"¿Nos echamos una fotillo con él o qué, bro?". "Sí, sí, pero hay mucha gente", se animaban dos chavales más entre el gentío acumulado alrededor de Santiago Abascal y de él, Tucker Carlson, la única persona capaz de eclipsar al líder de Vox en las manifestaciones diarias frente a la sede nacional del PSOE en la madrileña calle de Ferraz (siempre con permiso del hombre que aseguró que "España ha despertado", convertido en icono de la protesta).
El periodista norteamericano, altavoz de Donald Trump y estrella hasta su despido este mismo año de Fox News, principal medio de comunicación afín al Partido Republicano, sorprendió a propios y extraños con su presencia este lunes en Madrid. Los dos chavales que lo frenaron a las 20:32 horas no fueron los únicos que lo reconocieron. Abascal y Carlson, acompañados de una nutrida corte de dirigentes de Vox, tardaron casi una hora en bajar la calle del Marqués de Urquijo hasta Ferraz.
Según cuentan fuentes cercanas a Santiago Abascal en conversación con EL ESPAÑOL, Carlson entrevistará a Abascal este martes y el paseo por la protesta de hoy formará parte del "color" para la entrevista, que se emitirá en los próximos días. La satisfacción en el equipo de Comunicación del partido era evidente: las entrevistas de Carlson son las más vistas en X (antes Twitter).
De hecho, la publicada el pasado septiembre al candidato libertario a la Presidencia argentina, Javier Milei, es la más vista de la historia de la red social. A las nueve horas de su publicación, alcanzó los 300 millones de visualizaciones. En agosto, ya había roto todos los récords de difusión con su entrevista al expresidente Trump.
Y es que el expresentador de la Fox es uno de los principales creadores de opinión de la alt right (derecha alternativa) a nivel mundial. Su despido, provocado por una enemistad latente con la familia Murdoch, propietarios de la cadena, generó la indignación de muchos seguidores derechistas a nivel internacional. Sin embargo, ahora, tras crear Tucker on X, su fama se ha disparado por todo el mundo.
Carlson también ha entrevistado a líderes de derecha radical como el expresidente brasileño Jair Bolsonaro o el actual presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Además, también ha entrevistado para su canal en X al líder del Ejecutivo húngaro, Viktor Orbán, muy cercano al líder de Vox.
Carlson fue el periodista de cabecera de Trump durante sus cuatro años en a Casa Blanca. De hecho, el mediático presentador abandonó la cadena menos de una semana después del acuerdo por el que Fox News aceptó pagar 787,5 millones de dólares a la empresa Dominion, encargada del recuento electoral, y así evitar un juicio por difamar la mentira conspiranoica de Trump.
Un discurso según la cual las elecciones estuvieron amañadas en favor del candidato demócrata y actual presidente, Joe Biden. El protagonista de hoy en Ferraz fue el principal difusor de esta teoría pergeñada por el expresidente norteamericano.
Además, según los mensajes que trascendieron durante el juicio entre la Fox y Dominion, Carlson era muy crítico con la decisión de la cadena de reconocer la victoria de Biden. Siempre en el foco de la polémica, Carlson fue un ferviente altavoz antivacunas durante la pandemia del Covid-19. En Estados Unidos, acumula tanta filias como fobias. A nivel mundial, se trata del periodista conservador más conocido.
"Ojalá tuviéramos un Carlson en España", comentaba un miembro del equipo de Abascal. "Él ha querido ver lo que estaba pasando aquí, y por eso han venido. Han contactado por la serie de entrevistas que está haciendo", explican las fuentes consultadas.
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También ha sido motivo de controversia su cercanía al presidente ruso, Vladimir Putin, a quien defendió con vehemencia en las semanas previas a la invasión de Ucrania y, también, una vez producida. De hecho, nada más consumarse su despido, tanto el canal televisivo RT (Russia Today) como el popular y extremista presentador Vladimir Solovyov ofrecieron trabajo a su homólogo estadounidense.
A las 21:17, Carlson se había perdido entre la muchedumbre agolpada en Ferraz y escuchaba el himno nacional como uno más. Aunque era fácil encontrarlo: estaba unos metros más abajo junto a Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, rodeado de una nube de curiosos y periodistas.
Poco a poco, su figura se fue diluyendo para fomar parte de la manifestación contra la amnistía, un movimiento popular que ha querido conocer de primera mano. "I love Spain", respondía a la pregunta más repetida para romper el hielo, y practicar un poco de inglés.