Cada uno de ellos nació en un punto diferente del planeta. Laura-June Clarke en Bélgica e Iván Ferrigno en Argentina. Y aunque durante gran parte de sus vidas fueron dos auténticos desconocidos el uno para el otro, lo que acabó uniéndoles para siempre fue la celebración de un ‘hackathon’, una especie de competición en la que diferentes profesionales forman equipos con el objetivo de crear un producto y presentarlo frente a inversores.
Durante 72 horas, Laura e Iván trabajaron en equipo con la mente puesta en un único objetivo: desarrollar un producto nuevo en base a una idea concreta. Pero no lo hicieron solos. Su conjunto lo integraba también una mujer que, casualmente y muy a su pesar, se encontraba ese día indispuesta a causa de los dolores menstruales que sufría. Y fue precisamente en base a esa premisa y por medio de una situación cotidiana como estos dos jóvenes lograron dar con la idea que les haría vencedores de la competición y que les llevaría hasta el punto al que han llegado en la actualidad.
“¿Cómo es posible que a día de hoy no haya otra solución que no sean pastillas para poder seguir con tu vida, tu trabajo o para ser productiva?”, se preguntó Laura. E inmediatamente, junto a Iván, se puso manos a la obra en lo que, con los años, se ha convertido en su gran proyecto de futuro. ‘Moonai’ es la primera aplicación móvil, gratuita y disponible en todos los países, que ayuda a mitigar los dolores menstruales en las mujeres por medio de sonidos e imágenes.
Su uso es más que sencillo. Tras descargarla e instalarla en el dispositivo móvil, la aplicación realiza a la usuaria una serie de preguntas: cómo se encuentra en ese momento, si está con el periodo, si tiene dolores, etc. En base a las respuestas, la propia aplicación sugiere una serie de sonidos e imágenes para que las mujeres escuchen y vean y logren así rebajar el umbral de dolor.
“Las imágenes y los sonidos están creados por artistas, nada es generado automáticamente. Son piezas que están realizadas por el equipo y validadas por médicos y neurocientíficos. En base a las preguntas, recomendamos un sonido que hay que escuchar durante un mínimo de dos minutos y con eso lo que hacemos es atacar directamente con estas frecuencias de sonidos a los sensores del cerebro y los receptores del dolor”, explica Iván, cofundador de Moonai.
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La aplicación cuenta con una versión gratuita, que sirve como modo de prueba y que limita el número de veces que las mujeres pueden usar las imágenes y sonidos, y con una versión de pago, dirigida a aquellas que deseen usarla de forma regular. “Los usuarios premium pueden acceder a contenidos educativos y también ser parte de nuestra comunidad, donde hay más interacción en relación a este tema”, asevera Laura.
En la actualidad, ya son 7.000 mujeres las que utilizan la aplicación de forma regular. Y aunque a muchos les cueste creer que sea verdad, la realidad es que los últimos estudios realizados por los creadores arrojan que la aplicación logra reducir en un 80% el umbral del dolor. Tal y como afirman sus propios cofundadores, es como si se tratara de ciencia ficción pero en versión real. Y es que aunque muchos veían con escepticismo los inicios del proyecto, finalmente han logrado avalar su método con base científica a través de médicos y neurocientíficos.
“Tenemos muchos feedback de gente que dice que lo ha probado pensando que no iba a funcionar y luego han quedado súper sorprendidos con los resultados. Inicialmente yo era muy escéptico, pero lo que termina de convencer es el feedback de todas las mujeres y de la gente que nos decía que les había ayudado. Claramente funciona”, asegura Iván.
Y es que, a pesar de que está dirigida principalmente para aliviar los dolores menstruales de las mujeres durante el periodo, la aplicación puede utilizarse para otros fines. Tras la experiencia de los propios usuarios, los creadores del proyecto aseguran que el 60% de los usuarios lo usa para dormir y el 40% para mejorar la productividad en actividades como el estudio, el trabajo o la lectura.
Su historia
Laura e Iván son los dos cofundadores de Moonai, la herramienta que ya se ha convertido en su gran proyecto de futuro. Pero lo cierto es que aunque la idea surgiera en base a una situación cotidiana como fue el dolor menstrual sufrido por una compañera de trabajo, la explicación de por qué trataron de establecer conexiones directas entre el dolor y la música va más allá.
