El pasado jueves, Rafa Castaño entró en la historia de Pasapalabra al llevarse un bote de 2.272.000 euros tras ganar a Orestes Barbero. Es la tercera vez que se entrega el premio en esta nueva etapa en Antena 3, ya que el primero fue Pablo Díaz en julio de 2021 y la segunda, Sofía Álvarez de Eulate en septiembre del mismo año.
No obstante, donde hay un ganador, siempre hay un perdedor. Y en esa amarga posición se encontraron Javier Dávila y Marco Antonio Marcos, que vieron como se quedaban a punto de llevarse el bote, pero el tinerfeño y la vasca se les adelantaron en las respuestas.
Aún así, ninguno se fue con las manos vacías ya que Javier logró acumular 24.000 euros en 76 duelos con Pablo; y Marco Antonio sumó 32.000 euros en los 55 enfrentamientos con Sofía en el concurso de Antena 3. EL ESPAÑOL ha contactado con Javier y Marco Antonio para recordar como vivieron su último día en el programa con el Rosco como protagonista, pero también para saber en qué invirtieron el dinero que se llevaron y qué es de sus vidas actualmente.
Pablo Díaz necesitó 260 programas para ganar el bote con 1.828.000 euros; Sofía Álvarez de Eulate, por su parte, lo logró en 62, acumulando 466.000 €. Este jueves, Rafa se llevó el premio más alto de la historia de Pasapalabra, 2.272.000 euros, en 197 intentos, superando la cifra que estableció Eduardo Benito en 2006 de 2.190.000 € conseguidos.
Pero la cara de B de esos logros son los concursantes que se han quedado a las puertas de ganar tanto dinero (Javier Dávila, Marco Antonio Marcos y Orestes Barbero) y, aunque no se fueron a casa con las manos vacías, sí que se marcharon de Pasapalabra con un sabor amargo por haber estado cerca de esas cifras tan altas.
— ¿Cómo recuerdan su paso por Pasapalabra?
— Javier Dávila: Lo hago con mucha emoción porque vi que iba contestando bien a todas y pensé que en cuanto pudiera tenía que arriesgar creía que podía sacarlo, no obstante, Pablo no llegó a pasar de turno para agotar mi último cartucho y contestó todas.
— Marco Antonio: Lo recuerdo como algo muy emocionante ya que, paradójicamente, yo había ganado los dos roscos anteriores, pero en el de ese día la rivalidad era absoluta con un nivel parecido porque habíamos estudiado un montón. Estábamos a una sola pregunta los dos (empatados a 24, la única vez que ha pasado en el concurso), Sofía contestó y ganó.
Me alegré mucho por ella porque se lo merecía y la felicité sinceramente. No me fastidió perder porque tenía una situación compleja en casa, debía encargarme de mi madre de 90 años y no tenía ayuda por aquel entonces, por lo que viajaba para grabar los programas, resolver los roscos y estar atento a que, cuando me iba de casa, ella estuviera bien. Era una locura.
— ¿Cómo fue su preparación para el concurso?
— Javier Dávila: Le dedicaba al estudio unas tres horas diarias por la tarde cuando estaba compaginándolo con el trabajo. En el confinamiento un poco más, unas cinco, porque tenía menos lío en la Universidad de Cantabria ya que todo era online.
— Marco Antonio: Por mi trabajo en el Observatorio Astronómico de Marina (San Fernando, Cádiz) podía dedicar las tardes a estudiar. Lo que hice fue un resumen del diccionario de la RAE quedándome solo con las cosas que no me sabría si no las estudiaba, otro resumen del María Moliner, de todo lo que cae en el programa viendo los Roscos y Las Sillas Azules que hay en internet desde 2012 hasta ahora… es un trabajo de años. En verme los programas he tardado varios años en terminarlos.
Los que aguantamos unos cuantos programas somos unos maniáticos de Pasapalabra y estamos un poco tocados (risas), y sigo haciendo eso todavía porque confío en volver a intentarlo otra vez en el futuro. Es que los premios son buenísimos, como el que se acaban de llevar. No te soluciona la vida, pero ese dinero te puede servir para muchísimas cosas.
El destino de sus premios
Aunque no se llevaron cifras tan altas como sus rivales, tanto Javier como Marco Antonio ganaron varios miles de euros, suma invertida en viajes familiares, coches y ahorrar algo para afrontar futuros gastos.
“Empaté en muchas ocasiones con Pablo y logré acumular 24.000 euros en 76 programas, que siempre vienen bien”, afirma Javier. Mientras que Marco Antonio sumó más dinero en menos entregas del concurso: “Estuve 55 y me llevé unos 32.000 euros en total”, comenta el gaditano.
— ¿En qué invirtieron el dinero del concurso?
— Javier Dávila: Lo empleé en un viaje con la familia a Austria. Tuvimos que hacer un viaje corto porque mi hija es médico y con las guardias y eso no tiene muchos días libres. El resto lo metí en el banco para guardarlo y verlo crecer.
