Álex Alcaide, delantero del CE Europa femenino B, entrena con sus compañeras.

Álex Alcaide, delantero del CE Europa femenino B, entrena con sus compañeras. D. D.

Reportajes

La vida más allá del fútbol femenino de Álex: el delantero trans que ganó 23-0 trabaja como monitor

El futbolista catalán ha sido asediado en las redes sociales por ser un hombre trans jugando con mujeres. Valentina Berr, mujer trans, le defiende.

29 octubre, 2022 02:38

Es mala amante la fama y no va a quererte de verdad.
Es demasia'o traicionera y, como ella viene, se te va.
Sabe que será celosa, yo nunca le confiaré,
si quiere' duerme con ella, pero nunca la vayas a cazar.

Álex Alcaide camina por el centro del campo del Nou Sardenya de Barcelona este miércoles. Al delantero le acompañan un reportero y Nany Haces, coordinadora de los equipos femeninos del CE Europa. Ha sido el gran protagonista de la semana y van hacia una nueva sesión de fotos. Justo cuando llega a la medular se encuentra con su preparadora física, que le abraza y le canta 'La Fama' de Rosalía. Ríen todos y el delantero del filial femenino del Europa asegura, con una sonrisa, que se acabó; ya ha avisado de que esta es su última entrevista.

La polémica salió de Twitter y llegó hasta el trabajo de Álex, monitor de tiempo libre. Su imagen lanzando a portería en la goleada de su equipo ante el CD Pujadas desató una oleada de comentarios e insultos y abrió el debate sobre dónde y cómo debían competir las personas trans.

[Álex, delantero del Europa femenino tras ganar 23-0: "Mientras en mi DNI ponga una 'F', jugaré con ellas"]

Muchos aseguraron que Álex era un hombre cis que se sentía mujer para aprovecharse de sus capacidades físicas en la competición. La realidad es que el delantero del Europa es un hombre trans, cuya transición comenzó hace tres años. La semana ha sido complicada, pero él se lo ha tomado de la mejor manera posible: "Twitter no es la realidad".

"Al final sacas aprendizaje de todo. También la fortaleza de cómo afrontar las cosas —señala el delantero—. En otro momento no me veía tan fuerte como ahora y me lo podría haber tomado de otra manera. Igual me pilla en otra semana u otro mes y me destruye. Ahora mismo estoy fuerte y me ha enseñado que estoy en un club increíble. Eso al final te da una lección de decir: no todo el mundo es malo".

Álex, riéndose con la 2 entrenadora en la charla previa al entrenamiento de este miércoles.

Álex, riéndose con la 2 entrenadora en la charla previa al entrenamiento de este miércoles. D. D.

El día a día de este delantero es el fútbol. Es su burbuja, lo que le hace estar bien y sentirse feliz. También, claro está, lo que le enfada, que el fútbol es pasión, él es del FC Barcelona y su ídolo siempre fue Xavi Hernández. Se acaba de enterar de que el Inter de Milán ha ganado y su equipo jugará la Europa League. "Estoy llorando ya", bromea.

Pero no sólo apoya al equipo masculino, también por supuesto al femenino. "Me jode tanto —la eliminación de Champions— como que el femenino no gane la Champions", apunta en la que será su última entrevista. "Si veo a Alexia Putellas se me cae todo... Dos balones de oro...".

La semana ha sido extraña para este delantero, al que se le da bien buscar los espacios —por su velocidad— y ganar en el cuerpo a cuerpo. No ha sido por lo ocurrido en el terreno de juego, sino por lo que se ha expuesto sobre él en las redes. Álex es monitor de tiempo libre y el martes llegó a trabajar como cualquier otro día. No esperaba que nada perturbase su rutina, pero la noticia llegó a TikTok y los niños lo vieron. "Me preguntaron si era yo el delantero del Europa y si había marcado 23 goles".

