El 9 de agosto de 2020 un conductor que circulaba a 130 km/h en una vía de La Coruña (Galicia) fue el causante de un accidente mortal que acabó con la vida de Josep Boan Rosanes. Este joven, de 20 años, era procedente de Barcelona y aficionado a las motos. Cuando salió aquel día por esta vía, el límite de velocidad era de 70 km/h. Quien se lo llevó por delante iba, por tanto, casi al doble.
Con su coche, el conductor invadió el carril de sentido contrario. Alegó que realizó esta maniobra para esquivar a un animal que se había cruzado en su camino. Lo cierto es que terminó chocando contra la moto de Josep Bian Rosanes, nacido en el año 2000 y estudiante de Historia, tal y como recordaba la madre, María Pilar Rosanes, a EL ESPAÑOL.
Asier G. A., conductor de un Peugeot 307, se estrelló contra Josep en la Carretera A442, a la altura del kilómetro 1.800, en una carretera limitada a 70 km/h, sobre las 14:00 horas. Asier y el resto de pasajeros que iban en su vehículo circulaban a una velocidad de como mínimo 116 km/h, tal y como señalaba la sentencia.
Pilar rememoraba a duras penas aquel día. Era un domingo. Ella acababa de pasar un cáncer y fue quien les animó a irse de excursión. Era la primera que hacían padre e hijo juntos. Sonó el teléfono de su hija: "La oí gritar y decir 'no, no, él es el compañero de mi vida', y yo pensé que hablaba de su pareja, pero no. Mi marido no quiso llamarme a mí, y cuando me escuchó, reculó, y dijo que no pasaba nada, que Josep seguía vivo y que respiraba, hasta que llegó una de mis hermanas con su expareja, y con solo verles la cara lo supe".
Se pasó unos días ausente. El duelo siguió. Y el juicio no se produjo hasta el 27 de octubre de 2022. El 2 de diciembre de ese mismo año ya había resolución. El Juzgado de lo Penal Nº4 de La Coruña condenaba a Asier por un delito de homicidio imprudente grave del artículo 142.1 del Código Penal a 2 años de prisión y a la pérdida de su permiso de conducción. Como no tenía antecedentes, no llegó a ingresar en la cárcel.
"El acusado, omitiendo las más elementales normas de precaución y cautela, obviando las señales existentes antes de llegar a dicho tramo, circulaba a una velocidad cuanto menos de 116 km/h, notablemente superior a la que exigían las circunstancias y a la permitida, lo que motivó que, al trazar una curva a derechas en su sentido de su marcha con pendiente decreciente, el vehículo se deslizase invadiendo el carril izquierdo de sentido contrario, saliéndose el neumático de la rueda delantera izquierda de la llanta, perdiendo el acusado el control del vehículo, hasta colisionar, primero lateralmente con la barrera metálica del margen izquierdo y, posteriormente, con la motocicleta conducida por Josep Boan Rosanes, que circulaba correctamente por dicha vía", explicaba el documento.
Pago por los trabajos de limpieza
Más de tres años después de lo sucedido, la familia de la víctima ha recibido una factura que se ha propagado por las redes sociales. Maria Pilar ha hecho público el documento que ha recibido desde la Diputación de La Coruña. "Un conductor homicida mata a mi hijo y la Diputación de La Coruña me ha enviado una factura por la asistencia y limpieza de la vía", apunta la madre en redes. En total, el joven debía pagar 485,50 euros por los gastos del accidente.
"Josep Boan i Rosanes debe pagar a partes iguales con su homicida las 3 horas y 20 minutos que emplearon para limpiar sus restos. Me han destrozado", asegura la madre de la víctima en su perfil. "Dolor infinito, humillación intolerable. ¿Cuánta más indiferencia de las administraciones y del sistema judicial debemos soportar?", añadía Maria Pilar, adjuntando algunas imágenes del accidente y de su hijo a lomos de la moto que tanto amaba.