El reloj marca las 00.00 horas de la madrugada. A partir de este preciso instante, entra en vigor el nuevo real decreto de ahorro energético aprobado por el Gobierno a principios de este mes, aunque los comercios e instituciones no tienen la obligación de apagar sus escaparates y fachadas hasta las 22:00 horas de este miércoles. "Mira, todo esto a partir de ahora va a tener que estar apagado por lo del ahorro de la energía", dice una señora a otra mientras pasean por la Gran Vía de Madrid.
Recorriendo una de las principales calles de la capital cuesta encontrar algún comercio que haya cumplido en la víspera de la primera noche de apagón y haya dejado sus escaparates en plena penumbra. La imagen es la misma que la de cualquier madrugada: carteles luminosos, luces del interior de las tiendas encendidas y maniquís alumbrados con grandes focos desde el interior de los establecimientos. Si bien es cierto que algunos sí han sido más obedientes y se han sumado a las nuevas medidas del Gobierno de Pedro Sánchez, aunque han sido minoría. De hecho, a expensas de conocer si las grandes firmas se sumaban al apagón o no, la realidad es que la mayoría de ellas, que ocupan varias plantas de los edificios de la Gran Vía, han permanecido con sus fachadas y escaparates encendidos durante la madrugada.
Los que sí han acatado la normativa, aunque sin sorpresa, han sido los edificios ministeriales del Gobierno de España. Bajando Gran Vía y girando a la derecha hacia la calle San Bernardo, se apreciaba alrededor de las 00:30 horas la fachada del Ministerio de Justicia completamente apagada. Misma imagen la que se podía ver también en el Ministerio de Interior y el Ministerio de Educación, ubicados en la calle Sevilla. También se han adelantado otros edificios dependientes del Ejecutivo, como es el caso de Casa Ámerica o el propio Banco de España, que a diferencia de cómo suele apreciarse durante la noche, en esta ocasión dejaba su fachada en completa oscuridad.
Sin embargo, la imagen más característica que ha dejado la primera noche de apagón en la capital ha sido el poder ver reflejado a través de los edificios la guerra abierta entre Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso. La Comunidad de Madrid ya insistía este martes en la "inconstitucionalidad" de este nuevo plan que, tal y como afirmaban desde el gobierno regional, chocaba con algunas leyes autonómicas. Es el caso por ejemplo de la Ley de Libertad de Horarios Comerciales de la Comunidad de Madrid, que permite a algunos establecimientos la apertura durante las 24 horas.
Por ello, bajando por la calle Preciados hacia la Puerta del Sol, se podía ver ya a lo lejos la sede del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso completamente iluminada. De hecho, no ha sido el único edificio dependiente del gobierno regional que no ha acatado en la víspera del apagón. Del mismo modo, la Consejería de Medioambiente también ha mantenido su fachada encendida durante la madrugada.
Otra de las imágenes más llamativas de la madrugada ha sido la de los edificios dependientes del Ayuntamiento de Madrid completamente apagados. El alcalde de la ciudad, José Luis Martínez Almeida, ya anunció este martes que el Consistorio cumpliría y aplicaría las medidas del decreto, aunque al mismo tiempo apoyaba que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunciara la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional. No obstante, y a pesar del apoyo público a la líder de la región, Almeida ha acatado las órdenes del Ejecutivo y a las 00:00 horas ha procedido al apagado tanto del propio edificio del Ayuntamiento de Madrid, como de otros dependientes de su gestión, como es el caso del Área de Gobierno de Obras y Equipamiento y el Área de Gobierno de Hacienda y Personal.
Disparidad de opiniones
Al igual que ha existido disparidad en los locales a la hora de proceder o no a aplicar la normativa en la víspera , la contraposición de opiniones también se encuentra a la orden del día a pie de calle. "Es una buena medida, aunque no creo que sea suficiente", cuenta a EL ESPAÑOL una chica acompañada de un grupo de amigas. "No tiene sentido que los escaparates se mantengan encendidos, aunque creo que es momento para considerar si tenemos suficientes farolas y si están bien repartidas. Como mujer me da más seguridad esa luz que la de los escaparates", añade.
Sobre la oposición entre los edificios y locales que han acatado las normas en la víspera y los que no, la opinión al respecto no varía mucho entre los ciudadanos. La mayoría consideran que se deberían de poner de acuerdo y que, en caso de acatar al real decreto, tendría que ser una medida que perdurase en el tiempo.
Las claves del plan
El plan de ahorro energético, aprobado a principios de agosto, tiene como principal objetivo el cumplimiento de los compromisos europeos derivados de la guerra en Ucrania. Con el precio de la luz, la gasolina y el gas disparado, la nueva iniciativa propone diversas soluciones para reducir el gasto de energía en todo el territorio español. Por ello, desde esta misma madrugada y hasta el próximo 1 de noviembre, se limitará a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano y a 19 grados la calefacción en invierno, además de proceder al apagado de luces de escaparates y edificios oficiales a partir de las 22:00 horas de este miércoles.
Entre otras medidas, los locales también estarán obligados a instalar un sistema de cierre de puertas, para evitar que queden abiertas, y a informar a los ciudadanos sobre las nuevas medidas de ahorro a través de carteles en la entrada de los establecimientos. Solo se salvan de la nueva normativa las peluquerías, lavanderías, gimnasios, hospitales y centros educativos.
En cuanto a la limitación de la temperatura en verano y en inviero, estarán obligados a cumplir la normativa los edificios administrativos, locales comerciales y culturales, restauración e infraestructuras de transporte.
Multas de 60.000 euros
Para todos aquellos que no cumplan la nueva normativa, tendrán que hacer frente a unas sanciones que oscilarán entre los 60.000 y los 100 millones de euros. Algunas decisiones como no apagar los escaparates o no cerrar las puertas de los establecimientos serán consideradas a partir de ahora como infracciones leves. La máxima sanción será para casos en los que se desarrollen infracciones "muy graves", que serían precedidas por advertencias previas.
Sin embargo, tal y como confirmó este martes la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, aquellos espacios públicos que no cumplan la normativa contarán con un margen para reconsiderar su decisión, sin llegar a ser sancionados por el momento. En el caso de que pasados los días no se haya rectificado, será el propio Ejecutivo el encargado de contactar con la comunidad autónoma infractora para obligar al cumplimiento del plan y plantear, si no, un conflicto de competencias negativo.