La trayectoria de Laura siempre estuvo vinculada al mundo de la neurociencia y la música. Estudió Ingeniería Comercial —lo que sería una mezcla entre la Ingeniería Civil y los negocios— y pronto se especializó en el desarrollo de las startups. Comenzó a trabajar en el ámbito de la tecnología musical, vivió dos años en París, se mudó a Berlín y entre medias, viajó algunas temporadas a Barcelona. Pero fue precisamente en uno de estos viajes cuando estalló la pandemia del Covid-19 y Laura se vio obligada a quedarse en la Ciudad Condal. “Ahí fue cuando empezó todo esto”, asegura.
Y es que hablar sobre el impacto de la música en el cerebro no era algo nuevo en la vida de Laura. Desde hacía 10 años investigaba sobre ello debido a que de pequeña le fue diagnosticado trastorno por déficit de atención e hiperactividad, una afección que afecta a millones de niños en edades tempranas. “Siempre la música y los sonidos me ayudaron a enfocarme y a hacer las cosas y siempre fue para mí una pregunta saber por qué la música tiene ese efecto en el cerebro”, cuenta.
En base a todo eso, y tras conocer a Iván en el 'hackhaton', se pusieron manos a la obra en el desarrollo del proyecto. Y aunque no eran conscientes de cuál sería el resultado final, sí tenían clara la premisa de la que partían: la frustración. “Vivimos en un mundo en el que la mayoría de las mujeres tienen problemas de frustración con la menstruación. No tanto por el dolor, que también, sino porque faltan soluciones no químicas para poder ir a trabajar o ayudar a dormir”, asegura en conversación con este periódico. Por ello, contactaron con diversos doctores y neurocientíficos para dar con la clave y recibir ayuda para desarrollar el proyecto y conocer en profundidad el tema.
Baja por regla dolorosa
La nueva Ley Trans, aprobada el pasado 16 de febrero, incluye nuevos apartados relacionados con salud reproductiva y menstruación. Uno de ellos son las bajas por reglas dolorosas, que reconocerán a “las mujeres con menstruaciones incapacitantes secundarias el derecho a una situación especial de incapacidad temporal”. Para solicitarlas, las mujeres deberán acudir a su médico de cabecera y pedir la baja del mismo modo que se haría con cualquier otra enfermedad.
Una medida que los cofundadores de Moonai apoyan y celebran desde el punto de vista de dar visibilidad a este tipo de situaciones a las que se enfrentan las mujeres y que han permanecido en silencio durante años. “Creemos que es bueno que haya conversaciones sobre eso. Nosotros trabajamos para que las empresas propongan la aplicación a sus empleados y así puedan ser más productivos. La nueva ley será otra herramienta para dar la posibilidad a las mujeres de ser más productivas”, aseguran.
Y es que, tal y como señalan, es algo con lo que las propias usuarias de Moonai están de acuerdo. “Históricamente todo el mundo ha sabido que los dolores menstruales existían y que las mujeres lo tenían pero se veía con normalidad, como que había que aguantarse si te tocaba. Que empiece a haber una charla y alternativas al respecto está muy bien”, apuesta Iván.
Encontrar inversores para el desarrollo de Moonai no fue nada fácil. Los dos cofundadores relatan durante la entrevista la dificultad de encontrar financiación para la creación de nuevas startups. Y más aún si se trata como es su caso de un tema relacionado con los dolores menstruales. Sin embargo, creen que con el paso del tiempo la situación ha mejorado y cada vez existen más oportunidades. “Las conversaciones, al final, son positivas. Si hay recursos económicos para desarrollar este tipo de proyectos que puedan ayudar en este caso a las mujeres va a haber una implicación en lo económico. Las mujeres que usen la aplicación no cogerán tantos días por los dolores”, asegura.
De cara al futuro, los dos lo tienen claro. Su objetivo es llevar a Moonai a lo más alto y hacer ver a las futuras usuarias que mitigar los dolores de regla con su aplicación es posible. Continuarán optimizando y desarrollando el producto pero, sobre todo, dándole visibilidad. “Ya sabemos que la app se usa para otro tipo de dolores, como usuarios que tienen quimioterapia por cáncer o incluso aquellos que sufren mucho durante un proceso de inseminación artificial. Es súper interesante”, explican.
Por ello, no dudan de cuáles serán los próximos avances que lograrán en el desarrollo de su producto: mejorar el aspecto inmersivo, conectarlo a otros dispositivos como relojes y centrarse en la creación individualizada de nuevos sonidos.