Domingo, el médico especialista en catástrofes que maltrataba a sus ocho hijos en Colmenar Viejo
El padre compaginaba su trabajo en el Gregorio Marañón con consultas privadas que realizaba a través de su propia empresa y que podrían estar relacionadas con el hurto del material sanitario hallado en su vivienda.
11 abril, 2023 02:54Domingo S.S. y Mercedes P.B. fueron detenidos el pasado 29 de marzo en la localidad de Colmenar Viejo por maltratar, presuntamente, a sus ochos hijos menores de edad. Según indicó la Guardia Civil tras proceder al registro de la vivienda, los niños, de entre 4 y 14 años, sufrían castigos físicos constantes, presentaban síntomas de malnutrición y vivían arrinconados en una única habitación de la que sus progenitores no les dejaban salir. Así lo corroboraron también a EL ESPAÑOL algunos vecinos de la zona, que aseguraron haber sido testigos de cómo los niños pasaban horas y horas castigados a la intemperie en el patio del domicilio sin permitirles el acceso al interior.
Durante el registro de la vivienda, los agentes corroboraron las "pésimas" condiciones higiénicas y de salubridad en las que vivían los pequeños. Hacinados en una habitación con literas y rodeados de enseres y suciedad. Pero si algo llamó la atención durante la actuación de la Guardia Civil fue lo impoluta que se encontraba una de las estancias de la casa: el despacho del padre. En este caso, su identidad corresponde a la de Domingo S.S., un médico español de 45 años especialista en emergencias y catástrofes que trabaja en el área de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón.
Pero no fue únicamente la extrema limpieza del despacho lo que alertó a los investigadores, sino la gran cantidad de material sanitario que se halló en el domicilio y sobre el que Domingo no pudo indicar su procedencia. Por este motivo, la Consejería de Sanidad ya anunciado que investigará el caso por un posible delito de hurto. Y es que, tal y como ha podido saber EL ESPAÑOL, Domingo no trabajaba únicamente en el Gregorio Marañón, sino que compaginó durante años su labor en el hospital madrileño con las consultas privadas que realizaba a través de una empresa creada a su nombre y que actualmente se encuentra extinguida. Una actividad que podría haber estado relacionada con el presunto hurto de material, que en este caso podría haber sido utilizado por el médico en el desempeño de su actividad particular.
Tal y como ha podido saber este periódico, Domingo S.S. estudió en Medicina y Cirugía en la Universidad de Salamanca, obtuvo el título de Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, realizó el Máster Universitario en Urgencias, Emergencias y Catástrofes en la Universidad San Pablo-CEU y, posteriormente, realizó el Doctorado en la Universidad Complutense. Una larga lista de reconocimientos a la que se suma, además, su participación en la redacción de diferentes artículos científicos.
En la actualidad, trabaja en el área de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón. Pero esa no ha sido su única actividad a lo largo de los últimos años. Desde el año 2010, existen registros de una empresa domiciliada en la dirección donde Domingo residía junto a su familia, en la calle Clara Campoamor, y en la que, además, también aparece Mercedes P.B., su mujer, como administradora solidaria.
La entidad se dedicaba a las consultas privadas a través de la explotación de clínicas y la prestación de servicios de cirugía menor en todos los ámbitos de la salud del cuerpo humano. Una actividad que, ahora, tras haberse conocido también la gran cantidad de material sanitario hallado en la vivienda, podría haber estado relacionada con el presunto hurto del material sanitario. Y es que Domingo no solo podría haberse aprovechado de su posición en el hospital para hurtar material sanitario, sino que, como ya confirmó la Guardia Civil, también utilizaba su profesión para justificar las ausencias de sus hijos a la escuela.
A pesar de que desde el Hospital Gregorio Marañón no han querido ofrecer ningún tipo de declaración a este periódico, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid anunció este lunes que abrirá un expediente al médico, acusado de un delito de hurto. Según han confirmado fuentes de la propia Consejería de Sanidad, la Dirección General de Recursos Humanos y Relaciones será el órgano encargado de iniciar la apertura del expediente con designación de instructor por la supuesta sustracción del material.
