A la izquierda, el edificio en el que residían Alexandra y Anastasia. A la derecha, el altar improvisado por los vecinos de Oviedo.

A la izquierda, el edificio en el que residían Alexandra y Anastasia. A la derecha, el altar improvisado por los vecinos de Oviedo. D.M

Reportajes

Alexandra y Anastasia, las niñas de Oviedo, pudieron ser víctimas de 'bullying': dibujaron ahorcamientos

Vecinos del barrio de La Ería, donde las menores residían junto a sus padres, creen que las menores podrían haber sido víctimas de acoso escolar. 

21 mayo, 2023 02:14
Oviedo (Asturias)

A los vecinos de la calle Facetos, en pleno barrio de La Ería (Oviedo), aún se les entrecorta la voz cuando hablan de lo sucedido durante la mañana del viernes. A pie de calle fueron muchos los que vieron a Igor, el padre de las mellizas Alexandra y Anastasia, correr mientras gritaba desconsolado pidiendo ayuda. “Yo le escuché gritar y correr a toda prisa y lo primero que pensé fue que había atropellado a alguien”, cuenta una vecina del edificio a EL ESPAÑOL. Pero poco después se confirmó la trágica noticia. Dos hermanas mellizas de 12 años, las hijas de Igor, se habían quitado la vida saltando desde la ventana de un sexto piso del edificio en el que vivían.

La reacción de todo aquel que pasa por la calle Facetos durante la mañana del sábado es la misma. Primero, mirar hacia arriba. Concretamente, hacia la ventana desde la que las menores se precipitaron sobre las 09:00 horas de la mañana del viernes. Segundo, cuchichear sobre lo ocurrido. Y tercero, acercarse al altar improvisado que los vecinos de Oviedo han montado en homenaje a las pequeñas. Libros, velas y flores en memoria de dos niñas “excelentes”, “agradables” y muy conocidas en el vecindario.

Tras lo ocurrido, fueron muchas las teorías que comenzaron a surgir en torno a las causas del suceso. Tras haber descartado la Policía de Asturias la participación de terceras personas en el caso, la principal hipótesis se centra en el suicidio. Por ello, los investigadores tratan ahora de averiguar qué fue lo que llevó a las dos hermanas a arrojarse al vacío y quitarse la vida. Y es que, a pesar de que en el Colegio La Ería, donde las menores estudiaban, aseguran que las mellizas estaban muy integradas con sus compañeros, algunos vecinos de la zona creen que las menores podrían haber sido víctimas de acoso escolar.

Edificio donde residían Alexandra y Anastasia junto a sus padres en el barrio de La Ería (Oviedo)

Edificio donde residían Alexandra y Anastasia junto a sus padres en el barrio de La Ería (Oviedo) D.M

Es el caso de una vecina de avanzada edad que reside en el vecindario. Un familiar suyo estudia en el mismo colegio al que acudían las dos hermanas y, tal y como ella misma cuenta, sí tiene entendido que las menores habían sufrido bullying en los últimos meses. Una teoría que cobra más peso aún después de haberse conocido los últimos detalles sobre los resultados del registro del domicilio. Y es que los investigadores hallaron en el dormitorio de una de las pequeñas una serie de dibujos en los que aparecían personas muertas y ahorcadas.

Pero a pesar de todo, la investigación continúa abierta. EL ESPAÑOL ha hablado también con algunas madres del Colegio Público La Ería, donde estudiaban las pequeñas. Los hijos de algunas de ellas, incluso, compartían clase con las dos hermanas. Y es precisamente por su conocimiento de cerca por lo que no apoyan la teoría sobre un posible caso de acoso escolar. “Mi hijo va a su colegio y algunos de sus amigos iban a clase con ellas. Todos los compañeros están destrozados. Sobre todo uno de ellos. Hay ratos que parece que va mejor, pero luego lo piensa y se descompone”, asegura antes de colocar una vela en el altar en memoria de las hermanas.

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En el vecindario aún les cuesta creer lo ocurrido. Muchos definen como un tremendo “shock emocional” lo vivido durante la mañana del viernes. En torno a las 11:00 horas de la mañana del sábado, una mujer de avanzada edad sale del portal, mira de reojo el altar y se santigua con los ojos llorosos. Posteriormente, confiesa a los periodistas que se encuentra completamente destrozada. “Yo no pensaba que esto me iba a afectar tanto. Pero es que estamos fatal. Todo el vecindario está sobrecogido”, asegura.

Ella misma vio al padre de las pequeñas, Igor, gritar desconsoladamente por la calle a primera hora de la mañana. Un llanto que le llevó a pensar que algo podría haberle ocurrido a él mismo, como un accidente con el coche. Pero poco después confirmó que lo ocurrido giraba en torno a las dos niñas pequeñas. “Tengo la manía de asomarme a la parte del patio interior para ver qué tiempo hace y vi algo que prefería no haber visto. Me encontré a las dos niñas en el suelo y posteriormente llegaron los servicios de emergencia. La verdad es que ha sido horrible”, asegura.

Altar improvisado en el portal de la vivienda de las hermanas Alexandra y Anastasia.

