Ángel Pelayo, el "señor de campo" y exconcejal del PP que acata a Abascal y no pacta con Guardiola
En el PP extremeño apuntan a una llamada de Pelayo, que habría estado cerca de rubricar un acuerdo, a Madrid como detonante del fiasco en las negociaciones.
22 junio, 2023 03:42No ha habido acuerdo entre PP y Vox en Extremadura pese a que, tras el resultado electoral del pasado 28 de mayo, parecía teleológicamente destinado a consumarse. Ni María Guardiola ni Santiago Abascal —a través de Ángel Pelayo Gordillo, líder de Vox en la región— dieron su brazo a torcer. Una reunión el pasado lunes en el Parador de Mérida, la segunda en el marco de las negociaciones, terminó de dinamitar cualquier atisbo de acuerdo. Boom. El fantasma de una repetición electoral ya no es un escenario remoto, sino probable, una vez que ambos partidos han escenificado su mayor encontronazo postelectoral hasta la fecha.
La falta de avenencia se palpó este martes, con el sorprendente acceso de la socialista Blanca Martín a la Presidencia del Parlamento por tercera legislatura consecutiva. La mujer no tenía ni preparado el discurso y se fundió en un abrazo espontáneo con Guillermo Fernández Vara, ganador de las elecciones por unos millares de votos frente a un PP con el que empató a 28 escaños, que ya ha anunciado que se presentará a la sesión de investidura.
La vorágine de acusaciones entre dos partidos capaces de entenderse en otros territorios se aceleró furiosamente. Guardiola, tras la constitución de la cámara, aseguró negarse a pactar con "quienes niegan la violencia machista, deshumanizan a los inmigrantes y a quienes despliegan una lona y tiran a la papelera una bandera LGTBI"; Abascal, por su parte, se refirió a ella como el "socialismo azul".
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La candidata popular, sin embargo, no sólo hizo hincapié en las distancias ideológicas. También en las matemáticas, parafraseando las "matemáticas para progres" de Iván Espinosa de los Monteros. No quiere una coalición de gobierno con un partido que obtuvo el 8% de los votos y cinco diputados. En la Comunidad Valenciana, el ya gran acuerdo marco de Vox, los de Abascal obtuvieron el 13% de las papeletas y 12 diputados.
El intercambio de mensajes desvelado por El Mundo este jueves así lo acredita. También la diletante voluntad de un Gordillo que tardaba horas, un día entero a veces en contestar. "Para lo que es Vox, es moderado", aseguraban fuentes regional del PP a EL ESPAÑOL hace tres semanas. Guardiola ofreció a Vox la Presidencia del Parlamento extremeño, una secretaría en la Mesa, el senador autonómico que le correspondía al Grupo Parlamentario Popular y 15 puntos de acuerdo muy del gusto de Abascal. Vox declinó porque no contemplaba la posibilidad de no conseguir, como mínimo, las consejerías de Educación y Agricultura, según constatan fuentes próximas a la negociación a este periódico; e incluso la Vicepresidencia a última hora del lunes.
"Habéis dinamitado el acuerdo. Como comprenderás, te comunico que ya no renunciamos a no contar con una vicepresidencia en el Gobierno de Extremadura. Mañana nosotros votaremos mi candidatura a presidente de la Asamblea. Si salgo designado con vuestros votos, obviamente a continuación os votaremos a las personas que digáis. Si esto ocurre, se abre de nuevo el compromiso de negociar un Gobierno del cambio en nuestra región", escribió desafiante Pelayo a Abel Bautista, secretario general del PP extremeño, a las 22:43 horas del lunes, revela el citado diario.
Dos reuniones, una el pasado 9 de julio y la del pasado lunes; mensajes a cuentagotas y, sobre todo, dos maneras de concebir la organización de un partido. Una casi federal, la del PP de Alberto Núñez Feijóo, que dotó a Guardiola y Bautista de absoluta independencia para negociar. Y otra al otro lado de la mesa —Pelayo estuvo acompañado por el cabeza de lista de Vox por Badajoz al Congreso, Ignacio Hoces— absolutamente piramidal, de mando único, supeditado cada paso a la aprobación de la dirección nacional del partido, pendiente Abascal del walkie-talkie.
