Canal Red, la nueva televisión fundada y dirigida por Pablo Iglesias, comenzó sus emisiones el pasado martes. La moción de censura de Vox con Ramón Tamames como candidato fue el gancho informativo perfecto para el ex secretario general de Podemos, que sacia así un anhelo íntimo: la posibilidad de controlar un medio de comunicación —todo está en Gramsci— que distribuya de manera atractiva el argumentario del partido.
Escueta aún la parrilla, en las guías, con unas cuatro horas de contenido diario, el canal todavía carbura. "El éxito o el fracaso no se mide en espectadores, sino que está en arrancar: ahora hay una caldera donde meter el éter social e ir articulando", explica su director editorial, Juan Carlos Monedero, sobre la joya de la corona del agitprop de Podemos en conversación con EL ESPAÑOL. "La Sexta es el medio que ha visto una parte de la izquierda y ha funcionado: sería muy bueno hacer una La Sexta de izquierdas", sugiere con elocuencia.
"Yo comienzo mis clases en la universidad planteando como principio politológico que siempre te construyen tus enemigos. Y que la tercera ley de Newton se cumple: una acción genera una reacción", desliza Monedero sobre la naturaleza de Canal Red. Iglesias, que desde su salida del Gobierno arrastra unos meses especialmente conflictivos con prensa y periodistas, de intenso señalamiento hacia todo lo que le perturba, justificó la necesidad de esta televisión —un "tanque", dijo— para "competir con la derecha mediática".
[Iglesias vs Ferreras, crónica de una relación condenada al fracaso: "Sabían que iba a estallar"]
"Creo que desde la izquierda", sigue Monedero, "tenemos que mirar bien lo que hacen en la derecha. En el Instituto República y Democracia he planteado que me gustaría hacer una FAES de izquierdas". Indica por ello la necesidad de Canal Red para financiarse no sólo a través del mecenazgo de sus suscriptores, sino también con publicidad. Según ha declarado Iglesias a infoLibre, el medio atesora ya unos 10.000 suscriptores que "han aportado, de media, 10 euros. Algunos 5 y otros 30, pero esa va a ser nuestra base de sostenibilidad".
"La derecha y la extrema derecha siempre tienen dinero para hacer estas cosas", estima Monedero, de ahí la obsesión del ex líder de Podemos por desligar a Jaume Roures del proyecto. Sin embargo, tal y como avanzó en exclusiva EL ESPAÑOL, fue Melancolic Films, una sociedad del grupo Mediapro propiedad de Roures y que cuenta con su hija, Teia Roures Cervera, como apoderada, quien registró la marca "Canal R(e)d" el pasado mes de diciembre.
La parrilla de Canal Red
El elenco de Canal Red, decíamos, aún está por configurar. Pero Iglesias y Monedero ya no son los profesores universitarios que hicieron televisión amateur en el TeleK de Vallecas. Bregados y con un altavoz infinitamente más grande, bastarían sus propias redes sociales para multiplicar los receptores de aquella actividad inciática, aquel trampolín hacia la política: la ambición de los fundadores de Podemos es ahora la profesionalización y sofisticación del mensaje.
Conscientes de que de nada serviría un canal orquestado única y exclusivamente con figuras de la izquierda, sin debate, sin polémica, con todos de acuerdo, Canal Red no cierra las puertas a que participen políticos de derechas. ¿Se invitará a gente de Vox al plató de una televisión fundada por Iglesias? "No le veo sentido dar voz a la ultraderecha", manifestó en el medio citado. Más proclive es Monedero, que ya invitó a Santiago Abascal a la televisión vallecana antes de fundar su partido. Otra cosa es que los dirigentes de Vox, ahora, aceptaran la invitación.
Contesta a la pregunta de este periódico Sergio Gregori, presentador y director de El Tablero, el magazine matinal con el que arrancarán las mañanas en Canal Red de lunes a viernes. "Hay un debate ahí sobre lo que ha supuesto la normalización de las posiciones ultras en los principales medios de comunicación. Yo no tengo tampoco una posición muy clara. Creo que depende de la persona en sí, más que las propias siglas, ya que hay gente que tiene adscripciones ideológicas y tonos diferentes", reflexiona.