Tuvo que explicárselo a los chavales, marcó sólo 2. "Fueron muy respetuosos", apunta el monitor catalán de 25 años. "No se han metido conmigo, no me han juzgado. Simplemente les ha sorprendido que un monitor que llevan viendo bastante tiempo salga ahí: qué ha pasado, ¿has metido los 23?… Les explicas la situación y ellos lo entienden y se queda ahí el asunto, no va más allá".

Las críticas le han llegado a él, pero también a la Ley Trans aún por aprobar. Él aún duda sobre si se aprobará o no. "No lo sé, vamos para atrás en vez de para adelante. Pero igual lo soluciona. El hecho de facilitar el cambio a las personas trans... Claro, es que al final jugamos en parte porque nos sentimos obligados. Juegas en un femenino porque en parte no has podido transicionar antes. Al final vamos tan tarde que pasan estas cosas".

Su familia también ha sido consciente del revuelo. Sus padres le han apoyado en todo siempre y únicamente le han advertido de que ande con cuidado por la exposición mediática.

Esta semana, el filial del Europa femenino no tiene partido. Mejor, porque la semana está siendo muy mediática y podría alejarles del foco: el ascenso de categoría. Están tan centrados que sólo ver al fotógrafo durante el entrenamiento parece mosquearles. "Álex, ¿hasta cuándo dura la sesión de fotos?", le grita la preparadora física mientras él se ejercita con sus compañeras. 

Una semana complicada

Todo el club ha preguntado por Álex esta semana. ¿Cómo está? "Estoy bien. Se ha generado lo que se ha generado, pero no le doy más importancia. Si me centro en lo que dicen, viviríamos todos agobiados. Ellos no tienen otra cosa que hacer que ponerse a criticar cualquier mínima cosa", responde.

Álex

Álex

Sus compañeras de equipo le han dejado claro que tiran para adelante con él. También su entrenadora, que ha querido dejar el tema fuera de los entrenamientos, más allá de mostrar su apoyo a Álex en la charla del lunes. "Ellas me han dicho que sabemos cuál es el objetivo real y vamos a por él. Me han dicho que no te frene en lo que queremos hacer porque no estamos haciendo nada malo. Eso me hace tomármelo aún más tranquilo", expone.

El Europa femenino cuenta con otro caso similar al de Álex en el equipo femenino juvenil. Nil es un chico trans que compite con ellas y ambos han hablado de lo ocurrido. "Vino y me dijo: eres un crack. Al final estoy hablando por un colectivo que se me queda muy grande. Yo hablo desde mi experiencia y desde lo que yo he vivido. No puedo dar voz a un colectivo, pero si mi experiencia puede ayudar a alguien, pues me quedo con eso y el objetivo no es creerme nadie. Que esto le llegue a alguien y que esa persona no tenga miedo. Soy así y no tengo miedo a decirlo ni a nadie".

Álex no se considera ningún valiente por haber enfrentado al toro mediático. "La vida te pone estas cosas, pero no me lo planteé. Me dijeron si quería hacerlo y dije: necesitamos que se le dé voz. Así que dije: vamos a aprovechar la oportunidad que nos da. Si no lo hubiese hecho habría sido igual de valiente".

No ha permitido que nada le afecte al rendimiento deportivo. "Al final mi refugio es el deporte. En el colegio lo pasé mal y con el fútbol se me olvidaba todo. Si dejo que entren en mi zona de confort, irá mal. Pero si al final dejo que esto manche el fútbol, me afectaría y ya no sería un disfrute, sino algo malo".

El equipo y su familia

La entrenadora del filial del Europa zanjó rápido la cuestión. "Ella me escribió antes de venir a entrenar, me dio ánimos y me dijo que estaba conmigo a muerte. Tras el entrenamiento del lunes reunió a todo el equipo y dijo: hablo por parte de todas y para adelante, sabes cuál es nuestro objetivo y vamos a por él. Tengo la suerte de que todos vamos en la misma dirección".

Álex junto a una compañera en el entrenamiento.

Álex junto a una compañera en el entrenamiento. D. D.

