Malén Ortiz (i) cuyo rastro debe encontrar Dylan. A la derecha, el perro, en un acto con Isabel Díaz Ayuso.

Malén Ortiz (i) cuyo rastro debe encontrar Dylan. A la derecha, el perro, en un acto con Isabel Díaz Ayuso. E.E.

Reportajes REPORTAJES

Dylan, el perro 'amadrinado' por Ayuso que busca a Malén Ortiz tras 9 años desaparecida

Una nueva pista sobre el paradero de la adolescente se perfila con la ayuda del olfato de un perro de aguas especializado en encontrar restos biológicos.

7 marzo, 2023 02:37

Se llama Dylan, es un perro de aguas de color blanco y no le hace falta hacerse fotos con gente famosa, porque él también lo es. Junto con su hermano Junco, otra estrella canina, fueron los elegidos por la Asociación 'Héroes de Cuatro Patas' para una campaña amadrinada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El objetivo era potenciar las adopciones de perros que han pertenecido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Quiénes mejor que ellos dos para destacar que, tras servir con honor, los canes jubilados merecen vivir sus últimos años rodeados de cariño.

Su nombre es en realidad, un apellido. Le llamaron Dylan en homenaje a Bob, y llegó a la Unidad Cinológica de la Guardia Civil para trabajar y vivir con Juanma, el mismo dueño y entrenador de otro perro de aguas muy famoso en la búsqueda de personas desaparecidas. El nombre de aquel perro era también otro apellido de otro cantante y compositor famoso mundialmente: Marley. Y a la sazón, Dylan, de tres años y medio, es sobrino de ese Marley que falleció repentinamente y que encontró el rastro que dio con el cuerpo de Diana Quer o con el niño Gabriel Cruz.

Heredero y poseedor de una genética excepcional, junto con su hermano Junco aterrizó el pasado domingo en Palma de Mallorca con una complicadísima misión: encontrar esta semana alguna traza biológica de Malén Ortiz, la adolescente desaparecida sin dejar rastro un 2 de diciembre de 2013. Los dos forman parte de la élite de la Unidad Cinológica de la Guardia Civil, convocada dentro de la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) tras solicitar la pertinente autorización judicial. En su pedigrí, entrenamiento y carácter descansan la responsabilidad de encontrar un rastro olfativo de hace casi una década.

Lo que se sabe es que Malén Ortiz salió del instituto en Santa Ponça, una localidad de Mallorca, y se dirigió en patinete a comer a casa de su novio, en Son Ferrer. Se montó en un autobús, se pasó sin darse cuenta de parada y se bajó en una zona conocida como la Rotonda de Los Piratas, en Magaluf. Su teléfono no tenía batería y nunca llegó donde su pareja. Tenía sólo 15 años.

[Giro en el caso Malén Ortiz: vuelven a buscarla tras nueve años desaparecida en Mallorca]

El caso se ha reactivado con la aparición de una nueva pista. Siguiéndola, la Guardia Civil está rastreando una finca cercana al lugar donde desapareció la adolescente hace casi 10 años. Se trata de un picadero de caballos. Según ha avanzado Última Hora, la Benemérita recibió días atrás una información de una fuente fiable que situaba en la época de la desaparición a un posible sospechoso en unos terrenos de sa Porrasa, ubicados entre Magaluf y Son Ferrer.

La finca está apenas a un kilómetro de distancia del lugar en el que Malén fue vista por última vez en las imágenes de una videocámara. Es allí donde la Guardia Civil ha estado trabajando ayer lunes, por la mañana y por la tarde. La búsqueda con perros especializados en restos biológicos se prolongará durante toda esta semana, y no se descarta que al dispositivo se puedan añadir más perros de la Benemérita, según ha podido saber este periódico.

Dylan, ayer durante las labores de búsqueda de restos biológicos.

Dylan, ayer durante las labores de búsqueda de restos biológicos. EFE

También ha podido saber EL ESPAÑOL que Dylan está acompañado por Bill, un pastor belga malinois. Los dos han recorrido la finca en busca de restos. Una excavadora ha ido moviendo el terreno en función de los que iban marcando los perros.

