Valencia

Fátima es una conocida maestra esotérica de Valencia que cumple prisión por abrir un negocio y hacerse pasar por abogada para intentar estafar 50.000 euros a una mujer. La falsa letrada ofrecía sus servicios para obtener resoluciones favorables en procesos judiciales, incluido los recursos que podrían llegar al Tribunal Supremo, pese a que jamás había estudiado Derecho.

Fátima ingresó en prisión en 2021 y el padre, prófugo de la Justicia, se escondió en casas abandonadas con los niños para evitar cumplir con la condena. Durante los últimos 2 años, los menores - de 15, 11 y 1 año de edad- han vivido retenidos y sin escolarizar hasta que la Policía descubrió que vivían desamparados y sufrían malos tratos.

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Cullera, un municipio en la costa de Valencia, a un hombre y una mujer de 51 y 57 años, respectivamente, como presuntos autores de los delitos de malos tratos en el ámbito familiar y abandono de menores por maltratar y mantener aislados y encerrados a tres menores de edad durante más de dos años.

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El hombre es el padre de los hijos de Fátima, según avanzó el diario Levante-EMV, y constaban en vigor hasta cinco requisitorias judiciales por delitos de estafa, dos de ellas de detención e ingreso en prisión, según informó la Policía Nacional en un comunicado.

 

Las diligencias policiales arrancaron el pasado mes de marzo. Agentes pertenecientes a la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Xirivella, también en Valencia, tuvieron conocimiento de los hechos en el transcurso de las pesquisas y organizaron un operativo para localizar y detener al hombre huido de la justicia.

 

Los agentes centraron entonces la investigación en la localización de los niños para la protección de los menores. Los investigadores averiguaron que los niños podrían ser los hijos del prófugo y que, al parecer, estaban viviendo al cuidado de una conocida porque Fátima se encontraba cumpliendo ya la condena en prisión.

 

El padre de los niños no quería entrar en prisión y se escondió en distintos puntos de la provincia. Ocupó diversas viviendas abandonas y la Policía Nacional, con la colaboración de la Policía Local de un municipio de la comarca de la Ribera, logró localizar la residencia actual y encontraron a los menores. 

Sin escolarizar

Las ventanas de la vivienda siempre se encontraban cerradas y las persianas bajadas. En la casa en la que vivían los niños no entraba ni un rayo de luz natural.

Durante el dispositivo de vigilancia, los investigadores comprobaron que al exterior únicamente salía una mujer y, en algunas ocasiones, se la veía acompañada de una bebé de aproximadamente un año de edad.

 

A lo largo de la investigación, los agentes comprobaron que ninguno de los hijos estaba escolarizado desde hacía al menos tres años.

Esta circunstancia, unida a la situación de "confinamiento y control absoluto" en las que podrían estar viviendo los menores, según la Policía Nacional, hizo que los agentes solicitaran una autorización de entrada y registro del inmueble para realizar una "protección efectiva" de los mismos.

 

En el registro llevado a cabo en el domicilio se identificaron junto a los sospechosos a una joven de 18 años y tres menores de 15, 11 y 1 año de edad, respectivamente, todos ellos hijos de Fátima y del hombre detenido. Las pruebas localizadas en el interior de la vivienda han confirmado "la situación de maltrato y desamparo" en la que se encontraban, según confirmaron fuentes policiales.

 

Los menores, al encontrarse privados de libertad, no acudían a ningún centro escolar. Tampoco se encontró ningún material escolar que indicara una formación a distancia o parental. Además, tenían un "notorio déficit de higiene" debido a las "condiciones de inhabitabilidad e insalubridad" de la vivienda.

Imagen de archivo de la Policía Nacional.

Retirada de tutela

Los agentes imputan a los detenidos supuestos delitos de malos tratos en el ámbito familiar y abandono de menor de edad. La pareja de Fátima ha ingresado en prisión provisional y a los menores se les ha solicitado la tutela con carácter de urgencia por parte de la Generalitat Valenciana.

Fátima cumple prisión tras hacerse pasar por abogada e intentar estafar 50.000 euros a una mujer. Pese a que en el juicio celebrado a finales del año 2021 quedó acreditado que no cuenta con estos estudios, en su perfil de LinkedIn consta que es empresaria y "letrada".

La víctima denunció que intentó aprovecharse de su situación personal. Fátima ofrecía en su consulta, ubicada en la calle Juan Llorens de Valencia, "sesiones de terapias alternativas, masajes, reflexología, nutrición y salud".

Además, a sus clientes les proponía la realización de "cursos de formación de naturoterapia, herbología, tarot y constelaciones", así como "catas de vinos y cervezas, catas y degustación de alimentos". Todo en el mismo local.

"Es un centro donde la gente puede venir a hacer actividades y relajarse. Se hace meditación yoga, la danza del vientre...", afirmó en una entrevista en una radio local de Valencia en 2018. A partir de ese año, captó a sus víctimas a través de su consulta.

Fátima aseguraba tratar la ansiedad o depresiones y vendía productos para potenciar las relaciones sexuales o adelgazar. "Lo único de lo que no soy partidaria es de tratar un cáncer con hierbas o comercializar productos que generen dependencia, yo soy sincera y clara", defendía. 

La tarotista acumula cuatro sentencias condenatorias por estafa y tiene una decena de causas pendientes por engañar a sus clientes. Ahora cumplirá el resto de su condena en la misma prisión que ha ingresado el padre de sus hijos.