Han pasado ya diez años desde que Adamo Guerra dejó una carta de despedida haciendo creer a sus padres que se había quitado la vida arrojándose al mar desde un ferry. El trágico suceso se produjo justo después de dar por terminada la relación sentimental que había mantenido hasta ese momento con la que había sido su mujer, Raffaella. Este italiano, de 55 años de edad en la actualidad, no dejó rastro. La Policía recuperó su coche aparcado cerca del puerto de Ancona. Al parecer, el hombre había comprado un billete para subirse a un barco dirección Patras (Grecia).
Todo esto ocurrió en el año 2013. Adamo, además de la carta que escribió a sus padres, dejó otro escrito dirigido a la que había sido su mujer. "Ahora es el momento de terminar. Intentaré hacer bien este último paso para ahorraros el dolor de un funeral", escribió. Su cuerpo nunca fue encontrado y toda su familia le dio por muerto. Y es que, tras una investigación policial sin resultados, todo el mundo dio por hecho que el hombre se había ahogado en el mar y que por este motivo sus restos nunca habían sido encontrados.
"Hola mamá y papá, no tengo muchas palabras, lamentablemente siempre me ha ido mal. Y ahora ha llegado el momento de poner fin a todo. Intentaré hacer bien al menos este último paso para evitar el dolor de un funeral. Te pido una cosa importante: Ayuda a Raffaella y a las niñas, que yo no logré hacerlo", escribió a sus padres justo antes de desaparecer.
Pero, diez años más tarde, la familia de Adamo se ha llevado una gran sorpresa. Y todo ha sido gracias, nada más y nada menos, que al programa de televisión 'Quién sabe dónde'. Raffaella comenzó a sospechar hace unos meses de lo que podía estar ocurriendo. Al presentar los trámites para divorciarse, esta ciudadana italiana se topó con la sorpresa de que su marido no estaba desaparecido, sino que aparecía registrado como residente en Grecia.
"El abogado me llamó diciéndome que mi marido no estaba desaparecido, que estaba vivo y que había solicitado su inscripción en el registro de ciudadanos italianos residentes en exterior en febrero de 2022 como residente en Grecia", explicó Raffaella en el programa.
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Los reporteros de 'Quién sabe dónde' se pusieron manos a la obra y comenzaron a trabajar con el objetivo de localizar el paradero de Adamo. Finalmente, lo consiguieron. Los periodistas del programa lograron localizar con vida a Adamo en Grecia. Sin embargo, a la llegada del equipo del programa, el hombre pidió que se marcharan y que dijeran que nunca le habían visto.
"No es un hombre, ni un padre. Ha sido abuelo y ni siquiera lo sabe", dijo Raffaella después de presenciar en directo las imágenes de su marido en Grecia. La exmujer de Adamo aprovechó la ocasión para narrar cómo ha vivido todos estos años pensando que su marido podía haberse quitado la vida.
"10 años es mucho tiempo, la cabeza siempre está ahí porque siempre tienes esperanza. Cuando te llaman y te dicen que una persona ha desaparecido entras en un túnel en el que no ves el final", explicó en riguroso directo.
Durante más de diez años, Adamo hizo creer a todos sus familiares que se había arrojado al mar. Organizó su desaparición para que todo apuntara a que había sido un suicidio. Se dirigió hasta el puerto de Ancona y allí dejó su coche. Se subió al ferry y viajó hasta Patras, donde ha residido durante todos estos años. En el momento en el que decidió dejar todo atrás, Adamo no solo renunció a sus padres y a su exmujer. Se esfumó por completo y dejó a Raffaela a cargo de las dos hijas pequeñas fruto de su relación amorosa.