María Guardiola, decidida a echar a Vara: la nº1 de Empresariales que 'dejó de llorar' para ser presidenta
En el PP extremeño dan por sentado que será presidenta. Guardiola ha tallado en menos de un año un exitoso perfil político que ha irrumpido con fuerza en la política española.
3 junio, 2023 03:30Extremadura: 40 años de autonomía y tres presidentes de perfil numismático, tipiquísimos, de telediario. La larga sombra de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el cameo del PP en la Junta con José Antonio Monago, las dos etapas de Guillermo Fernández Vara. Nunca una mujer como opción en una tierra marcada con el estigma de esa pobreza que Buñuel filmó en Las Hurdes. Hasta que llegó una señora rubia y heterodoxa que, despixelada en Génova por Alberto Casero, encandiló tanto al actual líder del PP como a su predecesor.
María Guardiola (Cáceres, 1978), al timón del PP extremeño desde julio del año pasado, será la próxima presidenta de la Junta de Extremadura. Aunque la afirmación suene todavía a osadía vista la situación y entenderse con Vox no entrara en sus planes. Aunque Alberto Núñez Feijóo —en sus trece aún con aquello de la lista más votada— ponga en jaque sus posibilidades por un puñado de votos, empatados PSOE y PP a 28 diputados. Es la convicción que transmiten desde su entorno las numerosas personas consultadas por EL ESPAÑOL.
"Mis jefes son los extremeños y ellos pidieron cambio. Las decisiones de Vara las toma Sánchez, las mías las tomo yo junto a los extremeños. Nuestra tierra no se gobierna desde Madrid", contestó, tajante, Guardiola a Feijóo en una entrevista televisiva. Y punto.
¿Existe la posibilidad de que siga Vara tras titubear con la renuncia? Al PSOE no le da con los cuatro diputados de Podemos y necesitaría la abstención del PP. "No me cabe ni la más mínima duda de que ni Vox ni nosotros vamos a permitir que un socialista siga arruinando nuestra tierra teniendo la posibilidad de evitarlo", asegura un destacado dirigente del PP extremeño. "No lo llamaría tanto como paripé, pero sí son... escenas previas", se sincera.
El PP necesita algún tipo de acuerdo con Vox en seis autonomías tras el 28-M. El miedo a que salga otro Juan García-Gallardo parece real. "No, no, pero este viene del PP: fue concejal nuestro en Mérida", sigue la fuente sobre Ángel Pelayo, el líder de Vox en la región. "Para lo que es Vox, es moderado. Pondrá sus condiciones, obviamente, y más al principio, pero no sé si entrará en el Gobierno".
Oposición y política
Hay quien la llama la Ayuso extremeña porque quiere acometer una "revolución fiscal" en su tierra. O quizás por la imagen de vigorosa mujer del PP. O porque —ya lo sabe Feijóo— no la calla nadie. "Ella se niega a comprar espacios-marco. Puede ser fiscalmente más liberal, pero socialmente no tiene un concepto tan conservador como otros compañeros de partido. Es contradictoria en muchas cosas", estima uno de los hombres que ha cincelado su discurso durante el último año. Y que se acodó con ella para celebrar la victoria el domingo pasado con un merecidísimo Brugal con Coca-Cola.
A cargo de Rebellious Words, el éxito de la campaña es evidente. Uno de los creativos se ha tatuado el resultado. La empresa de comunicación sevillana desembarcó en Cáceres en julio, con Guardiola recién proclamada, con todo por construir. Habla Extremadura ha sido el lema de campaña. La candidata del PP se enchufó la bandera extremeña hasta en las orejas. "Ha mejorado en todo y todavía tiene margen de mejora. Pronto se quitó los complejos de encima. Ha trabajado como una jabata, se ha pateado Extremadura entera constantemente, hablando con gente muy cabreada con los políticos", narra un miembro del equipo de campaña.
"Joder, qué candidata", se dijeron en los primeros ensayos. Pero había mucho que pulir. ¿Un talón de Aquiles? ¿Algo con lo que desalmibarar el perfil? La gestión de las emociones. "Es muy emocional. Le cuesta a veces mantener la seriedad. Es llorona, vaya, y estaba muy procupada porque le pudiera pasar en público", desvelan desde su equipo de comunicación. "Le pasó en un canutazo. Le dijimos que no era bueno por una razón: si muestras debilidad la gente piensa que no vas a ser presidenta".
Rebobinemos un poco: ¿de dónde viene esta mujer?
María Guardiola es la mayor de cuatro hermanos —tres mujeres y un hombre— de una familia cacereña de clase media. La futura presidenta extremeña, criada por su madre (técnico en educación infantil) y su pareja, siempre sacó buenas notas. Y arrimó el hombre en casa: no es una pepera pija, sino una grupi de Alejandro Sanz con ciertos aires "barrieros" —en el mejor de los sentidos— en las distancias cortas. Está casada y tiene dos hijos. "Para qué te metes en esto con dos hijos que tienes", le dijó Fernández Vara en la primera reunión que mantuvo con ella tras tomar las riendas del partido.
