El cableado de las obras de un residencial le hizo sentir a Teresa Romero como si fuese una especie de colilla humana. "Yo iba con mi silla de ruedas, un cable se me enganchó en las ruedas delanteras, me caí de boca y me quedé tirada hasta que me recogieron del suelo", subraya indignada esta granadina, de 42 años, que sufre una paraplejia y que llevará a los juzgados a la promotora del Residencial La Higueruela de Atarfe, para que la indemnicen por las lesiones que le causó aquella humillante caída.
"Ese cable para mí era como una barrera arquitectónica", reflexiona Teresa. "Es algo que no me explico en pleno siglo XXI, las cosas hay que hacerlas de otra manera porque deben entender que esa caída que he sufrido también podría haberle ocurrido a un anciano con un andador".
Lo que supone un simple batacazo para una persona que tiene intacta su movilidad, a esta mujer le ha causado unas lesiones que han contribuido a empeorar el ya difícil día a día que afronta Teresa, desde 2006, cuando sufrió un accidente de tráfico y acabó parapléjica. "Viajaba de acompañante en una moto de gran cilindrada, por una carretera que conecta Maracena con Albolote. Sufrí una lesión medular y me quedé en silla de ruedas con 25 años", recuerda sin entrar en detalles sobre el siniestro.
"Tengo reconocida una gran invalidez". A ese diagnóstico de por vida que suena a condena, ahora ha sumado una neuralgia en la espalda: un nervio dañado que le causa un dolor intenso y crónico. Además, Teresa padece sendas tendinitis en un hombro y en un codo: un serio hándicap para una mujer que necesita hacer fuerza con sus brazos, a diario, para poder desplazarse con cierta autonomía en su silla equipada con un pequeño motor.
- ¿Cómo sufrió la caída?
- Teresa Romero: Un cable atravesaba, de lado a lado, la calle Mar Menor, por la que suelo pasar para hacer la compra, ir al médico o a la peluquería. Es una zona de paso en la que antes no estaba ese cable, pero están construyendo unas casas y el cableado es de esas obras.
Aquel día, iba con mi silla de ruedas al supermercado, arrastré el cableado, se me enganchó en las ruedas delanteras y caí de frente contra el suelo. Estuve cinco minutos gritando y pidiendo auxilio, hasta que me escuchó un vecino y vino corriendo a levantarme. Esa caída me hizo sentir mucha impotencia porque no fue culpa mía, sino por una barrera arquitectónica que pusieron.
El percance se produjo el 9 de septiembre de 2021, en la calle Mar Menor de Atarfe, y Teresa denunció lo sucedido ante la Guardia Civil tras recibir atención médica. "Cuando presenté la denuncia, le pusieron hormigón al cable para taparlo, y entonces parecía un escalón, como si fuese un bordillo", según critica, antes de explicar las lesiones que arrastra desde que sufrió aquella caída.
"Llevó dos años de médicos porque tengo unos dolores muy fuertes en la espalda que no me dejan dormir: siento una especie de quemazón por el nervio que tengo dañado". Todo está documentado con informes médicos, incluidas las sesiones de fisioterapia que recibió durante "tres meses" y que no han conseguido que Teresa deje de tomar fármacos para soportar el dolor diario: valium, gabapentina...
"Me han puesto agujas, corrientes y me han tenido que infiltrar en el hombro porque lo tengo que hacer todo con la ayuda de mis brazos", según prosigue enumerando el alcance de sus secuelas.
- ¿Qué le dijeron en su última consulta médica?
- Teresa Romero: Me sigue doliendo mucho el brazo derecho y no puedo tirar de mi cuerpo. Ahora estoy esperando a recibir ondas de choque en el codo, pero ya me han dicho que si no me funcionan, también me infiltrarán como hicieron con el hombro.
De manera que Teresa ha contratado los servicios del abogado Joaquín Perales, para presentar una demanda de conciliación, por la vía civil. El objetivo de esta acción legal es reclamar una indemnización a la promotora del residencial, por las lesiones que supuestamente le ha ocasionado la caída por aquel cable de las obras.
