Con el paso de los años, las restricciones a la circulación de vehículos privados comienzan poco a poco extenderse por nuestro país. De hecho, desde la Dirección General de Tráfico se han implantado diferentes medidas. Por ejemplo, los distintivos medioambientales con el objetivo de limitar la contaminación en las grandes ciudades. Si hasta ahora las principales restricciones estaban reservadas a los vehículos sin etiqueta, ahora también se ha puesto el foco en los coches con la etiqueta B.
La Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que entró en vigor a principios de 2023, establece que toda ciudad que tenga más de 50.000 habitantes debe establecer Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Y aunque bien es cierto que todas ellas son competencia de cada ayuntamiento, estas están obligadas a sufrir revisiones y cambios a lo largo de los años. Esto implica que, estas modificaciones puedan implicar restricciones adicionales a vehículos con etiqueta B, los más contaminantes dentro de los que ostentan distintivo ambiental.
De acuerdo con la ley, los coches que lleven el distintivo B pueden acceder a las Zonas de Bajas Emisiones, pero no estacionar dentro de ellas: para ello, deberán hacer uso de un parking. Fuera de los límites de las ZBE, podrán seguir circulando con normalidad.
Señal que anuncia la entrada en una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Madrid.
De hecho, la zona de emisiones bajas de Barcelona está siendo revisada y depende de aprobación judicial que vuelva a ponerse en vigor con las mismas restricciones que tenía antes. En este caso, los coches con etiqueta B podrían dejar de circular el año que viene por la ciudad. Y si tenemos en cuenta esta planificación del AMB, las siguientes restricciones en 2030 podrían alcanzar a los coches con la etiqueta C.
Los coches con etiqueta B son los diésel homologados bajo la normativa Euro 4, y los gasolina homologados bajo la norma Euro 3. De forma aproximada, pero no siempre, corresponde con coches diésel matriculados respectivamente desde el año 2006, y gasolina matriculados desde el año 2000.
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Los coches con etiqueta B son los que más abundan en nuestras carreteras, y aunque algunos pueden superar los 20 años, son por lo general coches modernos, cómodos y en muchos casos ya dotados con buenas ayudas a la conducción.
Excepciones
Sin embargo, estas restricciones no se aplicarán a diferentes turismos, como por ejemplo aquellos que se utilizan para trasladar a personas con movilidad reducida si se encuentran dados de alta en el Sistema de gestión de accesos a 'Madrid Zona de Bajas Emisiones'.
Asimismo, los que tengan reconocida la consideración de 'históricos' conforme a la normativa correspondiente y los vehículos de emergencias y Fuerzas Armadas también podrán circular por el centro de Madrid sin disponer de la etiqueta correspondiente.