El bar La Oficina 28 empezó a arder en torno a la una de la madrugada de este martes tras una fuerte explosión que se oyó en buena parte del barrio madrileño de Carabanchel. Poco después, los servicios de emergencia atendían a dos personas por fuertes quemaduras. Lo que en un principio parecía una explosión de gas parece tener un trasfondo más oscuro.
Las dos personas atendidas son Daniela y Tito, vecinos del barrio, de 23 y 19 años, respectivamente. Ella se encuentra ingresada con pronóstico grave en el Hospital de la Paz. Asimismo, ambos están bajo custodia policial por ser los principales sospechosos de provocar el incendio. Varios testigos han indicado a la Policía que habían amenazado a los dueños del local con quemarlo y luego se les vio merodeando por la zona, encapuchados.
Este periódico ha podido contactar con Héctor, el hermano mayor de Daniela, que sospecha que los hechos son bien diferentes. Para empezar, indica que Daniela y la dueña del local eran buenas amigas, y que su hermana frecuentaba el bar. Por tanto, descarta que su hermana amenazara a nadie. Asimismo, asegura que “había una tercera persona implicada”.
“Hemos hecho una pequeña investigación y, para mí, le dieron dinero a los tres chavales, entre ellos mi hermana, para que le prendieran fuego al local y así poder cobrar el seguro. ¿Qué pasó? Que no saben manejar combustible y no saben lo peligroso que puede llegar a ser. La peor parte se la llevó Daniela. Tiene el 95% del cuerpo quemado, está totalmente calcinada. No sé cómo está viva todavía”, asegura Héctor en conversación telefónica con EL ESPAÑOL.
“La dueña iba a cerrar [el bar]. Estaba programado para cerrar ahora en octubre. ¡Incluso nos habían pedido trabajo a nosotros! Somos hosteleros y vamos a abrir ahora un nuevo local. Mi madre les decía que aguantasen. Y ella llegó a decir que estaba apunto de quemarlo para cobrar el seguro”.
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Según ha podido saber EL ESPAÑOL a través de diferentes testimonios, la dueña del negocio responde al nombre de Laura O. Contactada por este periódico, la mujer no ha querido dar declaraciones. No ha dado señales de vida desde el suceso, ni se la ha visto por el barrio. Asimismo, una amiga cercana que frecuentaba el local ha declinado hablar.
Un bar conflictivo
El negocio era conocido en el barrio por su alto nivel de conflictividad. En torno a ese bar se movían drogas y personas conflictivas, según los vecinos consultados. El local cambió de manos hace cerca de nueve meses. La noche del lunes, la de la explosión, el local estaba cerrado, según varios testigos, aunque era habitual que bajaran la verja con personas aún dentro y aquello se alargara hasta altas horas de la madrugada.
En torno a la una de la mañana ocurrió el suceso y se movilizaron los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, que comprobaron que continuaba la fuga de gas, que había provocado un incendio posterior. Los bomberos procedieron a controlar la fuga hasta la llegada de los técnicos de la empresa suministradora del gas que cortaron el suministro.
Los servicios sanitarios atendieron a Daniela, que fue trasladada al citado hospital madrileño. Dos horas más tarde fue localizado Tito en su domicilio que había resultado herido igualmente con quemaduras en gran parte de su cuerpo y que fue llevado en estado grave al hospital de Getafe.
Los bomberos procedieron a sanear el local, que ha quedado completamente destrozado, mientras que agentes de la Policía Nacional inspeccionaban el lugar para investigar las circunstancias de la explosión, que afectó a varios vehículos.
“Me duele mucho que estuviese ahí metida, que se haya relacionado con esta gente y que por una pequeña cantidad de dinero se haya jodido la vida para siempre. si se recupera va a pasar una temporadita mala. Y a ver la dueña qué nos dice”.
Según Héctor, el móvil de Daniela puede arrojar luz sobre este suceso que guarda todavía numerosas incógnitas.
Sin embargo, la sospecha de un ajuste de cuentas o de una pelea amorosa sigue planeando sobre este local y la Policía no da ninguna teoría por descartada. Sin ir más lejos, el pasado 25 de julio, un exnovio de la dueña estrelló un coche robado contra la fachada, sin llegar a traspasar las puertas.
“También amenazó con quemar el local y dijo que no le importaba matar a los que estuviesen ahí. Se lo dijo a mí hermano por teléfono”, asegura Héctor respecto al sujeto en cuestión. se espera que en los próximos días se vaya aclarando este peculiar suceso.