Un ex delegado federativo de balonmano a 2 árbitras: "Es mejor que os preñen y os dediquéis a otra cosa"
Al autor de estas vejaciones machistas solo le sancionaron con un año de suspensión. En cambio, a la mujer que puso la denuncia, la destituyeron.
30 agosto, 2023 16:05El piquito de Luis Rubiales, suspendido por la FIFA de sus funciones como presidente de la Real Federación Española de Fúbtol (RFEF), ha destapado la caja de los truenos. No es el único caso machista que se ha documentado en el mundo del deporte y que ha saltado a los medios. Si no, que se lo digan a las dos árbitras gallegas que, en mayo 2019, vieron cómo un delegado de la Federación Española de Balonmano les dirigía todo tipo de improperios machistas.
Ocurrió tras un partido de una fase de ascenso a División de Honor disputado en Vigo. Según recoge el expediente incoado por parte de la federación -citado por La Voz de Galicia-, los hechos ocurrieron durante una cena posterior al partido. Fue entonces cuando las palabras del delegado dirigidas a las árbitras se abrieron paso entre los platos: "No tenéis la madurez suficiente, a pesar de que estáis casadas, y eso se nota en la pista. Y, sinceramente, para veros así y que lo paséis mal, es mejor que vuestros maridos os preñen y os dediquéis a otra cosa".
Según atestiguó uno de los asistentes, el hombre continuó con las vejaciones: "Y, repito que la culpa de todo no es vuestra. Vosotras no sois las responsables de que estéis aquí. Y que sois unas tías guapas y tenéis que usar vuestras armas de mujer para meteros a los jugadores en el bolsillo. Tenéis que aprovecharos de eso". No contento con lo dicho, culminó su discurso añadiendo que "los jugadores, es cierto que se comportan distinto con mujeres que con hombres. Y tú, E., no te puedes comportar en la pista con esa cara de mala hostia y no te pega, que eres mujer. Y, A., actúa como una sumisa, bueno, que lo llevas de otra manera más pausada".
Nadie le interrumpía. De hecho, tal y como recoge el diario gallego, el colofón final fue cuando pronunció las siguientes palabras frente a los allí presentes: "Normalmente, cuando veo partidos, pasados los primeros 15 minutos, me relajo, pido mi cervecita y mis patatas y me saco la polla encima de la mesa para ver el partido. Pero con vosotras no he podido. Se notaba el peligro. No debería tener esta conversación con vosotras y ya me estoy arrepintiendo. Pero ya se acabó todo y me tomé un par de botellas de vino. No veáis cómo voy a dormir esta noche. Me subiré a mi habitación, cruzaré los brazos, me sacaré la polla y mi conciencia estará tranquila".
Después de lo sucedido, la federación entendió que debía considerar esta conducta como grave y suspenderle de su puesto desde un mes a dos años. Finalmente, determinaron que el castigo de inhabilitación sería de un año. ¿La razón? El entonces delegado federativo, psicólogo de profesión, les envió un mensaje a las afectadas en el que mostraba su arrepentimiento, aunque aseguraba que no entendía que sus palabras les hubiera molestado, algo que el organismo consideró que debía tenerse en cuenta.
Quien puso la denuncia sobre lo sucedido no fueron ninguna de las árbitras que sufrieron aquel discurso machista. Fue Cristina Fernández, una ex árbitra internacional de Vigo que entonces formaba parte del grupo de trabajo del Comité Técnico de Árbitros y del grupo responsable del arbitraje femenino. En cuanto se enteró de lo sucedido por parte de las afectadas, decidió tomar medidas ante lo que, como recoge La Voz de Galicia, consideró una actitud reprochable y digna de sanción.
Aquella decisión le costó su puesto de trabajo en la federación española del balonmano, que alegó una pérdida de confianza por haber asumido "de forma unilateral y sin previa consulta ni a su responsable ni a sus compañeras de grupo", según cita el diario gallego.
Hoy, el delegado que se enfrentó a un año de sanción por parte de la federación no ha querido volver a ostentar ningún cargo en el órgano deportivo, ni siquiera cuando cumplió su sanción. Por su parte, Fernández sigue siendo responsable arbitral a nivel mundial, pero no ha vuelto a ejercer como responsable nacional.