Y la polémica volvió a Tordesillas. Tras dos años de parón por la pandemia, el festejo del Toro de la Vega se vuelve a celebrar en esta localidad vallisoletana, aunque de una forma muy distinta a la tradicional. El torneo tendrá como máximo 50 participantes y no se podrá matar al animal. En cambio, al toro se le clavarán unas divisas, con un nuevo punzón de unos 8 centímetros que evita la sangre hacia el exterior. El astado podrá recibir un máximo de siete antes de decidir el ganador.
Pese a que este festejo ya no le cuesta la vida al animal desde un decreto de 2016, el Ministerio de Derechos Sociales de Ione Belarra ha solicitado a la Fiscalía que adopte medidas para que se paralice el festejo en su totalidad, al entender que, según sus nuevas bases reguladoras, podría derivar en un delito de maltrato animal.
Y, del lado de la polémica, está Vox. El grupo municipal Vox Tordesillas presentó el pasado martes una moción para conseguir que se vuelva a lancear al animal hasta la muerte. Esto iría en contraposición del Decreto Ley aprobado por la Junta de Castilla y León en 2016, que afirma que “aquellos festejos en los que se utilicen reses de lidia para el ocio y recreo de los ciudadanos deberán ser considerados, encierros, vaquillas, capeas, probadillas o concursos de cortes” y en ningún caso pueden terminar con la muerte del astado. El alcalde de la localidad, Miguel Ángel Oliveira, indicó que la propuesta de Vox “llega tarde y está fuera de lugar”.
Así pues, se espera que el martes que viene se celebre este festejo envuelto de polémica, aunque en su nueva versión. El vencedor será quien coloque la divisa en la espalda del toro, entre el morrillo y el brazuelo.
El torneo del Toro de la Vega se celebró en 2016 por primera vez sin muerte, de acuerdo con la normativa ya vigente, bajo la denominación del Toro de la Peña, y consistió en una suelta del animal por el mismo recorrido de costumbre pero sin ninguna modalidad de concurso que ahora, una vez cerrado el procedimiento judicial, recuperará su denominación de siempre con otras reglas.
En 2017, 2018 y 2019 se celebró esa suelta, interrumpida en 2020 y 2021 por la pandemia y el próximo 13 septiembre, en el marco de las fiestas patronales de la Virgen de la Peña, Tordesillas pretende celebrar con la antigua denominación pero ya con las normas nuevas.
El Ministerio, en contra
Pese a todo, el escrito del Ministerio ha sido presentado este jueves en la Fiscalía de Medio Ambiente por la secretaria de Estado para la Agenda 2030, Lilith Verstrynge, y el director general de Derechos de los Animales, Sergio García Torres. La Dirección General de Derechos de los Animales insta a la Fiscalía a que se establezcan medidas cautelares para la no autorización de torneo el próximo martes 13 de septiembre.
En el texto, el Ministerio de Derechos Sociales alega que sus nuevas bases contravienen el Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de Castilla y León ya que, aunque ya se prohíbe dar muerte en público al animal, permiten clavarles arponcillos con punzones, lo que estima que supone además un delito de maltrato animal.
El Ministerio de Derechos Sociales recuerda que el citado reglamento establece que "en todos los espectáculos taurinos populares queda prohibido herir, pinchar, golpear, sujetar o tratar de cualquier otro modo cruel a las reses, así como darles muerte en presencia del público".
Lilith Verstrynge ha señalado que en el torneo se permiten "lanzas que generan heridas en el animal, que en muchas ocasiones pueden incluso perforar órganos vitales y generarle la muerte".
"Tordesillas ahora está gobernado PP y Vox pero da igual quién gobierne porque la realidad que estamos viendo cada día en nuestro país es que las plazas de toros se vacían y lo que no podemos es seguir subvencionando con dinero público unos festejos que cada vez tienen menos apoyo popular", ha indicado la secretaria de Estado.
"Según nuestro punto de vista España va muy por delante de estos festejos y creemos que unas fiestas populares felices pueden ser con música, baile y deporte pero no tienen por qué ser con maltrato animal".
El Supremo lo prohíbe
Fue en diciembre de 2016 cuando el Tribunal Constitucional decidió por unanimidad no admitir el recurso del Ayuntamiento de Tordesillas contra la ley autonómica de Castilla y León que impedía la muerte en público del Toro de la Vega.
La ley de Castilla y León, aprobada la primavera de ese año, prohíbe la muerte de cualquier astado en festejos taurinos populares y tradicionales, incluido el Toro de la Vega, aunque no lo menciona de forma expresa.
Esa norma regional era contraria al reglamento municipal, lo que llevó al Ayuntamiento de Tordesillas a acudir al Constitucional para defender y preservar "la integridad y pureza tradicionales el festejo". Tras el 'no' de esta sala, acudieron al Tribunal Supremo, que también rechazó su recurso y acabó con la muerte del Toro de la Vega.
Pese a todo, el festejo sigue levantando ampollas entre los sectores animalistas. El pasado 19 de agosto PACMA inició una recogida de firmas contra el Torneo del Toro de la Vega de Tordesillas. En su opinión, se ha regulado "un nuevo y cruento espectáculo, para volver a mostrar al mundo cómo se tiñe de sangre y maltrato la Vega de Tordesillas". Ya han presentado a la Junta de Castilla y León 74.000 firmas.
El evento no se celebraba como tal desde el año 2016 tras la aprobación de un Decreto precedido por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que prohibía dar muerte al animal.
Sin embargo, este año Tordesillas volverá a celebrar el Torneo del Toro de la Vega con una nueva regulación que hiere al animal. "Tras más de seis años, el Ayuntamiento de Tordesillas pretende volver a celebrar el torneo, cuya regulación permitirá a los lanceros clavar al animal hasta siete divisas, mediante punzones y dobles arpones", apuntan.