De cañas en el bar 'El Chino' de Ricardo, el hermano de Joaquín, del Betis: "Aquí echaba serrín"

-Tú mejor cállate, que eres del Sevilla, palangana...

El hombre, acodado en una barra que frecuenta desde hace ya 30 años, ante la respuesta suelta una estruendosa carcajada que secunda Ricardo Sánchez con otra, mientras éste sale y sirve en la terraza un montadito de butifarra.

Todo esto ocurre en el Bar El Chino, en el número 14 de la Ribera del Río, en El Puerto de Santa María. El local es una institución absoluta en la localidad gaditana. En la plaza de enfrente, justo al lado del río, el futbolista bético pegó sus primeros balonazos y jugó en el parque infantil con su hermano Ricardo. Años después los dos tomarían un tren con destino a Sevilla como canteranos del Real Betis Balompié.

El bar lo regenta quien finalmente regresó en El Puerto. Ricardo cogió las riendas del negocio hace 20, al jubilarse su padre. El establecimiento lleva abierto desde 1967: pequeño, techo abovedado y vigas de madera, paredes alicatadas hasta la mitad inferior. De ellas cuelgan tres o cuatro escudos del Betis, una foto del futbolista, una camiseta enmarcada con el número 17 del club verderón... y presidiendo, una enorme foto en blanco y negro foto de Joaquín 'El Chino'. No se trata del astro del balón, sino de su tío, ya fallecido. Fue quien le compró aquellas primeras botas que ahora cuelga Joaquín Sánchez. Canterano. Capitán del Real Betis Balompié. El fenómeno más allá del fútbol que esta semana ha anunciado su retirada tras 23 temporadas.

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Ricardo, dos años mayor que Joaquín (41), es el séptimo de los ocho hermanos Sánchez: son Amalia, Isabel, Lucas, Ani, María José, Juan José, Ricardo y Joaquín. Hijos de Aurelio, sobrinos del llorado Joaquín el Chino. Ricardo se apresura poniendo cafés, carajillos, coca-colas, montaditos y alguna cerveza tempranera. Antes de comer sale para Sevilla para no perderse el acto oficial de despedida de su hermano. "Está tristón, sí. Allí nos vamos todos para Sevilla y nos vamos a hartar de llorar".

Lo harán por Joaqui. "Porque aquí es Joaqui. En este bar, Joaquín es un añadido. Aunque yo le llamaba, y le llamo, 'cabeza' desde chico. Quillo, cabeza. Porque era muy menudito y tenía un molondro..."

Ricardo, junto a la foto de su tío, Joaquín Sánchez 'El Chino' y abajo a la derecha, una imagen del futbolista. L.G.

Aquí es el establecimiento que antes era la frutería de los abuelos Sánchez; posteriormente, el Bar El Chino fue regentado por el padre y el tío, y los hijos ayudaban detrás y fuera de la barra.  La casa familiar por aquel entonces estaba en la puerta contigua a un bar que abría a las 4 de la mañana para dar los desayunos a los portuarios. "Esa fue su época dorada: era una mina. Cuando atracaban lo menos 200 barcos ahí enfrente", rememora Ricardo. "Los sábados día sin colegio, mi hermano y yo veníamos aquí temprano a echar serrín en el suelo, porque esto era una tasca portuaria, con todas sus cosas".

El lugar es emblemático. "Es conocido por su antigüedad..."

-Y por su servicio. (Apunta un parroquiano).

-Gracias Javier.

Pese a la enormidad de Joaquín, la familia sigue siendo cercana y humilde. Hasta el punto que Ricardo se levanta todos los días a las 6 de la mañana para abrir el modesto bar a las 6,30, puntualmente, desde hace 20 años.

-Mucha gente puede pensar que por qué. Que quizá ya no tengas necesidad.

-Puede ser, pero yo no soy de esa condición. Ni yo ni ninguno de mis hermanos.

El local sí ha acusado muchas visitas turísticas "Horroroso. Vienen muchas familias con sus chiquillos y la gente se hace muchas fotos, me preguntan por la vida de Joaqui, y yo les cuento un poquito", explica a EL ESPAÑOL. ¿Viene él por el bar? "Sí. Aunque esta temporada ha venido menos, porque ha estado con lo del programa de la tele".

Joaquín "está tristón, y yo también. Da pena, pero ha tenido una trayectoria deportiva larga. Con lo que me gustaba a mí tirar para Sevilla a ver jugar a mi hermano". Sin embargo, el centrocampista portuense ha sabido labrarse un nuevo camino quizá sin querer. "Es que lo que hace le sale. Para él no es un esfuerzo ser como es. Es un deportista distinto, con ese tipo de vida que tiene. Va a estar en la tele".

Ricardo, tras la barra del bar en el que el se criaron los hermanos Sánchez. L.G.

A Joaquín se le conoce. Pero ¿cómo es Joaqui? "Yo me descojono con mi hermano. Desde chico ha tenido muy poca vergüenza, en el buen sentido. Tiene mucho desparpajo y mucha gracia. Es que es como es: tiene mucho arte". detalla su hermano. No ha sido un jugador "ni malaje, ni polémico. Ha sido simpático. Aparte de que ha sido un fenómeno jugando. Es un artista". 

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En sus redes sociales, el futbolista es Joaquinarte; el libro que publicó escrito en primera persona en 2021 lo tituló 'Vivir con arte'. Y esta semana, al anunciar su retirada, sostuvo:"He tratado de hacer de mi fútbol un arte". "Es que ha sido un jugador de arte", puntualiza Ricardo.

Ricardo, con uno de los fieles clientes del Bar 'El Chino'. L.G.

La particular filosofía de lo que es el arte es algo "muy de aquí, de este rincón. El arte para nosotros es la persona, y él lo tiene".

-¿Ricardo, tú crees que la forma de ser de tu hermano pudo influir en que no fichara por uno de los grandes?

-Puede ser que le pasara facturita. Para que no lo fichara el Real Madrid, por ejemplo. Tampoco Lopera fue muy así con él... a toro pasado, lo piensas. Esa espinita la tiene clavada mi hermano.

"Quizá es algo tópico que nos pasa a los andaluces, que se piensan que estamos siempre de cachondeo, pero a trabajadores y profesionales no nos gana nadie. Y fíjate a dónde ha llegado él". 

Otra de sus espinitas fue el bloqueo al que le sometió Ronald Koeman en el Valencia propició que a falta de minutos de juego no fuera convocado para la selección española cuando ésta lo ganó todo.  

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Joaquín comenzó de muy chico en el Betis. "Mi padre, sin tiempo ni para dormir, nos llevaba a Sevilla para que Joaqui y yo estuviéramos a las 8 de la mañana; y luego, mi hermana Ani le llevaba los guisos de mi madre para que comiera cuando estaba en el Betis Deportivo".

Aurelio también jugó en el equipo hispalense. Fue él quien le habló al entrenador de Joaquín. El portuense ficharía posteriormente por el Valencia, el Málaga, la Fiorentina... y regresó al Betis, donde lo recibieron 25.000 personas en las afueras del Benito Villamarín. Ha dado nombre a una puerta del estadio bético, es accionista del club, con él ha ganado dos copas del Rey... "y lo quieren hasta los sevillistas". 

Joaquín no colgará las botas hasta convertirse en el jugador con más partidos en Primera División en toda la historia. Con 23 temporadas y 615 partidos, está a siete de igualar a Zubizarreta y a ocho de superarlo. "Lo va a lograr, sí. Porque lo van a sacar".