Altar improvisado en el portal de la vivienda de las hermanas Alexandra y Anastasia. D.M

Todos los vecinos relatan lo mismo. Se trataba de una familia muy educada y agradable. De esas que siempre ponen buena cara a todo el mundo. Llevaban varios años residiendo en la urbanización, a pesar de ser de origen ruso. Un hecho que nunca fue un impedimento para su integración en el barrio, sino todo lo contrario. Tanto Igor, como su mujer Olga, como las dos pequeñas Anastasia y Alexandra, dominaban perfectamente el idioma español. El padre de la familia trabajaba como autónomo y la madre fue profesora de colegio.

“Si es que poco más se puede decir. Una familia normal, muy majos los dos, tanto él como ella. Y las niñas pues un amor. Súper rubias, súper guapas, muy educadas. Siempre que te veían te saludaban y eran muy vergonzosas. Había veces incluso que subían por las escaleras por no coincidir en el ascensor porque les daba vergüenza, pero siempre saludaban. Y su hermano pequeño igual. Nadie se esperaba esto”, cuenta otra vecina.

Subieron al sexto

Los hechos ocurrieron en torno a las 09:00 horas de la mañana del viernes. Las dos niñas mellizas de 12 años se prepararon para acudir al colegio, como cualquier otro día. En ese momento, ni su padre ni su madre se encontraban en casa, ya que habían ido a llevar a su otro hijo pequeño, de 10 años, al centro educativo. Anastasia y Alexandra debían acudir al colegio solas. Salieron de su casa, un cuarto piso. Pero en vez de bajar las escaleras, como cada día, en esta ocasión decidieron subir hasta la sexta planta. Allí se desprendieron de sus mochilas, que quedaron tiradas por el rellano, para, poco después, arrojarse al vacío. Las dos fallecieron en el acto sin que los servicios de emergencia pudieran hacer nada por salvar sus vidas.

"Hay que gestionar situaciones muy duras”. Con esas palabras definía la directora del C.P La Ería a La Nueva España lo sucedido con las dos hermanas mellizas. Dos alumnas que, según el entorno escolar, estaban perfectamente integradas. Una afirmación que confronta con la posible hipótesis del presunto acoso escolar que podrían sufrir las pequeñas.

Desde lo ocurrido, la comunidad educativa, tanto centro escolar como padres y madres, se han volcado con la familia. De hecho, el viernes por la mañana se guardó un minuto de silencio en homenaje a las pequeñas. Pero a pesar de ello, todavía tratan de reponerse del golpe. Tal y como se confirmó esa misma mañana, los estudiantes del colegio se enteraron de lo ocurrido en clase y algunos de ellos precisaron ayuda psicológica. 

Colegio Público La Ería, donde estudiaban las dos mellizas Alexandra y Anastasia.

Colegio Público La Ería, donde estudiaban las dos mellizas Alexandra y Anastasia. D.M

“Nos encontramos profundamente consternados ante el trágico suceso que tuvo lugar esta mañana. En nombre de nuestra asociación, deseamos expresar nuestras máximas y sinceras condolencias a la familia y solicitar encarecidamente respeto y privacidad, tanto para ellos como para toda la comunidad escolar”, publicaban desde la Asociación de Madres y Padres de La Ería.

Polémica por el luto 

La tragedia de las mellizas Alexandra y Anastasia ha ocurrido en plenas fiestas de La Ascensión en Oviedo. Tras confirmarse la noticia, el Ayuntamiento decretó luto oficial durante dos días y suspendió gran parte de las actividades relacionadas con la festividad. De hecho, el sábado por la mañana, había convocada una manifestación de sanitarios en la estación de la ciudad. Sin embargo, desde ATAS, los organizadores, confirmaron la suspensión de esta y anunciaron que sea realizaría, en su lugar, un minuto de silencio por las víctimas. 

Pero no todo el mundo respetó el luto. Desde última hora de la tarde del viernes, todo aquel que pasaba por el lugar donde ocurrió la tragedia podía escuchar música a un elevado volumen que procedía de un parque cercano al domicilio. Canciones de orquesta que contrastaban con el silencio absoluto que reinaba en el vecindario. Y es que a pesar de que el Ayuntamiento había decretado el luto y suspendido la mayor parte de actividades, no todo el mundo respetó.

El mismo sábado, el Ayuntamiento de Oviedo confirmaba que los responsables de la Comisión de Fiestas de Buenavista "rechazaron en todo momento aplazar o suspender la fiesta y optaron por celebrarla conforme estaba aprobada con anterioridad". Una acción contra la que el gobierno ha expresado su total rechazo debido al "dolor que todos los ovetenses sentimos por la tragedia que ha vivido esta familia". Algunos vecinos aseguran a EL ESPAÑOL que incluso llegaron a dar la voz de alarma a la Policía, que les confirmaron que la organización no dependía del Ayuntamiento sino de la Comisión de Fiestas de Buenavista. 

"Siento mucho que los organizadores no hayan tenido la sensibilidad suficiente para entender que resulta inoportuno celebrar una fiesta el mismo día del suceso a tan poca distancia de donde se registró la muerte de estas dos niñas", concluía la concejala de Festejos de Oviedo, Covadonga Díaz.