La mosquitera maldita que casi acaba con la vida de Francisca: reclama 100.000 euros por el accidente
La empresa pública de la VPO de Granada donde se produjo el siniestro alega que los afectados colocaron un andamio sobre un muro medianero.
13 julio, 2022 02:57Francisca se subió por primera vez a un helicóptero el 2 de junio y jamás podrá olvidarlo. De hecho, todavía sigue teniendo pesadillas porque le iba la vida en aquel vuelo. "Tenía la tensión muy baja, sudores fríos y solo escuchaba que los médicos decían una cosa: '¡Corre que se nos va!'", según relata Francisca, vecina de Alomartes, de 42 años.
Aquel día, esta mujer fue evacuada de urgencia al Hospital Virgen de las Nieves de Granada porque se iba "desangrando" después de que se le cayera encima el muro medianero de la vivienda de protección oficial (VPO) que tiene alquilada su pareja -Rafael-. "Casi me muero en un accidente doméstico", sentencia en conversación telefónica con EL ESPAÑOL.
"Me operaron dos veces y me pusieron injertos de piel en la pierna derecha", apunta Francisca, antes de subrayar que sigue convaleciente. "Estuve hospitalizada ocho días, ahora llevo puestas treinta grapas y luego me tocará la rehabilitación". Todo ello, como consecuencia de que el desprendimiento del muro del patio le causó un corte grave en la extremidad. Así lo recoge su parte médico de urgencias: "Se encuentra el músculo peroneo largo seccionado y desvitalizado, llegando la herida hasta el peroné".
Francisca y su pareja, Rafael, ya han puesto el caso en manos del abogado Joaquín Perales para reclamar una indemnización de -al menos- 100.000 euros a la empresa pública de la Diputación de Granada que gestiona las VPO de Alomartes. El motivo se debe a que la pareja achaca el accidente doméstico al mal estado del muro.
"Es de arena", critica Rafael, de 45 años, mientras reconoce que todavía tiene metido el miedo en el cuerpo por lo vivido aquel jueves 2 de junio. "Íbamos a poner una malla porque los insectos y los pájaros se meten en la campana de la cocina que da al patio interior de la casa".
- ¿Cómo se vino abajo el muro?
- Rafael: Pusimos una escalera. Mi mujer la sujetaba mientras yo subía y cuando me apoyé en el muro del patio con una mano, se vinieron abajo dos hileras de bloques de piedra. Uno de ellos le dio en la cabeza a mi mujer y otro bloque rompió el lavadero que es de porcelana y le rajó dos tendones. Yo caí al suelo, tenía un coágulo en la pierna y no podía andar. Tuve que arrastrarme hasta la puerta de casa para pedir ayuda a los vecinos. Algunos vinieron corriendo con toallas y sábanas para hacerle un torniquete a Francisca porque mi mujer no paraba de perder sangre.
- ¿Por qué acabó Francisca evacuada en helicóptero?
- Rafael: Creo que ese día la ambulancia de Íllora estaba en un accidente de tráfico. Estuvimos cerca de una hora haciéndole un torniquete a mi mujer y algunos vecinos decidieron ir al centro de salud a alertar de la gravedad de lo que había pasado en mi casa. Al final, vino la Policía Local y unos médicos, y decidieron movilizar un helicóptero que aterrizó en el campo de fútbol para llevarse a mi mujer al hospital de Granada. A Francisca la sacaron de mi casa en una camilla: iba muerta.
En la calle Colón, jalonada por varias decenas de viviendas de protección oficial, se vivieron momentos muy dramáticos porque muchos vecinos pensaban que Francisca no lo contaba. "Es lo peor que me ha pasado en la vida: fue horrible", remarca la protagonista de ese siniestro, ocurrido en Alomartes, una pedanía de la localidad granadina de Íllora, con 2.200 habitantes. La Policía Local publicó un post en su cuenta de Facebook alabando la reacción de los vecinos y la intervención del personal médico:
"Nuestras felicitaciones a todo el equipo sanitario de Alomartes, a sus dos médicos, Lucía y Antonio, los enfermeros, Ana y Francisco Javier, y al residente que les acompañaba, por actuar con presteza y diligencia en una situación con dos heridos de gravedad. Igualmente, a los vecinos y familiares de esta familia que se han comportado chapó, siguiendo las instrucciones de los agentes de Policía y Servicios Sanitarios, a los cuales han dejado su espacio para poder trabajar y han facilitado toallas".
