La semana pasada saltaba la alarma de nuevo: otra menor había sido violada en el centro comercial Màgic Badalona y sus agresores, dos adolescentes, eran detenidos y posteriormente puestos en libertad vigilada. Era el cuarto caso de violación en el centro comercial en apenas un año.
Apenas unos días después, otra menor se enfrenta al calvario de haber sido violada en grupo muy cerca de allí, a apenas dos kilómetros. En este caso, los hechos sucedían junto a la estación de tren de Badalona, pero la manera de proceder era prácticamente idéntica a las anteriores: un grupo de entre 8 o 9 personas la atacó y, mientras unos violaban a la menor, los otros vigilaban la escena.
La menor explicó que había quedado con su pareja, a la que había conocido por una red social, pero al verse aparecieron otros menores que la violaron y grabaron la escena. Fue un vecino el que alertó a la policía y agentes de los Mossos y la Guardia Urbana de Badalona se personaron en el lugar y se ocuparon de la víctima.
[Hallan los cadáveres de una mujer embarazada y su hijo de 3 años en una vivienda en Granada]
Los menores huyeron, aunque se ha podido identificar a algunos de ellos por la declaración de la víctima y por los objetos personales que abandonaron en el descampado tras su estampida. La hipótesis es que, una vez más, todos ellos son menores de la zona. Algunos, incluso, menores de 14 años y, por tanto, inimputables.
Por qué en el Badalona Màgic
A raíz de esta última agresión, la Unidad Central contra las Agresiones Sexuales (UCAS) de los Mossos d'Esquadra teme que agresiones similares se sigan replicando por la ciudad y se hace una pregunta fundamental: por qué siempre tienen lugar en el mismo área, en el centro comercial Màgic y su entorno.
Tirando de ese hilo, en EL ESPAÑOL hemos contactado con el Comité de madres contra la violencia sexual en Badalona, impulsado por la plataforma Lliures i Combatives y el Sindicat d’Estudiants, que este miércoles lanzaba un comunicado titulado Solidaridad con las dos nuevas chicas agredidas en Badalona, en el que clamaban que esta situación frene: "En los últimos días hemos conocido dos casos más de agresiones sexuales a jóvenes de Badalona: una, de nuevo, en el Màgic; y otra en un descampado cerca de la playa. Es un horror. Esto debe detenerse ya. Ya es suficiente".
Teresa Prados capitanea el citado comité y es, a su vez, madre de una de las chicas violadas en el Màgic. La frase que más repite cuando habla con nuestro periódico tiene dos palabras: faltan recursos.
"Nuestras reivindicaciones desde el principio no han sido escuchadas. La solución de este problema pasa por la inversión en educación, en sanidad, en recursos sociales", afirma.
También desde el Comité de madres contra la violencia sexual en Badalona piden "una asignatura sexual inclusiva en los centros de Primaria y Secundaria impartida por profesionales formados en violencia de género y violencia contra el colectivo LGTBI" y la presencia de "expertos que sepan detectar posibles agresores". En cuanto a las causas del problema, Prados señala "el abandono" en el que se encuentran todos los barrios obreros de Badalona, de donde proceden los agresores.
Para aclararlo: el Màgic Badalona es algo así como el epicentro, el lugar de reunión de menores que llegan de estos barrios colindantes. A saber, de Sant Roc, pero también de la Salut o de Sant Mori de Llèfia, entre otros.
Todos estos distritos, aclara Teresa, comparten la misma falta de recursos: "Todos los esfuerzos se han concentrado siempre en Badalona centro, y el resto de barrios somos considerados periferia. Se han olvidado de invertir en nuestros institutos: están masificados, y un profesor con 30 niños en su clase no puede llegar a todos aunque quiera, está limitado. Hay una clara falta de recursos sociales, faltan incluso edificios municipales donde poder disfrutar de un ocio sano, donde poder ir a jugar a juegos de rol, al basket, o donde pasar simplemente la tarde".
Por eso, aclara, los chavales recalan en el centro comercial. Por una razón, incluso, climatológica, porque es el único lugar con aire acondicionado ahora que los rigores veraniegos están a punto de llegar. "No tenemos ni piscina municipal, con eso te digo todo".
La zona, además, carece de los recursos sociales pertinentes, y de hecho los trabajadores sociales del ayuntamiento han iniciado una huelga para reclamar más personal: "Hay tres trabajadores sociales para una ciudad como Badalona, y cada uno debe ocuparse de 120 familias. ¿Qué atención se les puede dar?", se pregunta Teresa. La tasa de paro de estos barrios, añade, multiplica con creces la del resto de Badalona.
Tratados como héroes
Rosa (nombre ficticio bajo el que prefiere hablar para este reportaje) pertenece a un grupo feminista vinculado a la Asociación de Vecinos Sant Mori De Llefià, y es además profesora en un instituto de Sant Roc: algunos de sus alumnos han sido detenidos por las agresiones. Ella nos cuenta cómo en ambos barrios la inseguridad está escalando sin precedentes: "Vemos la gravedad de la situación, es el debate continuo en la tele, pero no se están poniendo medios ni desde la Generalitat ni desde el ayuntamiento".
La profesora tiene contacto con otros docentes de otros institutos en los que también hay víctimas y agresores, y asegura que en todos ellos "se está pasando mal".