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En el PP extremeño atribuyen a este hecho el fiasco en las negociaciones. "Nuestra sensación es que en el día de ayer hubieran firmado", aseguró Bautista a Okdiario este miércoles. "Sin embargo, hubo un receso en la negociación y Vox salió a llamar, pidió un tiempo para poder llamar a Madrid; y a su entrada lamentaron no poder firmar el documento", narró. "Si las negociaciones hubieran dependido de Vox Extremadura, hoy la Asamblea de Vox tendría un presidente de uno de los dos partidos y estaríamos hablando ya de una fecha de investidura", garantizó.
El desembarco en Mérida de Jorge Buxadé, el inflexible vicepresidente de Acción Política que no se arrepiente de haber militado en Falange pero sí en el PP, terminó de consolidar la ruptura. Guardiola habló de la llegada del "capataz de un señor feudal". Fuentes extremeñas de Vox de toda solvencia quitan hierro a su presencia y apelan a su querencia por el exhibicionismo: "Fue más bien a lucirse, algo que le encanta". Lo cierto es que Gordillo no abrió la boca y fue Buxadé el único que habló ante los medios.
El "señor de campo" ex del PP
¿Quién es Ángel Pelayo Gordillo (Mérida, Badajoz, 1962), el hombre que no ha hecho a Guardiola presidenta? Lo primero que habría que aclarar es que Pelayo no es su primer apellido, sino su segundo nombre; y que se trata de un viejo conocido del PP en Extremadura. Gordillo militó durante tres décadas en el partido de Guardiola y Feijóo. Y no sólo eso: fue concejal de Cultura, Turismo, Museos y Limpieza en el Ayuntamiento de Mérida con Pedro Acedo, a quien era muy cercano, entre 2011 y 2015.
Licenciado en Derecho por la UNED y gestor del patrimonio agrícola y ganadero de su familia, abandonó el centroderecha en 2018 y se afilió a Vox en 2019. En el partido de Abascal consiguió pronto dos cosas: la vicepresidencia provincial en Badajoz y, de nuevo, un acta de concejal en el consistorio emeritense. "Intenté poner un poco de racionalidad en el PP, hasta que vi que no era posible", justificó el cambio.
Cabe destacar que Ángel Pelayo Gordillo no fue la primera opción de Abascal para Extremadura. El líder de Vox buscaba a alguien "con más peso", aseguran fuentes conocedoras del movimiento, y sondeó, entre otros, a los dos diputados extremeños en el Congreso esta legislatura: la diputada por Cáceres Malena Nevado y el diputado por Badajoz Víctor Sánchez del Real.
Pero ambos se negaron. Elena Nevado, hermana de la primera y ex alcaldesa de Cáceres, figuraba curiosamente en las listas de Guardiola y ha sacado su acta; Sánchez del Real, por su parte, no renovará su escaño en la próxima legislatura. Una decisión controvertida en el seno de Vox y, según El Mundo, algo que hubiera facilitado el acuerdo de figurar él en lugar de Ignacio Hoces en la mesa de negociación.
"Ángel es un señor de campo", asegura un amigo cercano y miembro de Vox a EL ESPAÑOL, "un hombre además muy culto, con una enorme biblioteca que ha leído, y con aficiones que van desde reparar coches antiguos a la música clásica". Atributos que apuntalan las sospechas del dirigente del PP que en conversación con este periódico aseguraba no estar ante "otro García-Gallardo".
Su criterio, sin embargo, de ser cierto lo aireado públicamente por Abel Bautista, ese amago de rubricar un acuerdo cercano a las posturas del PP, ha tenido poco peso. Gordillo llamó a Madrid y acató el criterio de Abascal, siempre al otro lado del walkie-talkie cuando hay que negociar territorios. Ambas esquinas defienden la lealtad hacia sus posturas desde el primer momento y focalizan la culpa en el adversario. "María Guardiola ha cometido un gran error, la aplauden quienes nunca la votarán". "Vox se equivoca, Extremadura pedía cambio".