Se dice que en las familias en las que hay un músico, el arte se lleva en las venas. Aunque bastante alejado del estilo de su padre, Marcos Soto siempre se ha mantenido cerca de los escenarios. El sevillano forma parte de Mi hermano y yo, un dúo musical que formó junto a su hermano Jaime. Aunque los dos hijos de José Manuel Soto se han criado rodeados de guitarras entre ensayos y conciertos, no se unieron al mundo de la música de la misma forma. Mientras que Jaime estudió Periodismo y se ha formado como futbolista, Marcos fue muy mal estudiante y siempre ha tenido claro que su sitio estaba sobre el escenario.
Claramente, sus carreras profesionales transcurrían por caminos muy diferentes, por lo que era difícil imaginarles trabajando juntos. Marcos, que es el primogénito, ya llevaba mucho tiempo componiendo sus propios temas con la guitarra e incluso había ofrecido algún que otro concierto en Sevilla. Después de todos los esfuerzos y el interés que ha mostrado siempre por la música, era cuestión de tiempo que el cantante consiguiera un hueco en el panorama musical para poder vivir de ella.
Por su lado, Jaime no tenía entre sus planes dedicarse a nada relacionado con la música. Su arte no era con una guitarra, sino con un balón. Había hecho carrera en el fútbol y dedicaba sus días a jugar como delantero centro en el Real Betis Balompié. Pero el destino es caprichoso y parece que tenía otros planes para él ya que una lesión de rodilla le apartó de los campos cambiando las ideas de futuro que tenía en mente. Ahí fue cuando los Soto hicieron las maletas -en este caso las mochilas- y se marcharon al país asiático a emprender el que sería el viaje que cambió sus vidas.
Mochila y 400 euros
La unión musical de los hermanos surgió a partir de un viaje que ambos hicieron por La India al más puro estilo "Pekín Express". Marcos, ansioso por conocer mundo y Jaime, agobiado y disgustado tras haber tenido que dejar su carrera como futbolista. El que en un principio comenzó como un viaje de escasos días, acabó convirtiéndose en una aventura de 40 días en las que los hermanos Soto solo tenían unos 400 euros en el bolsillo y un par de mochilas, tal y como explicaron en una entrevista en La Razón.
Durante su travesía comenzaron a subir vídeos a YouTube en los que aparecían cantando los temas del uno y del otro. Así, fueron llegando cada vez a más personas hasta que un día del año 2015 se decidieron a fundar Mi hermano y yo. Comenzaron a fusionar sus gustos musicales creando una mezcla que combina la música negra que le gusta a Marcos con el flamenco del que Jaime es fan. Después de actuar de sala en sala por diferentes ciudades españolas, lanzaron Asómate donde el agua suena, su primer disco.
Tras el éxito que sembraron con sus primeros temas conjuntos, los hermanos Soto no han dejado de viajar. Vietnam, el Camino de Santiago desde Sevilla o Cuba han sido algunos de los viajes que les han seguido inspirando en sus canciones. Se podría decir que esta es la esencia que hace que sus seguidores les apoyen en cada uno de sus pasos. Con más de 100.000 oyentes mensuales en Spotify, se ven consolidándose como intérpretes y tocando allá donde puedan.
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Su hermana cantante
Está claro que el apellido en el mundo del arte puede ser la llave de muchas puertas. A pesar de la fama que tienen desde incluso antes de nacer, a los hermanos Soto les gusta vivir la experiencia de la calle, como afirman en otra entrevista con Vanity Fair.
Aunque sus nombres sean mayormente reconocidos, Marcos y Jaime no son los únicos hijos de José Manuel Soto. A pesar de mantenerse algo más escondida, Rocío también se mantiene muy cerca del mundo musical. Rocío Soto estudió Turismo y se marchó un tiempo a vivir en Italia, según explicó a la revista ¡Hola! En ese viaje nació Volver a empezar, su primera canción en la que además se escuchan de fondo las voces de sus hermanos y de su madre, Pilar Parejos. Ninguno de los tres hermanos tiene nada que ver con su padre. Soto comentó en una entrevista: "Creo que mis hijos votan a Podemos".
Es posible que en los últimos días haya sonado el nombre de José Manuel Soto más de lo normal. El reconocido cantante de rumba ligera se ha visto envuelto en una polémica tras arremeter contra el presidente en funciones Pedro Sánchez y sus votantes en redes sociales. Tal y como recoge Efe, tras los comentarios, los Ayuntamientos de Bormujos, en Sevilla, y de Villacarrillo, en Jaén, –ambos gobernados por el PP– decidieron suspender los conciertos que iba a ofrecer el Soto en las fiestas municipales.
Después de los hechos, el artista publicó otro comentario para explicarse: "Llamar hdp a alguien es una expresión popular muy española que está en El Quijote y en todos los clásicos, no hay que ofenderse tanto. A mí me llaman a diario fascista, nazi y cosas peores y me lo tomo con deportividad. Dicho esto pido disculpas a los ofendidos".