Continúa la guerra por vender el menú del día más barato de España. Y es que en estos últimos meses, en los que la inflación ronda el 10 % encareciendo los precios, han proliferado los bares y restaurantes que prometen el menú más barato del país. De momento, sólo Carlos Moreno y Francisco Porrero, dos hosteleros madrileños, habían llegado a la cifra de 3,50 euros. Pero ahora es otro profesional de la hostelería, Carlos de la Torre, quien alcanza ese precio tan competitivo en el cual el consumidor tiene derecho a un primero, un segundo, un postre, agua y pan.
El principal testigo de este nuevo menú del día por 3,50 euros es el campus de Getafe de la Universidad Carlos III de Madrid. Allí, a las puertas de la facultad –en la calle Daoiz, 34–, se alza La Grotte, el bar que regenta “desde octubre” el hostelero y que, desde ahora, se suma a la revolución por vender el menú del día más barato de España. “Actualmente, estamos vendiendo entre 90 y 110 menús diarios para llevar”, se sincera Carlos de la Torre (Madrid, 1977) durante un breve receso que se da a mediodía para conversar con EL ESPAÑOL.
Mientras tanto, eran los empleados del local quienes trabajaban a destajo para preparar las comandas que empezaban a llegar. Se aproximaba la hora de comer y comenzaba a notarse en el local el trasiego de universitarios que entraban por su menú. “Aún así, apenas se está empezando a conocer en la universidad, porque llevo sólo dos meses con esto. Ten en cuenta que en diciembre y enero los estudiantes no van al campus por Navidad y exámenes. Ahora lo están empezando a conocer, pero la mayor parte de mi clientela viene de fuera”, puntualiza el hostelero.
Un hostelero que abrió el restaurante hace tan sólo cuatro meses y que, al principio, no funcionaba como Carlos esperaba: “Lancé el concepto de pagar sólo 0,50 euros de más por una buena tapa que acompaña la bebida, pero no tuvo mucho tirón. Por ello, hablé con Carlos Moreno –el dueño de El Bocata que está popularizando el modelo de negocios de los menús del día a 3,50 euros– y comencé a vender los menús baratos. Y, de momento, vamos bastante bien”, explica.
–¿Cómo consiguen vender un menú del día por sólo 3,50 euros?
–Muy sencillo. Gracias a Carlos nos estamos asociando muchos hosteleros. De momento somos 12 ó 14, pero ya tenemos peticiones de otros 60 ó 70. Entonces, lo que hacemos es juntarnos para formar un gran grupo de compras. Después, acudimos a los proveedores y, como somos tantos, podemos apretar para comprar el género a buen precio. Por ejemplo, hace poco conseguimos que nos vendieran el kilo de alitas a 1,50 euros en vez de a 3,80 euros, que es lo que te cuesta en el mercado. Así con todo: compramos grandes cantidades de productos que guardamos en almacenes, siempre teniendo en cuenta aquellos productos de duración corta, como lo puede ser la carne, para darles salida cuanto antes.
Así es el menú
Ese modelo de comprar grandes cantidades para poder vender barato se está popularizando en varios bares de este país bajo la firma de El Bocata, pero no es la única razón que permite a los hosteleros vender un menú del día a 3,50 euros. Otra cosa que contribuye a la capacidad de estos hosteleros de poder bajar el precio es el formato en el que venden los menús.
Todos ellos son para llevar, ya que “si el cliente lo quiere comer en el bar, tendría que pagar 7 euros, porque evidentemente se cobra el servicio de mesa, hay más variedad, la ración es un poquito más grande, etc.”, explica Carlos de la Torre. Es más, no es lo mismo servir un menú del día en platos, que luego deben fregarse con el consecuente gasto de agua y electricidad, que en platos desechables para llevar a domicilio, que pueden abaratar el menú del día más barato del país.
Sea como fuere, el menú del día de Carlos de la Torre consta de cuatro primeros y cuatro segundos a elegir, una pieza de fruta, una botella de agua mineral de 50 centilitros y un trozo de pan. “Lo tenemos disponible de lunes a sábado de 12:30 a 16:30”, añade el hostelero antes de explicar que tales menús “se cocinan cada día en el propio restaurante”.
El día que este diario fue a visitar La Grotte, por ejemplo, los cuatro primeros a elegir eran garbanzos con oreja, sopa de verduras, arroz con pollo y judías con jamón. Y los cuatro segundos eran pollo a la pepitoria, calamares en salsa, chuleta de Sajonia con salsa negra y hamburguesa. Este medio, para probarlo, pidió el arroz con pollo y la chuleta de Sajonia con salsa negra.
Lo más destacable, a nuestro juicio, ha sido la cantidad, muy correcta a juzgar por el precio a abonar. El arroz con pollo estaba servido en un táper circular y estaba bastante jugoso. Por otro lado, la chuleta de Sajonia con salsa negra venía acompañada con patatas fritas y estaba servida en una bandeja de porexpán. De postre, una manzana como pieza de fruta. Todo tenía un sabor correcto y era un menú muy decente, por ejemplo, para un joven que tiene que sobrevivir con su economía de estudiante.
Una vida hostelera
Estos menús del día baratos, en consecuencia, están revitalizando el negocio de Carlos de la Torre, que se encontraba en horas bajas antes de tomar la decisión de asociarse con Carlos Moreno. “Yo lo conozco desde hace 18 años y en diciembre, cuando flojeaba la cosa, hablé con él y me ayudó a poder vender los menús por 3,50 euros”, recuerda Carlos de la Torre.
Y es que este hostelero pidió ayuda a Carlos Moreno, el hostelero que saltó a la fama el pasado mes de junio al vender las sandías más baratas de la Comunidad de Madrid en un contexto en el que, acceder a la fruta, se había vuelto casi inviable por su alto precio.
Pese a ello, Carlos de la Torre no era ningún amateur en el mundo de la hostelería. La Grotte es el último de los negocios que regenta. Él, “desde pequeño”, siempre ha trabajado los veranos en los chiringuitos de las piscinas antes de dedicarse “durante 13 años al mundo de la noche con pub en Illescas (Toledo)” y de trabajar en bares del sector 3 de Getafe y volver al negocio de los chiringuitos de piscinas en Alcorcón. Entretanto, La Grotte se ha convertido en su negocio más constante y, quizá, lo sea aún más si logra consolidarse como el restaurante con el menú del día más barato de España.