— Marco Antonio: Me compré un coche nuevo porque el anterior era muy viejo. Quería gastarme el dinero del premio en un viaje a Nueva York para ir a una librería que se llama McNally Jackson Books. Ahí se organizan presentaciones para escritores en castellano de editoriales independientes, pero con el tema del covid no lo he llegado a hacer, lo tengo pendiente. En el futuro quiero ir allí a hacer una presentación de mi último libro, Akerra, una novela de terror y terrorismo que combina el mundo de ETA con las prácticas de brujería en el País Vasco (Marco Antonio firma sus obras como Marcos Fernández, sus apellidos).
— ¿Qué hacen en la actualidad?
— Javier Dávila: Trabajo en el Gobierno de Cantabria en protección de menores y soy profesor asociado de la Universidad de Cantabria.
— Marco Antonio: Sigo en el Observatorio Astronómico de Marina de San Fernando y también he publicado unos veinte libros, ocho de ellos después de mi paso por Pasapalabra, siendo el último Akerra. Además, con la novela El interrogatorio quedé entre los finalistas del Premio Planeta en 1994. Mi bagaje como escritor también me fue muy útil en mi paso por el programa y gracias al concurso, que se ve en el mundo entero por el canal internacional, me han llegado a preguntar por mis libros gente que vive en Alaska, por ejemplo, algo inimaginable que fuera a suceder si no hubiera participado en Pasapalabra. Cuando estaba concursando Roberto Leal me ayudó mucho porque me preguntaba por mis libros y podía hablar de ellos. En 2022 publiqué seis novelas de terror y para este año ya tengo firmados los contratos para dos más.
Mucha experiencia
Pese a sus derrotas, ninguno de los dos eran unos novatos en 2021 cuando participaron en el concurso de Antena 3, ya que ya habían pasado por el plató del programa en varias ocasiones cuando lo emitía Telecinco.
“Desde el 2007 creo que ido todos los veranos menos uno (risas), que era cuando estaba en Telecinco y luego, en Antena 3”, recuerda Dávila. Marco Antonio, por su parte, ha estado en cinco ocasiones, aunque la última fue la más duradera. Hay que tener en cuenta que fue eliminado en las otras ocasiones por concursantes míticos como Pablo Díaz o Jero Hernández.
— ¿Cuántas veces han participado?
— Javier Dávila: Lo máximo que había aguantado hasta este último, que estuve 76 programas, habían sido 15 entregas o así porque no había La Silla Azul, y eso ahora es lo que te da la oportunidad de continuar y es algo que antes no había. Un día malo lo tiene cualquiera (risas).
— Marco Antonio: He estado varias veces en el concurso. La primera vez que me presenté fue en Telecinco en 2016 y duré un minuto o menos porque no pasé de La Silla Azul. Creía que con lo que me sabía de leer ya iba a triunfar y tardé segundos en irme del programa y volver a Cádiz (risas). Para las siguientes fui estudiando cada vez más.
— La segunda vez que fui duré cuatro programas y me eliminó Pablo Díaz en su debut en el concurso; luego estuve en un especial de Navidad con un montón de exconcursantes; la última en Mediaset vez fue Jero Hernández el que me ganó, aunque en ese momento yo me estaba preparando una oposición y fue una heroicidad estar unos diez programas contra él. Una vez que vas aguantando más entregas se disfruta mucho más, pero también se te pasa muy rápido. La última contra Sofía Álvarez de Eulate fue en la que he durado más programas. En total he ido cinco veces, cuatro en Telecinco y una en Antena 3.
— ¿A qué otros concursos de televisión han ido?
— Javier Dávila: He participado en Saber y Ganar en varias ocasiones, primero estuve 84 programas en 1998 y en 2007, con el décimo aniversario del concurso, nos dejaron volver a algunos concursantes para que llegáramos hasta las 100 participaciones. Sumando todo, conseguí ganar unos 90.000 euros en el programa de La 2. En ese momento interesaba mucho invertir en vivienda porque desgravaba y ahí lo gasté, también en un plan de pensiones por lo mismo, la deducción en Hacienda.
En 2007 estuve en Gran Slam de Cuatro donde juntaron a unos cuantos campeones de diferentes concursos como Saber y Ganar, Cifras y Letras, ¿Quién quiere ser millonario?, Alta tensión, Pasapalabra… al final fui el vencedor y me llevé 60.000 euros, que era el único premio que entregaban, y lo utilicé para comprarme un buen coche. También he estado en dos ocasiones en el Pasapalabra de Chile y ha sido una buena experiencia ya que su mecánica me gusta mucho.
— Marco Antonio: Antes de Pasapalabra estuve en ¡Ahora caigo!; en ¿Quién quiere ser millonario?, pero no pasé de la pregunta de selección; y en El Cazador, donde me llevé 6.500 € gracias a los compañeros que tuve.
— ¿Volverán a Pasapalabra o a otro concurso de televisión?
— Javier Dávila: Me presentaré a todos los que pueda. Estuve en Saber y Ganar unos días hace poco y como hay un periodo de ventana en el que no te puedes presentar a otros concursos… pero con la victoria de Rafa buscarán nuevos participantes, a lo mejor abren una repesca y estaría encantado de volver a Pasapalabra, aunque creo que es un poco pronto.
— Marco Antonio: Claro, aspiro a que me llamen. De hecho estoy estudiando un montón para eso. Depende del programa porque hay que dejar un tiempo prudencial. Si no, no pasa nada, cerraré la puerta de los concursos y me dedicaré a escribir, que en realidad es lo mío.