Pero esto ha afectado a Álex también en el plano familiar. Él sigue viviendo con sus padres. "Ellos, al verme tranquilo con respecto a los mensajes, lo han vivido bien. Me apoyan, están conmigo y sobre todo me dijeron que tuviera cuidaddo después de la exposición por si alguien quisiera hacerme algo".

Sus padres le han apoyado y han vivido con él todo el proceso de transición. "Fueron los primeros en saberlo después de una amiga. Sabía que eran abiertos, que me habían apoyado en todo siempre, pero ante la situación nueva no sabes. Ellos siempre me dicen que si soy feliz están conmigo. Eso es lo más importante. Si quieres a alguien, lo mejor que puedes hacer es apoyarle".

Sus padres estuvieron tranquilos en el momento en que lo vieron bien. "Es algo duro, obviamente. Sobre todo porque es un cambio notorio y no sabes qué puede decir la gente. Saber que podía empezar mi vida siendo ya quien yo era les dio mucha tranquilidad e hizo que fuera más tranquilo, más normal y mucho mejor".

El CE Europa

Nany Haces es la coordinadora del CE Europa femenino. Ella también ha tenido que responder a muchas preguntas durante la semana. Con una sonrisa atiende a EL ESPAÑOL antes de irse a una nueva reunión. Habla de la pena que le ha causado que los medios se interesen ahora por el club ahora y no por la gran labor que hacen con el femenino. "Somos un club femenino histórico".

Álex pelea el balón con una compañera.

Álex pelea el balón con una compañera. D. D.

Mientras ella responde, entrenar el primer equipo femenino. El nivel es alto, juegan en la Segunda RFEF y apuntan a un nuevo ascenso. Comenta lo ocurrido con el 23-0 del filial, el caso de Álex y cómo no es la primera vez que tienen a un jugador trans en sus filas: Valentina Berr fue clave la pasada temporada en el primer conjunto catalán.

Álex ha sido fichado esta campaña para ayudar en el ascenso del filial de la última categoría a la penúltima. Él ha bajado del escalafón para volver con el Europa la siguiente campaña. No será un obstáculo difícil: mientras el grueso de este equipo lo forman jugadoras del juvenil que compite en máxima categoría, sus rivales pueden ser futbolistas que acaban de estrenarse en este deporte, como le ocurre al CD Pujadas. De hecho, el entrenamiento del Europa es casi profesional y tiene poco que envidiar a uno de Segunda B de categoría masculina.

Nany explica que el revuelo les cogió a todos por sorpresa. "Es una publicación deportiva; nadie lo esperaba". El tratamiento que se le ha dado desde el club al revuelo ha sido el de normalidad. "La gente habla sin tener conocimientos de lo que ocurre".

Actualmente, la ficha deportiva tiene que cursarse según el sexo registrado de la persona. En este caso, Álex aún cuenta con la ya famosa 'F' en el DNI. "Lo hemos comentado durante la semana, no es un tema del Europa, es un tema a nivel federación. Habrá que entrar a regularlo, pero Álex está fichado conforme a reglamento".

Explica que tanto Álex como Nil compiten en categoría femenina porque aún no tienen el cambio de sexo. "Luego, seguramente, tendrán que competir en categoría masculina". El caso contrario lo tenían el año pasado en el primer equipo. "Valentina, al tener el cambio de sexo, también se inscribía como cualquier otra mujer".

Nany asegura que ninguno de los jugadores trans ha marcado la diferencia. Los resultados vienen porque están "en un equipo con mucho nivel". De hecho, apunta que está muy contenta del apoyo recibido por el resto de clubes. "Muchos nos han dicho que en su equipo también pasa".

Sobre la polémica de por qué jugadores que están transicionando compiten en el deporte femenino, Nany habla claro. Piensa que la sociedad está cambiando. "Es un tema que hemos hablado. El debate de la foto, los que se han sumado, no saben qué es el fútbol femenino ni lo fuerte que están ahora las jugadoras de fútbol femenino. No necesitamos comentarios racistas, ni homófobos ni nada. La gente que entre a debatir, que se preocupe por el fútbol femenino. Ojalá la gente hablara con criterio y pudiéramos entrar a debatir, pero no han visto el partido. Álex no fue decisivo".

