En el vuelo de Aerolíneas Argentinas que unía Buenos Aires con la localidad de Corrientes se produjo una horrible tragedia: la muerte del pequeño Noha, de tan solo dos años. La madre, Yesica Soler, ofreció unas breves declaraciones al medio argentino TN, en las que narraba lo ocurrido.
Hace algunos meses, la familia se vio obligada a mudarse de su domicilio en Corrientes e instalarse en Buenos Aires por una dolorosa circunstancia: el diagnóstico de su hijo Noha de leucemia. En la capital, a más de 900 kilómetros de su hogar, tendrían más posibilidades de tratar la dolencia del pequeño.
Pese a todo, tanto los familiares como el niño viajaban con asiduidad a su localidad de origen para visitar a amigos y conocidos e informar al resto de la familia del desarrollo del tratamiento. Todo ello, según cuenta Soler, con la intención de que Noha siguiera viviendo una vida normal y minimizar su sufrimiento.
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Cuando comprobaron que el tratamiento comenzaba a dar sus frutos y el pequeño mostraba alguna mejoría, los padres decidieron regresar a Corrientes para pasar unos días. El miércoles 12 de julio cogieron un avión en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en las afueras de Buenos Aires, para volver.
Según asegura Soler, iban de vuelta "porque iba a continuar su tratameinto allí. Nos quedaríamos en Corrientes y continuaría los chequeos rutinarios cada dos meses en el Hosptal Garrahan".
Los hechos
A la media hora de vuelo, el pequeño comenzó a sentirse mal. Ante esta situación, la madre alertó a las azafatas, que preguntaron si había algún médico a bordo. Dos profesionales acudieron a colaborar.
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Sin eembargo, los esfuerzos fueron en vano. La salud de Noha empeoraba. El piloto decidió volver a Buenos Aires para que el pequeño recibiera atención lo antes posible.
En cuanto aterrizaron, un equipo de profesionales sanitarios se dispuso a tratar al pequeño. Sin embargo, ya era demasiado tarde. Los médicos no pudieron hacer nada por su vida y, desgraciadamente, el pequeño Noha fallecía a primera hora del miércoles 12 de julio.