"Le hemos mandado cinco correos de reclamación sin respuesta", según resalta el letrado Joaquín Perales, sobre los "reiterados intentos" que ha realizado con la empresa inmobiliaria para llegar a un acuerdo. "No atiende nuestra reclamación, a pesar de la evidente responsabilidad: tanto es así, que recubrieron el citado cable con posterioridad [a la caída de Teresa]".
EL ESPAÑOL ha contactado con la promotora del residencial de Atarfe, para recabar su versión sobre los hechos, pero han subrayado que no pueden pronunciarse porque el gerente está de viaje de negocios. El letrado de Teresa, experto en litigios de tráfico y consumo, confirma que ya ha presentado la demanda de conciliación: "Exigimos a la empresa constructora una indemnización de 30.000 euros, por daños personales y morales". Así arranca el escrito del abogado:
"En fecha 9 de septiembre de 2.021, doña María Teresa Romero Núñez, marchaba en su silla de ruedas, al sufrir la misma una paraplejia, momento en el que sufrió una caída en la localidad de Atarfe (Granada), a consecuencia de cruzar la vía en su integridad un cable de grandes dimensiones, contra el que tropezó la silla de ruedas, ocasionando la caída de mi representada al suelo, sufriendo lesiones de entidad".
"El cable de grandes dimensiones, causante de la caída de mi representada, procedía de la construcción del Residencial Parque La Higueruela, promovida por la mercantil conciliada Aldaba Homes S.L., situada en la calle Mar Menor de la localidad de Atarfe (Granada)". Perales incluye fotos en su demanda, para demostrar la ubicación del cableado y que no estaba señalizado para los peatones.
"A fines meramente ilustrativos, se acompañan fotografías tomadas el mismo día de la caída, acreditativas de que dicho cable suponía un claro obstáculo y riesgo para los viandantes; riesgo que se materializó con la caída de mi mandante, quien yendo en silla de ruedas, no pudo sortear dicho cable, al ocupar la vía en su totalidad, careciendo además de señalización alguna que advirtiera de su presencia". De hecho, el letrado sostiene que tras formular Teresa una denuncia penal, por parte de los albañiles que construían el residencial, "se intentó cubrir dicho cable, haciéndolo además de una forma deficiente".
La primera denuncia contra la promotora se archivó porque se interpuso por la vía penal y la caída sufrida por Teresa es una imprudencia civil. La fórmula legal correcta es acudir a la vía civil, de modo que Joaquín Perales ha presentado una demanda de conciliación, contemplada en el artículo 1.902 del Código Civil, donde se "exige, como requisito de ineludible concurrencia, que al eventual responsable se le pueda reprochar culpabilísticamente el hecho originador del daño".
Tal culpabilidad es argumentada así por parte del letrado: "En el caso que nos ocupa, resulta acreditada la existencia de la responsabilidad de Aldaba Homes, en su falta de diligencia y de omisión del deber de cuidado, en la realización de las obras en Atarfe, habida cuenta de la existencia de un cable de grandes dimensiones que ocupaba toda la vía y suponía un obstáculo para los viandantes, especialmente en personas vulnerables, como mi representada, que hace uso de silla de ruedas por sufrir una paraplejia, con el consiguiente riesgo para que aquellas pudiesen tropezar con dicho cable y caer, que fue lo que le ocurrió a mi representada".
A Teresa no se lo ha puesto fácil la vida desde que en 2006 sufrió un terrible accidente de moto, pero nunca ha tirado la toalla y no piensa parar hasta que la promotora responda ante un juez por la caída que supuestamente sufrió, al dejar suelto el cable de las obras de un residencial: "Encima de que mi vida es complicada, te encuentras con estos obstáculos. Tienen que entender que las personas que no andamos, no podemos levantar la pierna para solventar obstáculos: ese cable fue como si me hiciesen la zancadilla".