Suenan tambores de guerra. Miles de productores de naranjas de España, particularmente de la Comunidad Valenciana, han dicho basta. Están hartos de que Don Simón, una de las marcas más importantes del grupo García Carrión, emita cada cierto tiempo campañas publicitarias que, a su juicio, “atacan, desprestigian y humillan” a los citricultores de este país y a sus naranjas frescas “con el afán comercial de alentar la compra de sus zumos industriales”.
La frase del anuncio de Don Simón que ha desatado la contienda, en este sentido, reza lo siguiente, denuncia la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA): “¿Sabía usted que la naranja una vez cogida del árbol va perdiendo propiedades?”. Para esta entidad, que expone a EL ESPAÑOL la indignación de “miles de citricultores”, la campaña de Don Simón “va en contra de todas las explotaciones citrícolas que venden al mercado en fresco y que permiten a España erigirse en el primer país exportador del mundo”.
De ahí que la organización agraria haya decidido, apoyada por miles de citricultores valencianos como Bernardo Ferrer o Alejandro Aparicio, denunciar la campaña a Autocontrol –el organismo independiente de autorregulación de la industria publicitaria en España– con el fin de solicitar su retirada. Esgrimen que “la piel permite conservar la calidad de la naranja hasta que la partes para su consumo”, mientras que “zumos como el elaborado por Don Simón requieren un tratamiento de alta temperatura que afecta a las cualidades organolépticas”.
En este sentido, el termómetro de la indignación de los agricultores valencianos ha subido de temperatura al ver “de nuevo” un spot en el que se ha querido “dejar mal a las naranjas frescas”. “Me indigna que una empresa con esa capacidad sea tan vil y tan rastrera de meterse con los pequeños agricultores, desprestigiando el trabajo y la cultura de la producción y comercialización de las naranjas. Una cultura que nos ha convertido en el país líder en la exportación de naranja en fresco”, dice a este medio, contundente, el productor Bernardo Ferrer (Alcira, 1969).
Lo dice en un tono elevado, irritado, pues se ha sentido “humillado” por la campaña de Don Simón. De hecho, le ha indignado aún más que se haya emitido justo en este momento, cuando está empezando la temporada de venta de cítricos como la naranja. Y aunque no es el único citricultor indignado, que se metan con la naranja fresca es algo que le duele en lo personal.
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Y es que este hombre es heredero de una familia de productores de naranjas que empezó su andadura “a finales del siglo XIX” con su bisabuelo. Y lo hizo en Alcira, un municipio cuya tradición centenaria de producir y comerciar naranjas se remonta incluso a 1517. Por su legado familiar y por sus convecinos y colegas productores, Bernardo deja clara su opinión: “Don Simón no puede usar como reclamo que la naranja se deteriora para ensalzar sus productos. Sería como si yo me metiese con lo que produce un vecino para vender mejor lo mío. Más bien deberían cogernos como aliados a los productores citrícolas antes que tratarnos así”.
La indignación del sector
Pero Bernardo Ferrer no ha sido el único citricultor que ha transmitido a EL ESPAÑOL la “humillación” de ver que una empresa que facturó en 2021 casi 1.000 millones de euros tenga que “hablar mal de la naranja fresca para vender sus productos”. Alejandro Aparicio (Canals, 1973), un citricultor con 25 años de experiencia en el sector y cuatro hectáreas cultivadas en su haber, comparte la indignación con su colega de profesión.
–¿Qué opina de los anuncios de Don Simón que empiezan con la pregunta ¿Sabía usted que la naranja una vez cogida del árbol va perdiendo propiedades??
–Yo me siento indignado porque es una campaña en contra del producto fresco. No entiendo cómo una empresa tan fuerte como Don Simón no se da cuenta de que esa frase no es así. Lo explico: cuando una naranja tiene todas sus propiedades organolépticas es cuando se puede recolectar para que conserven su azúcar y todas sus propiedades. Y, una vez recolectada, al haberse cogida en correctas condiciones, este producto fresco puede permanecer en condiciones perfectas durante 20 ó 30 días siempre y cuando tenga una correcta cadena de temperatura para mantenerlas.
En otras palabras, Alejandro Aparicio argumenta que las propiedades organolépticas de una naranja fresca se mantienen intactas y no comienzan a perderse tras ser cogida del árbol, como defiende Don Simón. Este tipo de frases usadas por la marca de García Carrión, de hecho, han estado en el foco de la polémica en varias ocasiones. AVA-ASAJA explica que no es la primera vez que desde el sector citrícola se acusa a Don Simón de diseñar “campañas publicitarias confusas, algunas de las cuales merecieron la reprobación del Jurado de Autocontrol”.
En 2007, por ejemplo, este organismo de arbitraje extrajudicial obligó a esta firma a eliminar de sus anuncios la referencia a que sus jugos eran “cien por cien naturales”. En 2009, por también, AVA-ASAJA afeó dos provocaciones más: primero que sus zumos “recién exprimidos” tienen más propiedades nutritivas que las naranjas frescas y, en un segundo spot, que resulta más barato adquirir sus tetrabriks refrigerados que comprar los cítricos directamente en la frutería.
Ahora, tras ser denunciados a nuevamente Autocontrol, Don Simón dispone de cinco días, desde este 7 de noviembre, para contestar a la demanda por la nueva campaña.
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Mejor fresco y de temporada
Asimismo, para rebatir la polémica campaña de Don Simón AVA-ASAJA ha advertido, a partir de conclusiones del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), que zumos como el elaborado por Don Simón “requieren un tratamiento de alta temperatura que afecta a las cualidades organolépticas, especialmente al sabor, mientras que el zumo exprimido cuando se va a consumir es más natural”.
Por ello, la organización agraria recomienda el consumo de naranjas en fresco: “El zumo más saludable que se puede tomar es aquel que se exprime al instante con las naranjas frescas. Se puede beber cuándo uno quiere porque la piel permite conservar la calidad de la naranja hasta que se parte por la mitad para su consumo. En cambio, Don Simón especifica que sólo se tienen cinco días para digerir el zumo una vez abierto el tetrabrik, conservado refrigerado y agitado antes de servir”.
Una idea que no dudan en suscribir los productores de naranjas como Bernardo Ferrer o Alejandro Aparicio, quienes defienden, a capa y espada, la consumición de la buena fruta fresca, de proximidad y de temporada. Como lo son las naranjas valencianas que ya están a disposición de los clientes de toda España.
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