Nany Haces en el banquillo del CE Europa.

Nany Haces en el banquillo del CE Europa. D. D.

"No es un caso aislado lo que está sucediendo", apunta Haces. "Se ha acogido con todo el respeto, pero habrá que entrar en un debate de cómo afecta a la competición y cómo vamos a regularlo. Es una cosa que no se daba antes y no se había entrado a valorar si pasara. Hay que buscar la manera de que sigan compitiendo sin… No es amañar, porque no lo es, pero la gente habla de por qué si no está permitido hormonarte en natación, por qué lo va a estar en el femenino. Vale, pues hay que hacer unas bases y ver cómo les pesa esto y en qué momento van a hacer el cambio".

Habla del caso concreto de Álex. "Él siempre dice que ojalá hubiera podido hormonarse antes. Cuanto antes lo puedan ir haciendo, mejor. Lo mismo así en juveniles están ya compitiendo con chicos. Entonces ya se acabó la historia. Es poder hablar abiertamente de lo que está sucediendo ahora. No solo pasa en el Europa, esto está pasando en muchos clubes".

Haces pide más atención para el fútbol femenino y menos hablar sin conocimientos. "Esto no cambia el plan de partido, ni nos ha cambiado nada. El fútbol femenino es mucho más que eso, ojalá la gente se anime a verlo y a venir y ver que esto es atractivo, haya o no haya trans".

El caso Valentina

El caso de Álex ha sido muy criticado. Sin embargo, lo que trataban de señalar quienes se alarmaron por lo ocurrido fue que era un hombre transicionando a mujer. Era al revés, pero ese caso ya ha dado (y se da) en el fútbol femenino: Alba Palacios y Valentina Berr.

Valentina tiene ahora 29 años. Jugó en fútbol mixto hasta los 14. Luego, a los 15 y a los 16 le tocó estar federada en el fútbol masculino. Lo dejó antes de ser consciente de su realidad trans. "Pensé que lo dejaba porque simplemente no me gustaba el fútbol, porque ya no me sentía bien en ese ámbito. Sin embargo, unos 10 años más tarde, una vez encontré mi sitio y me empecé a encontrar también a mí misma, le di una segunda oportunidad al fútbol femenino, y ahí fue donde sí encontré un espacio del que me sentía parte", cuenta a EL ESPAÑOL.

Valentina durante un CE Europa — Espanyol B.

Valentina durante un CE Europa — Espanyol B. Paula López

Ella ha pasado por las filas del Terrassa FC, Levante las Planas y CE Europa antes de dejarlo definitivamente este verano. "Nadie me obligó a punta de pistola, pero las presiones son tan fuertes que acaban expulsándote a base de desgastarte. Estos meses de retirada al principio supusieron un alivio porque dejé de estar en el foco de las violencias y de la presión, pero tengo que reconocer que todavía no he desconectado del todo, en el mal sentido".

"El motivo principal de mi retirada ha sido la transfobia que he sufrido a través de la presión institucional que obliga a algunas mujeres (cis y trans), queramos o no, a someternos a tratamientos hormonales sin calibrar el impacto que tienen en nuestra salud, ni tener ninguna base científica que avale esta medida. Incluso la ONU ha afirmado que “no es compatible con las normas y los principios internacionales de derechos humanos” obligar a las mujeres con mucha testosterona a medicarse para reducir el nivel de la hormona en su cuerpo si quieren competir en las categorías femeninas", apunta.

—¿Cómo ha vivido lo que le ha ocurrido a Álex?

