Hace unos meses una vecina de Villacarrillo vio a Ginés arrancando unos carteles con la foto de Ibrahima Diouf: un temporero senegalés, desaparecido el 5 de enero de 2021 en la campaña de la aceituna de esta localidad jienense, de poco más de 10.500 habitantes, que se vanagloria de tener la cooperativa de aceite de oliva más grande de Europa –Nuestra Señora del Pilar-. Tal situación llamó mucho la atención de esta mujer porque Ibrahima había trabajado para Ginés: un empresario agrícola que ya en 2013 fue detenido por la desaparición de Tidiany Coulibaly, un jornalero maliense, de 22 años, del que jamás se volvió a saber nada.
"Cuando pusieron las fotos del segundo chico desaparecido, colocaron algunas en la fachada de la casa de la madre de Ginés y él quitó los carteles de toda la calle: iba cabreado", tal y como explica esta vecina a EL ESPAÑOL desde el anonimato. "Le dije a Ginés que no quitase los carteles y nos pusimos a hablar, entonces me dijo que el primer desaparecido estaba en otro país, pero eso no es cierto". Esta buena mujer dice la verdad: al maliense Tidiany Coulibaly y al senegalés Ibrahima Diouf se los tragó la tierra después de recoger la aceituna para Ginés: un empresario agrícola de Villacarrillo, de 53 años, que vuelve a estar en la diana de la Guardia Civil.
Este lunes, la Unidad Central Operativa (UCO) tomó la cochera donde Ginés guarda su tractor y el todoterreno, cerca de la avenida de Andalucía. Los agentes también se desplegaron en la casa donde aloja a los temporeros en la calle Guerrilleros Hermanos Uribe. La UCO llevaba cocinando el registro desde enero de 2021, cuando fue denunciada la desaparición del senegalés Ibrahima Diouf. Así lo asegura esta mujer que pide anonimato a este diario porque es una testigo con la que habló la Guardia Civil al inicio de su investigación: "Los secretas me pidieron las grabaciones de las cámaras de seguridad de mi negocio tras la Navidad de 2021".
- ¿Qué motivo le dieron los agentes que visitaron de paisano su negocio para solicitar las grabaciones?
- Testigo: Solo me dijeron que había desaparecido otro chico. Desde entonces no podía abrir la boca porque era una cosa que llevaban investigando más de un año. Supongo que pedirían las grabaciones de más negocios de la zona. Hay un mogollón de agentes en la casa donde Ginés alojaba a los temporeros porque tiene un pozo que están registrando.
Un portavoz de la UCO confirma que un equipo de buzos, este jueves, seguirá analizando el pozo que hay en el patio de la casa de la calle Guerrilleros Hermanos Uribe. También proseguirán las labores con perros y con un georradar para realizar una prospección de todo el suelo del citado inmueble, así como del garaje del agricultor, con el objetivo de escudriñar el subsuelo con ondas electromagnéticas que puedan determinar si hay restos del enterramiento de algún cuerpo.
"La investigación está centrada en la búsqueda del segundo temporero, pero eso no quita que se realicen pesquisas que arrojen luz sobre el primer temporero desaparecido porque son casos idénticos", según explica el portavoz de la UCO, en alusión a las misteriosas desapariciones del maliense Tidiany Coulibaly, ocurrida el 17 de diciembre de 2013, y del senegalés Ibrahima Diouf, el 5 de enero de 2021.
EL ESPAÑOL ha contactado con Ginés para conocer su versión sobre la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO). En la primera llamada, el empresario agrícola, bastante nervioso, ha negado su propia identidad, asegurando al periodista que "se equivoca de persona", pero en la segunda llamada ha arremetido contra los medios de comunicación, así como contra los inmigrantes que desde hace años acuden a sus tierras y a otras fincas de la localidad para hacer la campaña de la aceituna: uno de los motores de la economía de Villacarrillo.
Periodista: ¿Ginés?
Ginés: Hombre, si es mi amigo el periodista. Dime, dime.
Periodista: ¿Está más tranquilo?
Ginés: Yo estoy tranquilo. Tengo la tranquilidad que me da el no haber hecho nada porque todo esto lo estáis liando vosotros. Tienes prácticamente sesenta segundos para preguntarme lo que quieras. No voy a perder tiempo con una rata, una rata sinvergüenza como sois los periodistas.
No tenéis vergüenza ninguna. ¿Vale? Porque lo que estáis haciendo con mi familia y lo que estáis haciendo conmigo: no tenéis vergüenza, sois unos vendidos, unos vendidos a toda la mugre esta que viene de fuera, no os importan los vuestros, porque yo, te joda o no te joda, soy de los tuyos, y tú eres de los míos.
Lo que estáis haciendo allí por vender unos renglones de prensa es no tener vergüenza ninguna. ¿Por qué no esperáis a que se vea si esa es la casa de los horrores y entonces os pronunciáis? ¿Por qué tenéis que hacer esta sangría? ¿Por vender un poco? Pero no os da vergüenza. Dime. Contesta. ¿No sabes contestar? ¿No te da vergüenza?
Periodista: Le estoy escuchando con toda la educación del mundo. No le he insultado. Lo único que estoy intentando es conocer su versión sobre la investigación de la Guardia Civil.
Ginés: Cuelga el teléfono.
La UCO ha confirmado a este diario que el cribado del garaje y de la casa de Ginés acabarán este jueves. El Juzgado de Instrucción número 1 de Villacarrillo deberá valorar si el barrido para buscar restos biológicos de los dos africanos se extiende a los terrenos con olivares que tiene Ginés en las fincas de El Molinillo y La Moratilla.