Los perros que buscan restos biológicos son entrenados como buscadores pasivos. Una vez encuentran el rastro, se quedan totalmente inmóviles. Es su manera de marcar el rastro, algo que saben sus entrenadores. Lo de la inmovilidad viene porque, una vez señalado el lugar, éste no puede ser contaminado de ninguna manera hasta la recogida del resto. 

De refuerzo, en Mallorca también está el hermano de Dylan, Junco. Junco y Bill tienen el mismo guía y dueño, un guardia civil de la Unidad Cinológica de El Pardo llamado Israel.

Dylan y Junco nacieron en la provincia de Cádiz en agosto de 2019, y llevan trabajando desde que tenían apenas un año de edad en la unidad de élite. Los dos son de color blanco, una rareza entre los animales dedicados a las pesquisas policiales. Fueron seleccionados por la Unidad Cinológica precisamente por haber nacido tras un selecto cruce genético realizado por Joaquín Rodríguez Coronilla, un reconocido criador cuya fama, gracias a sus perros, ya ha traspasado fronteras.

Dylan y Junco, los perros estrella de la Guardia Civil, en un acto para fomentar las adopciones de perros policía.

Dylan y Junco, los perros estrella de la Guardia Civil, en un acto para fomentar las adopciones de perros policía. E.E.

Sus camadas son muy demandadas no sólo por saber cruzar a perros extraordinarios, sino porque a los cachorros los estimula sensorialmente a los pocos días de nacer para potenciar sus habilidades. Son perros tranquilos, que no ladran y que no se asustan con los ruidos.

[Estimulación temprana y selección genética: los secretos del criador de los perros de élite]

Dylan, Junco y también Bill además, pueden viajar en avión o tren sin hacerlo en la bodega, acompañando a sus dueños. Los agentes caninos, muy valiosos, también tienen permitido pernoctar con sus amos en la misma habitación de hotel. Ese es uno de los motivos por lo que en una Unidad Canina se eligen razas de perro con pelo corto o que no suelten pelo.

La hoja de servicio

El primer caso de Junco fue la búsqueda de Anna y Olivia, las dos niñas de Tenerife asesinadas por su padre en 2021. Su trabajo logró marcar tres puntos calientes que determinaron la ruta seguida por el padre de las niñas a partir de que acabara con la vida de ambas y las arrojase al mar.

En todo este tiempo, Dylan y Junco han participado en la búsqueda de restos en casos tan mediáticos como el de los dos jornaleros subsaharianos desaparecidos en Villacarrillo (Jaén). Uno, en 2013, y el segundo, en 2021. Ambos, presuntamente, hechos desaparecer por su empleador.

Los dos han trabajado también en la búsqueda de Marta Calvo, en Valencia: los perros hallaron restos de pelo y piel en las cañerías de la vivienda del supuesto asesino. También han trabajado en la localización de restos biológicos en un coche para arrojar luz en la desaparición de Jesús González y Juan Miguel Isla en el conocido Caso Manzanares (Ciudad Real). 

Asimismo, su olfato arrojó indicios de la implicación de la pareja de Esther López en su desaparición en Traspinedo (Valladolid). Los animales encontraron restos de saliva de la joven en la chaqueta del principal sospechoso, así como restos biológicos en la moqueta del vehículo.

El paso de los años no hace pensar que las pesquisas iniciadas ayer por Dylan en la búsqueda de Malén puedan caer en saco roto, a juzgar por la hoja de servicios de estos agentes colaborando con la UCO. Junto con su hermano Junco, fueron determinantes para lograr la detención, en octubre de 2022, de la pareja de Juana Canal, desaparecida misteriosamente en Ávila, El hombre era principal sospechoso desde el principio. Los restos óseos de la mujer aparecieron en 2019.

Ambos perros rastrearon olfativamente la casa en la que vivía el autor del crimen en el momento en el que desapareció Juana. El domicilio, en el momento del rastreo, estaba alquilado y vivía otra persona totalmente ajena al caso. Aun así, Dylan y Junco fueron capaces de detectar la prueba más determinante para resolver el caso: restos biológicos de la mujer. Estaban allí desde 2003, el año en el que desapareció Juana.