Del mismo modo, desde la Consejería confirman que el Hospital Gregorio Marañón "colaborará activamente ante cualquier requerimiento judicial", a pesar de que por el momento se encuentran a expensas del desarrollo de la instrucción del caso para poder así adoptar las medidas oportunas "en función de la legislación vigente".
Violencia machista
Este mismo lunes se conocían también más informaciones sobre la relación del padre de la familia tanto con sus hijos como con su mujer. Y es que la violencia ejercida en el domicilio no era únicamente familiar o doméstica, sino también de género. Según informaron fuentes cercanas a la investigación, Domingo S.S. también ejercía maltrato sobre su pareja, Mercedes P.B., por lo que el juez le ha impuesto una orden de alejamiento. Las mismas fuentes de la investigación aseguran que la mujer, de 44 años, estaba "totalmente sometida" por su marido
Según pudo saber EL ESPAÑOL a través de algunos vecinos de Colmenar Viejo, la madre de la familia acudía a la farmacia para solicitar pomadas para los hematomas, alegando que eran provocados por la diabetes que sufría. Sin embargo, después de que se confirmaran las últimas informaciones por la Guardia Civil, los vecinos apuestan por que la mujer podría haber estado solicitando estos productos para ocultar las agresiones de su marido.
Un hombre que nunca se dejó ver durante los 13 años que residió en el domicilio familiar junto a su pareja y sus hijos. Los vecinos le describen como un "misterioso" y "raro". Y es que la mayoría de ellos nunca llegaron a ver su rostro. Tan solo salía de casa para coger el coche, acudir a su puesto de trabajo y regresar al domicilio.
"Nosotros nos imaginábamos que era médico porque veíamos los uniformes colgados, pero yo nunca le he visto. Solo le vi una vez saliendo del garaje. Pero en casa nunca porque, ya te digo, siempre estaban con las persianas bajadas. Siempre estaban bajadas, a cualquier hora del día. En los 13 años que llevo viviendo aquí nunca han levantado las persianas. Ahora me imagino que era para que no viéramos lo que había dentro", contaba una vecina a EL ESPAÑOL.
La investigación
La noticia saltaba a la luz el pasado viernes, pero la detención se produjo el 29 de marzo. Todo comenzó a través de la voz de alarma dada por una amiga de una de las hijas mayores de la familia y tras recibir una charla de la Guardia Civil en el instituto sobre maltrato y violencia. Ese fue precisamente el detonante que hizo a la menor alertar de la situación que vivía en casa su compañera de clase.
A raíz de estos hechos se realizó un estudio del entorno familiar de la presunta víctima, contrastando también los datos con los agentes tutores de la Policía Local y Servicios Sociales de Colmenar Viejo. Una información que también corroboran los vecinos, que habían oído en varias ocasiones por la urbanización que los Servicios Sociales ya estaban investigando el caso.
Y es que a pesar de que había indicios de que algo podría ocurrir, nunca nadie se esperaba el horror que había detrás. Así lo contaban a este periódico algunas madres del colegio donde estudiaban los niños más pequeños. Tal y como señalaban, los niños acudían al centro educativo en no muy buenas condiciones higiénicas, llegando incluso en una ocasión a propagar un brote de piojos entre el resto de alumnos. "Un día mi hija vino con piojos y resulta que habían sido todos los hermanos de esta familia. La madre decía que según entraban salían, que ella no iba a gastar dinero en productos para el tratamiento".
Además, algunos padres del centro aseguraban que los ocho hermanos nunca llevaban desayuno para el recreo y que eran sus propios compañeros quienes cedían su comida a los niños. "Mis hijos dicen eso, que en el recreo se les veía como descompuestos", contaban.
Por el momento, os dos progenitores se encuentran en libertad bajo medidas cautelares. A ambos se les retiró cautelarmente la patria potestad de los menores, que en la actualidad se encuentran en un centro de la Comunidad de Madrid.