muchas ganas de conocer a gente y probar diferentes producciones, que, independientemente del resultado final, enriquecerá su conocimiento en todos los sentidos.
Si bien popularmente siempre se ha dicho que “el vino mejora con los años”, la experiencia y logros de Diego González también. Por eso, que contemos en España con este tipo de personalidades que entienden el vino como cultura y al revés es, cada día, más necesario.