Relata un episodio estremecedor: uno de los adolescentes detenidos, cuando fue puesto en libertad por el juez, regresó al barrio entre vítores: "Vimos por la ventana un gran movimiento, y era gente que había ido a felicitarlo, abrazarlo y apoyarlo. Esto nos causó más angustia, pero es que en según qué culturas esto es un acto heroico. A estos chicos se les está recibiendo en el barrio como héroes". También dice, con impotencia, que algunos de sus propios alumnos abrazaron al menor.
"Luego dicen que esto tiene que frenarlo la educación, pero la educación no lo es todo, yo puedo educar muy bien a los alumnos y hacer unas dinámicas espectaculares, pero si llegan a casa y esto está permitido, el peso es familiar, y más en según qué etnias", reflexiona.
A su juicio, la pornografía que ven muchos de estos chavales agrava la problemática: "Estos críos tienen acceso a una pornografía brutal. Muchas veces vienen y me enseñan algunos vídeos y yo les hago ver que ahí no hay amor, hay daño, y que hay una persona que está disfrutando a costa de hacer sufrir a otra. Y en el momento lo piensan, pero luego los inputs que les llegan son los mismos… A nivel social ahora es lo que se valora: eres más guay si vas en manada y os cepilláis entre todos a una chica".
Por todo ello, en opinión de la profesora, hace falta una labor de asistencia social integral que trabaje con las familias, no sólo con los alumnos: "Las entidades del barrio somos las que estamos trabajando, pero faltan recursos por un tubo". Y se vuelve más necesario que nunca un protocolo contra el absentismo que, declara, ronda el 50%: "Tenemos unos 30 alumnos por clase en la ESO, y 22 en Primaria. Pero con el absentismo hay días que te puedes encontrar con 15".
Le preguntamos cuál es, en su opinión, la causa de este absentismo escolar tan elevado y alude a la falta de un plan de educación que sepa atender debidamente las especifidades de todos los alumnos: "A los chavales que vienen de familias desestructuradas, que están todo el día en la calle, encerrarles en la escuela es como meter un león en una jaula. Ellos necesitan las unidades externas, que trabajan a otro nivel, más enfocadas a un trabajo el día de mañana".
Rosa también traza una radiografía clara de las horas que estos chavales pasan en la calle, deambulando: "Están todo el día por ahí, se aburren mucho y ahora les ha dado por esto, pero en otras temporadas les ha dado por ir a las puertas de los gimnasios a pegar a los tíos cachas, aunque eso no haya salido en los medios de comunicación. Son modas, ahora les ha dado por aquí y está funcionando: fíjate las violaciones que ha habido en el Màgic y sigue pasando y no pasa nada. Hasta que se cansen. Igual que les ha dado por quemar contenedores, que también les pillaron".
Qué hacer con los menores
Precisamente estos días, tras las dos últimas agresiones, el debate se centra en qué debe pasar con estos menores agresores de catorce años que son, por ley, inimputables. En opinión de Teresa Prados, la madre de una de las víctimas de violación y presidenta del Comité de Madres contra la violencia sexual en Badalona, "la solución no pasa por rebajar la edad de impunidad", tal y como se está planteando desde algunos sectores, sino "por preguntarse por qué menores de 11, 12, 13 años cometen estos delitos tan atroces" e ir a la raíz del problema.
Así lo expresa, en la misma línea que la docente: "Está claro que tienen que pagar por ello porque han cometido un delito, pero es necesario ver qué condiciones de vida tienen estos chavales y cuál es su situación. Este sistema salvaje les lleva a convertirse en salvajes, y por eso también hay que poner el foco en no abandonarlos. Necesitan ayuda igual que las víctimas. No podemos ponerle a un chaval de 12 años la etiqueta de que va a ser un violador toda su vida y abandonarlo". Para ello, también cree que sería vital la creación de una unidad específica con profesionales dotados que pudieran tratarlos de cara a una posible reinserción.
En cuanto a su hija, Teresa lleva meses luchando por que consiga la atención psicólogica necesaria tras la agresión sufrida. Ahora lleva ya cuatro sesiones de terapia grupal y alguna individual y, aunque se trata "de un proceso lento, lleno de retrocesos y avances", está luchando por recuperarse. Sin embargo, hace poco se cruzó con uno de sus agresores por la calle y eso "le hizo retroceder todo lo avanzado".
Las víctimas allí "siempre van con miedo, en alerta", al compartir espacios de educación y ocio con sus agresores. Por todo ello urge una solución. Y todas las asociaciones consultadas concuerdan en que ésta debe ser transversal.
"Lo que demandamos como familias es un protocolo: se tienen que sentar salud, educación y servicios sociales. Nosotros no somos profesionales, la situación la tienen que poner ellos poniéndose manos a la obra", afirma Pedro Boscovich, el presidente de FAMPAS, la Federación de Asociaciones de Familias de Alumnos de Centros Públicos de Badalona.
En la misma línea que Teresa Prados, argumenta que la salud mental de la juventud es la principal preocupación de todos los padres y madres: "El día que saltó la noticia de la primera violación nosotros estábamos reunidos con servicios territoriales tratando nuestra preocupación por el estado de ánimo de nuestra juventud. La crisis económica presente, añadida a la pandemia que les hizo mucho daño al ser el colectivo con más restricciones, ha derivado en muchas depresiones, trastornos de alimentación, suicidios e intentos de suicidio…".
Por ello, desde la Federación ya trabajan conjuntamente con el Comité de Madres, y seguirán reclamando que las administraciones se pongan manos a la obra para atajar el grave problema de inseguridad ciudadana que atraviesa todos los barrios obreros del municipio de Badalona.