[Una productora de Jaume Roures registra la marca "Canal red" que usará la TV de Pablo Iglesias]
Gregori aún estudia los perfiles para sus futuros tertulianos y se ha puesto en contacto con dirigentes de Partido Popular y Ciudadanos. Antes de comenzar el martes las emisiones, hicieron hasta 10 capítulos piloto para practicar formatos. Descubrió ahí que la falta de pluralidad puede generar un debate demasiado aburrido, algo que pretende evitar. El motivo por el que llevaban a Iglesias a El gato al agua de Intereconomía.
"En los piloto que grabamos para practicar formatos algunos tertulianos decían mucho 'pues estoy muy de acuerdo con lo que dice el otro', y eso no puede ser", reconoce. El viernes debutaron en el plató los dos primeros invitados no-de-izquierdas: el coordinador autonómico de Ciudadanos, Juan Antonio Carrera, y la secretaria de Nuevas Generaciones del PP, Marina Pont. "Tuvimos alguna interrupción más. También mucho comentario de mucha gente de la audiencia que no le gustaba, que para eso veían los formatos de tertulia que hay por las mañanas", cuenta.
Los periodistas Yago Álvarez (El Salto) o Fernando H. Valls (La Vanguardia) han sido algunos de los tertulianos invitados en los cuatro primeros programas. También el divulgador y activista LGTBI Daniel Valero o la secretaria general de la Unión de Autónomos UATAE María José Landaburu, al igual que dirigentes de Podemos como Alejandra Jacinto o Isa Serra.
Gregori, además, conectó el martes del estreno con el ex ministro y diputado socialista José Luis Ábalos, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, o los portavoces de ERC y EH Bildu en el Congreso, Gabriel Rufían y Mertxe Aizupurua, respectivamente. Rufián, de hecho, rechazó la oferta de Iglesias para integrar La Fábrica, su espacio de entrevistas en YouTube, en el nuevo canal.
"El Tablero es un programa con una línea abierta a las izquierdas, porque es un programa con una línea editorial claramente de izquierdas, progresista, pero nunca partidista", asegura el joven periodista, de 25 años, cuya relación con Iglesias nació hace ahora nueve años, a 10 días de las elecciones europeas de 2014 donde irrumpió Podemos, cuando lo entrevistó por primera vez.
"Siempre en mi todavía corta trayectoria he buscado independencia de los partidos", asegura, consciente del "hándicap" que puede suponer para el grueso de la audiencia que Iglesias sea el dueño del tinglado. "Queremos algo novedoso, pero que no sea para una parroquia partidista de fieles", insiste.
También está presente en El Tablero Dina Bousselham, con una sección desde la redacción del medio. La web LÚH Noticias!, que actuaba como órgano de propaganda de Podemos y que Bousselham dirigía, echó el cierre y su equipo de profesionales se ha integrado en Canal Red.
Durante sus tres años de existencia, LÚH Noticias! ha costado más de 500.000 euros (que han sido aportados por los cargos públicos y seguidores de Podemos en forma de "donaciones") y ha creado seis empleos, incluyendo el de la propia Bousselham, asistente de Pablo Iglesias durante su etapa en el Parlamento europeo.
[Pablo Iglesias contrata marquesinas con la foto de Feijóo y Marcial Dorado para publicitar Canal Red]
Además, tanto Monedero como Iglesias han mudado sus programas desde Público a su nueva televisión, que emitirá a partir de ahora En la frontera y La base. Inna Afinogenova, ex subdirectora web de Russia Today, ex mano derecha de Margarita Simonián, una de las más importantes propagandistas de Vladimir Putin; y colaboradora del programa del ex vicepresidente del Gobierno, presentará un breve espacio semanal de análisis internacional.