Seguro que la mayoría de los españoles nacidos en los años 80 y 90 ha jugado alguna vez a localizar a este larguirucho que, ya sea verano o invierno, va de gorro rojo con pompón, jersey a rayas blancas y rojas, pantalón azul, gafas y bastón. No es un criminal, ni ha cometido ningún acto atroz, ni mucho menos conoce secretos decisivos o vio cosas que no debía, sin embargo, durante décadas ha sido el tipo más buscado del planeta. Fue en 1986, cuando su creador Martin Handford decidió dar vida a Wally; y desde entonces ya no pasa desapercibido para nadie, millones de lectores entusiastas se entretienen buscándolo allá donde viaje, eso sí, siempre en lugares colapsados: en la playa, el estadio, Hollywood... Casi 40 años después de su creación y 11 de su olvido, B de Blok, su sello en España, ha logrado recuperar este clásico de la saga.
Todos conocen a Wally, incluso seguro que más de uno ha conseguido dar con este individuo. Y es que, más bien que un personaje literario, se ha convertido en un símbolo de la cultura popular. De hecho, hay regiones donde le quieren tanto que hasta han querido llamarle con otro nombre, para sentirle aún más cercano: Charlie, Ubaldo, Waldo, Jura o Willy, entre otros. Sin embargo, muy pocos conocen a Martin Handford, el británico que se esconde detrás del protagonista.
La historia de Wally comenzó en 1986, cuando Handford, un ilustrador que estaba a punto de graduarse en la escuela de arte de Maidstone, dio vida a su creatividad. Desde su infancia en Hampstead, este había demostrado una pasión innata por el dibujo, llenando cuadernos con multitudes de personajes disfrutando de diversas actividades. Su imaginación se alimentaba con escenas cada vez más complejas, inspiradas en sus juegos de infancia con soldados de plástico y sus representaciones de batallas masivas en su dormitorio.
Tras graduarse, Handford trabajó como ilustrador freelance, creando portadas de discos, antes de unirse a una editorial a mediados de los años ochenta. Fue en ese momento cuando su director artístico le pidió que aprovechara su pasión por dibujar multitudes para crear algo especial. Handford, tras reflexionar sobre las tendencias en libros infantiles de la época, presentó la idea de Wally.
Con Wally como protagonista, comenzaron a trabajar en el primer libro. El proceso fue desafiante, ya que no era una labor sencilla. Sus dibujos no eran simples; estaban repletos de detalles, secuencias humorísticas y chistes ocultos. Cada página de sus libros ofrecía cientos de historias y sorpresas, lo que hacía que sus obras fueran un placer para explorar una y otra vez, incluso años después de la primera lectura.
Así, en 1997 Handford decidió revisar su obra original y retocarla, celebrando el décimo aniversario del personaje. Añadió entonces a nuevos héroes y villanos: el mago Barbablanca, con su túnica y su típico gorro de mago; Wenda, la versión femenina de Wally, y el perro Woof, ambos ataviados también de rojo y blanco; Odlaw, el doble malvado, vestido de negro y amarillo. Además de encontrarlos a todos, al final del libro aparecía una lista de complementos que había que encontrar en cada escenario, garantizando horas y horas de entretenimiento.
Handford recibió cierto reconocimiento cuando sus obras se distribuyeron en 28 países diferentes en muchos otros soportes, como cuadernos, cojines, pósteres, videojuegos, libros de pasatiempos, y muchos otros. Llegó a haber incluso una tira cómica y una serie animada sobre el personaje. Empezaba así la paradoja infinita de Wally: cuanto más se esconde, más le buscan.
'Buscando a Wally'
El primer libro de Where's Wally o ¿Dónde está Wally? se publicó en Reino Unido un 7 de septiembre de 1987. El tomo se agotó a las pocas semanas de su edición, convirtiendo Walker Books en una editorial de fama mundial e invitándola a editar su éxito infantil a distintos idiomas y países. Desde entonces se han editado otros seis títulos clásicos: ¿Dónde está Wally ahora?, ¿Dónde está Wally? El viaje fantástico; ¿Dónde está Wally? En Hollywood; ¿Dónde está Wally? El libro mágico; ¿Dónde está Wally? ¡A la caza del cuadro escondido!; y ¿Dónde está Wally? En busca de la nota perdida.
Precisamente, este último es el que ha recuperado ahora B de Blok para lanzar la edición más interactiva si cabe, ya que cuenta con recortables, juegos desplegables y muchos materiales extras. Aunque desde hace 11 años no se publicaba ninguna novedad de los clásicos, durante este tiempo sí se han lanzado tres actividades flexibook, uno de actividades y una caja de regalos.
Es muy difícil encontrar a Wally en los libros, pero muy fácil encontrarlo en las librerías. Desde la aparición del primer volumen, en 1987, hasta hoy se han vendido 84 millones de copias de los libros de la serie en más de 80 países y se ha traducido a 31 idiomas. Además, se han creado todo tipo de objetos con la cara de Wally, la gente se disfraza de este personaje en fiestas, se hizo una serie de dibujos e incluso ha aparecido en juegos de móvil.