Dio clases particulares de matemáticas, repartió guías telefónicas, trabajó en unos grandes almacenes. Licenciada en Administración y Dirección de Empresas y diplomada en Ciencias Empresariales por la Universidad de Extremadura, tuvo el mejor expediente de su promoción. Nunca estuvo afiliada a Nuevas Generaciones. Su primer contacto con la institución que ahora presidirá fueron unas prácticas tras terminar la carrera. Mientras, se preparó las oposiciones a la Administración autonómica. Se presentó a dos y aprobó ambas.
Aterrizó en la política durante el gobierno de Monago, entre 2011-2015, los únicos cuatro que los populares han gobernado en la región, aunque pudo hacerlo antes. "Llegó a política casi sin querer, ya se lo habían ofrecido antes desde el PSOE. Le ha gustado y ha seguido con ello", contó su padrastro a El Periódico de Extremadura. "Cristina Teniente [vicepresidenta con Monago] se la llevó a la Vicepresidencia como secretaria general de Ciencia e Innovación. Perdimos el gobierno en el 15, pero fue antes en las listas para el Ayuntamiento de Cáceres", resume un ex alcalde popular extremeño.
Entre 2015 y 2019 fue concejala de Hacienda con Elena Nevado, que gobernó su última legislatura como alcaldesa en coalición con Ciudadanos. En 2019, ya como número 2 de la lista, en las quinielas incluso para ser la candidata, se fue a la oposición tras decantar Ciudadanos el gobierno municipal esta vez en favor del PSOE.
El apoyo de Casero
Pero fue Alberto Casero, el secretario de Organización de Casado y mano derecha de Teodoro García Egea, reclutador de muchos de los candidatos del PP exitosos este 28 de mayo, quien mejor vislumbró su potencial. Y así se lo dijo, a bocajarro, a principios de julio de 2021, en un restaurante del Casco Antiguo de Cáceres, en el marco del congreso provincial del partido. "¿Y tú por qué no te animas?", le soltó el cultísimo y denostado Kissinger de Trujillo. Guardiola se quedó a cuadros. "Necesitamos una mujer por primera vez, en Extremadura tenemos que ser rompedores para ganar", insistió el hombre del voto tras tantearla.
La llamó después. No fue un globo sonda. También gustaba mucho a Víctor Píriz, el otro diputado extremeño del PP, gran amigo de Casero. Convencieron a Génova. Francisco Pizarro, el alcalde de Plasencia que este 28-M concatenó su cuarta mayoría absoluta, relevo natural de Monago por él espoleado, se llevó un pasmo de narices. "Buscábamos un nombre diferente, no venía apadrinada por nadie, gana muchísimo en las distrancias cortas, sólo ha hecho dos o tres mítines centrales grandes. No es mala en el atril, ojo, es opositora, se memoriza un discurso de 30 páginas y te lo suelta bien. Es una tía muy normal y sencilla. Tiene una visión más de ciudadana que de política", desgranan fuentes de la anterior dirección del PP.
Se presentó en Génova para entrevistarse con Casado y García Egea a finales de 2021. Luz verde. El 16 de febrero de 2022 —el mismo que El Confidencial y El Mundo publicaron los espionajes de Génova a Ayuso— García Egea, Casero y Ana Beltrán le comunicaron a Monago que ella sería su sucesora. La entrevista pedida por Monago y concedida por Casado para apañar su salida de la manera más honrosa posible jamás llegó a producirse. Habían quedado esa misma noche, pero el joven líder del PP ya doblaba en tablas. Sabía que la publicación de la noticia era inminente.
Lo nuevo contra lo viejo
Son muchos los que han reconocido ciertos rasgos evidentes entre la estrategia empleada por Juanma Moreno —referente confeso de la próxima presidenta extremeña— en Andalucía y Guardiola en Extremadura. Un éxito rotundo tan reciente que es imposible no tomar nota. Territorio comanche para la derecha, gente hastiada, El Dorado en el voto moderado. Aunque "es más fácil llegar al tedioso que al moderado" fuera una de las consignas que día tras día le repetían a Guardiola. Mensajes transmitidos "desde la severidad, pero no desde el enfado". Su equipo, de hecho, le hacía gestos para que bajara dos marchas si se envalentonaba.
"Extremadura no es una región de centro derecha. Es una región de centro, moderada. Si no se te pareces a la región de la que quieres conseguir el apoyo mayoritario, no vas a ganar nunca. Dirige equipos con una sonrisa, que es muy complicado. Para un partido como el nuestro, después de tantos años sin gobernar, esta victoria ha sido muy importante", analiza Víctor Píriz en conversación con este periódico.
"La candidatura de María Guardiola representaba algo totalmente diferente", insiste Píriz. "Cuando dos presidentes nacionales diferentes apuestan por la misma persona es que tiene algo especial. Era confrontar con Vara lo nuevo y lo viejo, lo cansado y lo ilusionante, se notaba en los mismos carteles electorales".
Dos estilos diferentes con relación cordial: nadie del equipo de Guardiola habla mal de Guillermo Fernández Vara en el plano personal. Sí creen que ha pecado de exceso de complaciente. "El PSOE se ha confiado, no la tenían como amenaza", estima uno de sus asesores. Uno de los pocos patinazos de la candidata popular fue sonado: se quejó por Twitter de que en el tren no había enchufes, citando a Sánchez ante las Altas Instancias Tuiteras, y los tenía debajo.
En el equipo, ahora, hablan del síndrome de Guardiola como una sintomatología que acecha a Vara. Y no por María: "Tuvo más posesión que goles".