Francisca se recupera del susto en casa donde le toca guardar "reposo relativo", mientras acude a consulta, cada dos semanas, a cambiar el vendaje que esconde las 30 grapas que le han puesto. Después sustituirá la medicación por la rehabilitación para recuperar la movilidad de su pierna derecha: su parte de alta refleja que su tobillo tiene "cierta rigidez y ligero equino", a causa de una "herida incisocontusa".
Rafael no se queja, pero a sus 45 años también sigue convaleciente: tiene un trombo en la pierna derecha después de haber llegado a urgencias con las articulaciones inflamadas y con hematomas desde el muslo a la tibia, como consecuencia de la caída del muro medianero de la VPO que alquiló en abril de 2021 a la empresa pública de la Diputación de Granada.
"Nosotros vivíamos en Barcelona y cuando nos instalamos en esta casa estaba destrozada por el anterior dueño: la tuvimos que pintar y la pared de la cocina y del patio estaban llenas de grietas", según denuncia Francisca, sentada en el sofá del salón y con la pierna en alto. Rafael corrobora las palabras de su pareja aportando a este diario un vídeo de una grieta que recorre la base del muro medianero de su vivienda social.
Este accidente es un serio percance para esta pareja, ya que tiene un hijo, de 5 años, y como consecuencia de sus lesiones, ahora mismo, la economía familiar se nutre del ingreso mínimo vital que percibe ella. "Esto no lo hacemos por la indemnización, sino para que no le pase a nadie más: en estas viviendas sociales hay muchas familias", aseguran Francisca y Rafael.
Joaquín Perales, abogado de la pareja, ya ha presentado un escrito de reclamación a la empresa pública de vivienda de la Diputación de Granada que gestiona las VPO de Alomartes. "La tapia cayó sobre mis clientes, al parecer, por ser una obra de muy mala calidad", según sostiene el letrado experto en temas de tráfico y consumo. Y así consta en el documento donde imputa las circunstancias del accidente doméstico al "deficiente estado de conservación" del muro medianero de la casa.
"A consecuencia de estos hechos, tanto el señor Fernández como la señora Moreno resultaron lesionados, especialmente doña Francisca Moreno, quien por la extrema gravedad de las lesiones sufridas, debió de ser trasladada en helicóptero al Hospital Virgen de las Nieves de Granada, donde permaneció ingresada".
- ¿Qué hará en caso de que la empresa pública no responda a su escrito de reclamación?
- Joaquín Perales: Presentar una reclamación judicial. La empresa pública de la Diputación de Granada alquila viviendas en muy deficiente estado de conservación. Prueba de ello es el desprendimiento del muro sobre mis clientes, que casi le cuesta la vida a Francisca. El muro sigue sin arreglarse, están todavía los ladrillos tirados en el patio, y encima hubo un importante riesgo adicional: tienen un niño que si en ese momento se hubiera encontrado en el patio, podría haber fallecido.
- ¿En base a qué reclama esa fuerte indemnización económica?
- Joaquín Perales: Se aplica por analogía el baremo de tráfico porque es el único baremo de daños personales existente, pero ahora mismo las partidas indemnizatorias a reclamar son un interrogante porque se desconoce el tiempo total de curación que precisarán mis clientes porque siguen en tratamiento. Tampoco sabemos si sufrirán secuelas estéticas o físicas tras finalizar el tratamiento o posibles reintervenciones quirúrgicas. A grosso modo se reclamará un importe de 100.000 euros.
Desde la empresa de vivienda de la Diputación de Granada niegan que las VPO de Alomartes presenten un deficiente estado de conservación. "En estos momentos no observamos que seamos responsables de nada de lo que ha sucedido", tal y como defiende un jefe de departamento a preguntas de EL ESPAÑOL. "Esta familia ha hecho obras sin comunicarlo a esta empresa y sin nuestra autorización".
El citado responsable de área argumenta que existe un informe técnico que avala su postura: "Un muro de separación de los patios de dos casas, no es un muro de carga, y esta familia colocó encima el peso de un andamio: se trata de una negligencia y un incumplimiento del contrato de alquiler del inquilino por la realización de obras sin permiso".
Tales afirmaciones contrastan con la carta que la empresa pública ha enviado a la pareja afectada comunicándoles lo siguiente: "Con objeto de valorar algunas obras de mejora en su vivienda, solicitamos acceso a la misma, el próximo lunes 18 de julio, en horario de 10 a 13 horas".