—Lo de Álex lo estoy viviendo con dolor. Es muy injusto y me conecta evidentemente con experiencias traumáticas que no están ni de lejos cicatrizadas. Creo que, más allá de la gente que nos acosa y que vierte todo su odio contra nosotras, hay un profundo desconocimiento generalizado sobre las consecuencias de salud mental que sufrimos las personas que somos masivamente acosadas en redes por nuestra condición, en este caso por ser trans. No es como tener un mal día en el trabajo. Es empujarte a cuestionarte si de verdad vale la pena vivir rodeada de tanta gente que te odia por existir. Por eso creo que es tan importante que las personas disidentes tengamos una red de apoyo sólida que nos reafirme y que nos haga sentir que somos queridas, que debemos existir, que celebran nuestra existencia. No basta con la tolerancia. 

—Las redes sociales criticaron a Álex por ser un hombre trans compitiendo con mujeres cis, pero en realidad lo hicieron porque pensaban que era un hombre cis transicionando a mujer. ¿Qué piensa al respecto?

—Lo vivo con preocupación aunque también pienso que, cuanto más ruido hay, es porque más cerca estamos de derrocar algo. La transfobia no deja de formar parte del odio a la disidencia de las normas del género, el rechazo a aquello que se sale de las normas impuestas que nutren al sistema capitalista y sus violencias estructurales. No creo que tenga sentido ponerse a competir sobre quién sufre más, sino analizar cuáles son las violencias que recibimos y abordarlas de raíz. Creo también que el fútbol femenino es en sí mismo un espacio de disidencia que no está exento de violencia seas como seas: las mujeres teníamos que estar fregando y cuidando a nuestros hijos en vez de jugando a fútbol y, si no hacíamos eso éramos unas marimachos, unas bolleras, unas camioneras. A día de hoy se sigue escuchando todo esto, basta entrar en algunos de los vídeos de Youtube de los partidos de primera división femenina. A mí misma me lo han gritado, ahora sí, en un estadio. En el caso de la transfobia, los argumentos se caen por sí mismos también. Estamos desafiando muchos de los cimientos de la sociedad sobre los que el poder sustenta el orden establecido a nivel económico, social, político y familiar. El deporte es un ámbito más, y lo están aprovechando al máximo para cargar contra nosotras.

—Uno de los argumentos más utilizados para que mujeres trans no participen en competiciones femeninas es ‘el biológico’: mayores capacidades físicas, en general. ¿Por qué  pueden y deben participar las mujeres trans en estas competiciones?

Porque simplemente no es verdad. Las mujeres trans no tenemos mayores capacidades físicas en general por ser mujeres trans. Algunas seremos más fuertes, otras menos, algunas seremos más rápidas, otras menos, igual que también existe esa diferenciación entre mujeres cis. Ya me jodería a mí, con perdón, que siendo una mujer trans tan superior 'tan solo' haya llegado a competir en tercera categoría española. Se presupone que todos los cuerpos asignados 'hombre' al nacer son iguales, y eso no es así. Sin contar que muchas de las mujeres trans pasamos por tratamientos hormonales que nos dejan bastante hechas polvo. Se presupone también que el deporte femenino está hecho específicamente para las mujeres cis, como si ellas fueran las propietarias exclusivas del deporte femenino, las únicas mujeres 'de verdad', y que las mujeres trans somos intrusas que venimos a quitarles el sitio. Como si no hubiera ya diferencias y ventajas competitivas entre las mujeres cis, por ejemplo entre las pobres y las ricas (mejor alimentación, más tiempo de dedicación al deporte, mejor salud mental), las que tienen capacidad de gestar y las que no, o las que viven en países donde se llevan a cabo prácticas violentas sistemáticas contra las personas entendidas como mujeres (tipo la ablación de clítoris, con todas las consecuencias físicas que eso conlleva). Finalmente, que muchos de los argumentos giren en torno a que "los hombres se harán pasar por mujeres para aprovecharse de estas normas" me hace gracia, como si fuera culpa de las mujeres trans que existan hombres que quieran aprovecharse del sistema patriarcal. Que también te digo, rechazar la protección de derechos a las mujeres trans "porque habrá hombres que se harán pasar por mujeres trans falsas" suena a cuando VOX rechaza la ley de violencia machista "porque habrá mujeres que pongan denuncias falsas". Y no es casualidad que estos argumentos se parezcan tanto.

