Albert López mantenía una relación con Rosa Peral. Se fraguó antes de que ella estuviese con Pedro, otro miembro de la Guardia Urbana, pero en realidad solo se alejaron unos meses en el escaso año en el que ella estuvo con el otro hombre. Luego, redoblaron sus acercamientos. Los tres pertenecían al estamento policial y el final del trío amoroso es conocido por todos: Albert y Rosa fueron condenados por el asesinato de Pedro en 2017; él a 20 años de cárcel y ella a 25.
López alegó en el juicio que él no tenía nada que ver. "Yo estoy aquí, ni más ni menos que por tontoelbote. Mi única culpa fue ser eso, un tontoelbote", dijo en su alegato final en el juicio.
En el mismo, López cargó contra Rosa. Declaró que se la encontró llorando, "muy ida". Ella le pidió, según su relato, que la acompañara al coche de Pedro, un Golf GTI. Abrió el maletero y "tenía el cuerpo dentro", además de dos bidones de gasolina.
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Cabe recordar que un compañero dio otra clave. López días atrás le preguntó por cómo se desharía de un cadáver sin dejar huella. El testigo apuntó que respondió a Albert con claridad: llevaría el cuerpo a un descampado en el maletero de un coche y le metería fuego.
La fiscalía no creía que fuera casualidad. Según la sentencia, así fue como se deshicieron del cadáver los condenados.
El perfil de López
Albert López era un tipo corpulento. Tenía un carácter "extremadamente fuerte", decían sus conocidos. Practicaba boxeo y K1. Rosa Peral llegó a exponer ante la jueza que se trataba de una hombre agresivo.
No en vano tenía dos condenas por agresiones en los años 2011 y 2012. En agosto de 2014, la muerte de un vendedor ambulante rodeó a López también. La investigación apuntaba que pudo empujarle colina abajo. Rosa declaró como testigo directo y exculpó a su compañero y posteriormente amante. López fue absuelto.
El periodista Carlos Quílez apuntó en Equipo de Investigación que López tenía "obsesión por su cuerpo". Le definió como un hombre "musculado, de esas personas que hacen de la química parte de su alimentación".
Antes del crimen, López había mandado mensajes intimidatorios a Peral. "Eres una mentirosa y una falsa".
Fue Rosa la que incriminó a Albert. Expuso que Albert había dado varios hachazos a Pedro, aunque el arma nunca fue encontrada.
Paralizar la serie
Netflix acaba de estrenar la serie El cuerpo en llamas, protagonizada por Úrsula Corberó. La sinopsis de la serie detalla que "cuando un policía es asesinado y prendido fuego, todas las miradas se centran en otros dos agentes: su novia y su amante. Inspirado en hechos reales".
Peral trató de parar la emisión de la serie, para que no diera "como ciertos hechos que no se ajustan a la realidad y que pertenecen a su esfera más íntima, y que, utilizados de manera irreal o sujetos a la creatividad del equipo de guionistas puedan provocar un enorme perjuicio".
A la vez que esta serie, se estrenó la película documental Las Cintas de Rosa Peral. En ella, la principal condenada por el crimen de la Guardia Urbana sí ha colaborado.