De momento, el empresario agrícola asiste a las inspecciones en calidad de investigado. Y una vez más, Ginés ha recurrido al abogado Leopoldo Rubiales: el mismo que le defendió en 2016 cuando fue absuelto de la desaparición forzosa del maliense Tidiany Coulibaly. En aquella ocasión, Ginés se enfrentaba a penas de 16 a 24 años después de que la unidad canina de la Guardia Civil rastrease la finca de La Moratilla.
La perra Dzana encontró las orejeras con las que Tidiany se protegía del frío cuando recogía aceituna. Por su parte, Elton, el can especialista en detectar cadáveres y que localizó el cuerpo de Diana Quer, se paró y marcó uno de los olivos. No se halló el cuerpo del maliense y no hubo delito de desaparición forzosa: la Audiencia Provincial de Jaén solo condenó a Ginés por delitos contra los trabajadores por explotación laboral, contra la Administración de Justicia, y por defraudación de fluido eléctrico.
Las penas de cárcel impuestas al empresario sumaban dos años y medio y las multas 11.400 euros. Esta sentencia puso punto y final a uno de los episodios más turbios de la historia de Villacarrillo porque decenas de africanos se movilizaron en las calles denunciando el asesinato de su compatriota: Tidiany. Nueve años después, los vecinos reviven aquella pesadilla con la investigación de la Guardia Civil sobre el paradero del senegalés Ibrahima. Unos creen en la inocencia de Ginés y otros sospechan que está detrás de las desapariciones de los dos jornaleros africanos.
El pueblo está dividido con el hijo de 'Los Correas': un empresario agrícola que antes de ganarse la vida en el campo, también trabajó poniendo tapas en el bar familiar 'Vivir sin dormir'. Los vecinos de Villacarrillo consultados por este diario definen a Ginés como "un tipo normal", "sensato", "coherente", "educado", "meticuloso" y "un poco solitario".
La rutina de este empresario que goza de una buena posición económica, se reduce a cuidar de sus fincas, "salir a caminar", "hacer deporte", "estar con sus dos hijos", "hacer la compra con su mujer, una empleada en una notaría", o "tomarse algo con otros agricultores, ya sea una cerveza o un café". Pero la UCO cree que hay algo más detrás de Ginés: ese tipo delgado y con gafas, con un carácter aguerrido como su madre.
Un portavoz de la Unidad Central Operativa tacha de "idéntico" el caso de la desaparición del senegalés Ibrahima, en 2021, respecto al del maliense Tidiany, en 2013. El motivo se debe a que el rastro de los dos temporeros africanos se perdió tras mantener supuestas desavenencias por las condiciones laborales con su capataz: Ginés V. L.
Así lo corrobora el senegalés Mussa, sin poder quitarse de la cabeza la última conversación telefónica que mantuvo el 5 de enero de 2021 con su hermano: Ibrahima. "Me llamó sobre la una de la tarde y me dijo que iba a venirse conmigo a Cartaya a recoger naranjas. Su última palabra cuando hablábamos fue: 'ya viene mi jefe para cobrar'. Cuando cobrase, él compraría un billete de autobús y me volvería a llamar para decirme que estaba en camino". Pero esa llamada desde el bus nunca se produjo. "Ese día le llamé dos veces y el teléfono ya lo tenía apagado", tal y como prosigue Mussa. "La última persona con la que habló Ibrahim fue su jefe", insiste. "Le tenía que pagar dinero, pero no me dijo cuánto".
- ¿Por qué se quería marchar su hermano de Villacarrillo?
- Mussa: Me dijo que estaba trabajando demasiado y no cobraba un duro. Echaba nueve horas en la aceituna por 45 euros. Se quería venir conmigo a trabajar a Huelva. Era la primera vez que trabajaba en Villacarrillo, llevaba menos de dos meses trabajando allí. Me contaba que no se sentía bien, trabajaba mucho, no podía descansar, no tenía dinero, y no le gustaba porque solo trabajaba, comía y dormía.
Me dijo que cuando pudiese iba a hablar con su jefe porque estaba engañando mucho a la gente. Mi hermano es una persona muy buena y limpia: no quería problemas. Estaba trabajando sin papeles y no podía denunciar.
- ¿En qué engañaba supuestamente el capataz a los temporeros?
- Mussa: Con las horas. Mi hermano me dijo que cobraba menos dinero del que le habían prometido.
Este ciudadano senegalés atiende a EL ESPAÑOL desde Mallorca donde trabaja en un hotel. Mussa reside a cientos de kilómetros de Villacarrillo, pero explica que está en contacto con la Guardia Civil para conocer el desenlace de la investigación que trata de dar con el paradero de su hermano: un treintañero, apasionado del fútbol, y que en 2018 se jugó la vida en una patera para llegar a Canarias, con el objetivo de buscar trabajo en España para enviar dinero a su mujer y su hija, de 7 años.
Ibrahima se buscó la vida en Tenerife, luego viajó a la Península para romperse el lomo como temporero agrícola, primero en Huelva, y después en Villacarrillo: su último destino antes de desaparecer. "Le estuve llamando, no respondía, llamé a familiares y a los amigos con los que se marchó a Jaén y nadie sabía nada de mi hermano". Uno de esos amigos finalmente denunció su desaparición y la Guardia Civil le está buscando desde enero de 2021. "Su mujer y su hija han llorado mucho", lamenta apenado su hermano
- ¿Dónde cree que está su hermano?
- Mussa: En la familia pensamos que está muerto.