—El otro argumento mayoritario es el de los vestuarios. 

—Pues mira, me habría gustado poderlo vivir con la naturalidad propia de la desnudez, pero no fue posible. Pasé tantos años en vestuarios masculinos sintiéndome violentada sin entender por qué, que desarrollé una especie de rechazo muy fuerte a compartir mi desnudez en espacios compartidos como sí hacen el resto de mis compañeras. El hecho de ser la única mujer trans en esos espacios, unido a los constantes mensajes de odio hacia las mujeres trans en los medios y redes sociales (como si fuéramos depredadoras sexuales y debieran tenernos miedo), me imposibilitó que yo me sintiera a gusto en esos espacios a pesar de tener el apoyo de mis compañeras en todo momento. Supongo que muchas de ellas, como lesbianas o bisexuales, saben de primera mano lo que es que puedan considerarte una amenaza en unos vestuarios simplemente por tu condición sexual. Imagínate lo alejado que está el debate público de nuestra realidad respecto a compartir vestuario con personas cis.

—Valentina, ¿qué puede decir sobre la ley Trans?

—Mira, ayer leía un artículo de Alana Portero, una de mis escritoras de referencia, que en su Patreon (que recomiendo a todo el mundo) decía al respecto lo siguiente y que me representa al 100%. Dice así: 'Estamos destrozadas de tanta espera, tanta furia y tanta violencia gratuita. La ley no me afecta ya en mi proceso legal que está más que solucionado, pero sí a las que vienen detrás y no me puedo desligar de su rabia, como tampoco puedo apartarme de las consecuencias públicas de un debate que nunca ha sido otra cosa que una estrategia de manipulación violentísima. Si fuese posible nos darían caza a todas, ha quedado claro. No es humano vivir con ese ruido de fondo, no es justo tener que defendernos hasta de nuestros propios silencios, no es digno este eterno retorno al sótano de la historia para no soliviantar a poderes de los que no queremos ni necesitamos nada. Estamos exhaustas, estamos con los nervios a flor de piel, reactivas, asqueadas y dedicando todas nuestras fuerzas a esquivar la humillación. Nadie va a devolvernos este tiempo'. Hay una falta de responsabilidad, de humanidad y de altura política enormes, se está jugando con nuestras vidas y se hace sin pestañear en muchas ocasiones, lo cual no me sorprende (aunque eso no reste dolor), viendo el cinismo con el que se ultrajan los derechos de las personas migrantes o refugiadas.

—Esta misma semana, el PSOE ha presentado una tercera prórroga porque tiene dudas en algunos puntos. Uno de ellos es que tras la aprobación del texto legislativo las personas podrán participar en competiciones deportivas simplemente atendiendo a su sexo registral. Esta idea nace a raíz de los cambios en las distintas federaciones y los pronunciamientos del Comité Olímpico Internacional, aunque no es firme aún. ¿Qué opina o qué le aportaría al legislador desde su experiencia?

De aprobarse, no sé qué incidencia podrá tener esta parte del texto teniendo en cuenta el peso que tienen las federaciones y los organismos deportivos sobre estas cuestiones (que muchas veces dependen de instituciones internacionales). Yo invitaría a la clase política a que incluyera en sus políticas protocolos específicos para influir en las decisiones finales que tomen los organismos deportivos, ya no a nivel nacional, sino internacional, para garantizar que no se nos maltrate de esta forma en función de la disciplina deportiva. Hay que garantizar los derechos de todas las personas y, sobre todo, dejar de tomar decisiones tan contundentes (como la prohibición a Caster Semenya en atletismo, o la participación de nadadoras trans de la FINA) sin contar siquiera con bases científicas ni el apoyo de los organismos que velan por los derechos humanos.

Por el momento, los futbolistas seguirán compitiendo según el sexo que tengan registrado hasta que las federaciones digan lo contrario o se adapten a nuevas normativas. El debate continúa abierto. La pelota, mientras tanto, seguirá siendo el refugio de aquellos que como Álex sólo piensan en divertirse y competir sobre el césped.