María tiene 13 años y este verano quedó con su amigo, Miguel, de 14 años. Corría el mes de junio y todo se empezó a torcer cuando apareció el alcohol porque esta joven toma medicación. Primero hizo botellón con Miguel y unas amigas. Después, María siguió bebiendo en compañía de su amigo y otros dos chicos, dentro de una casa abandonada donde solo hay un colchón, basura y trastos. Hasta ahí, por desgracia, nada es distinto a las imprudencias que se cometen en la adolescencia para vivir experiencias que no tocan a ciertas edades. El problema arranca cuando María mantiene sexo con Miguel sin ser consciente de nada porque está borracha y encima es grabada.
Tales hechos son el prólogo de un caso que investiga la Fiscalía de Menores de Murcia, por una brutal sextorsión contra esta chiquilla, de 13 años, perpetrada supuestamente por un par de críos de 14 y 16 años que presuntamente la obligaron a mantener relaciones con chicos a los que no conocía. Todo ello, a cambio de no enviarle a su madre el vídeo del fin de fiesta sexual que tuvo aquel botellón en una casa abandonada.
Unos días después de ese turbio episodio de verano, el tal Miguel de 14 años [nombre ficticio], junto a un amigo de 16 años, Pedro [nombre ficticio], se presentaron en el edificio donde reside María [nombre ficticio] con la intención de tenderle una trampa. Le pidieron verse en el rellano para hablar un rato y cuando la chiquilla salió: se encontró a otros seis menores de edad, delante de los cuales Miguel empezó supuestamente a exigirle a María que le hiciera una felación.
"La cogió diciéndole 'chúpamela', pero ella se negó y comenzó a recibir golpes, patadas y puñetazos", según fuentes de la investigación de la Policía Nacional. "Empezó a escupirle y a decirle: '¿Me la vas a chupar o no?'" La pobre María estaba asustada, al verse rodeada de adolescentes, de modo que accedió a practicar sexo oral para dejar de ser apaleada. Aquella felación fue supuestamente inmortalizada por Pedro, de 16 años, convirtiendo esta presunta sextorsión en una bola de nieve que empezó a crecer durante los meses de junio, julio y agosto. El verano se convirtió en un calvario.
María [nombre falso] recibía llamadas de Miguel [nombre falso] donde supuestamente la coaccionaba con la frialdad de un depredador sexual. De otra forma es imposible entender que un crío, de 14 años, fuese tan retorcido como para advertir a su amiga de que si no volvía a mantener sexo con él, todo acabaría publicado en redes sociales y le haría llegar a su madre tanto el vídeo de la casa abandonada donde se acostó con ella, como el de la felación que le hizo delante de sus amigos.
Tan presionada se sintió esta chica a lo largo de este verano, según las citadas fuentes policiales, que María mantuvo relaciones "en contra de su voluntad" con Miguel y con Pedro cada vez que se lo exigían. Para evitar que esas imágenes sexuales acabasen en manos de su madre, esta adolescente supuestamente hacía todo lo que le pedían: sexo con penetración y sin anticonceptivos, felaciones, masturbaciones...
Las exigencias libidinosas de Miguel y Pedro, con tan solo 14 y 16 años, respectivamente, parecían no tener fin porque también la convirtieron en el presunto juguete sexual de la pandilla. María fue supuestamente obligada a acostarse con chicos a los que no conocía de nada. Todo ello, bajo la misma amenaza: si no accedía a satisfacer sexualmente a sus colegas, enviarían los dos famosos vídeos a su querida madre y publicarían las imágenes en las redes sociales para que se viralizasen.
Unos días antes de empezar el curso en el instituto: María se sentía tan desgastada emocionalmente que confesó lo que pasaba. "Decidió contarle a su madre todo lo ocurrido porque Miguel no paraba de amenazarla y no podía más". De hecho, las citadas fuentes subrayan que la chica afirmó en la Comisaría de Policía Nacional que "no recordaba exactamente el número de personas con las que mantuvo relaciones".
Cuando la joven se quitó de encima la losa que pesaba sobre su conciencia, tuvo claro lo que haría cuando volviese a recibir una llamada de Miguel o de Pedro: les diría que se lo había contado todo a su madre y que les iban a denunciar. La cría puso fin al sexo bajo coacciones. Lejos de achantarse, estos dos menores de edad se presentaron de madrugada en el domicilio de María y supuestamente amenazaron a su madre con las consecuencias que tendría acudir a Comisaría. Esto es lo que presuntamente le espetaron a la mujer: "Cierra las ventanas que le pegamos fuego a la casa".
El caso es tan dantesco que incluso los familiares de los menores se presentaron en el domicilio de la víctima, para advertir a su madre de que no debía hablar con la Policía Nacional: "Os escapáis porque los hombres están presos, pero vamos a venir nosotras y os vamos a pegar fuego a la casa". Tres coches patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana se tuvieron que movilizar en el domicilio de María [nombre ficticio], para aplacar los ánimos de los allegados de Miguel y Pedro [nombres ficticios].
Los dos menores fueron arrestados por delitos de agresión sexual, coacciones, amenazas y descubrimiento y revelación de secretos. En el testimonio que la chica de 13 años prestó a la Policía Nacional, narró que en el botellón de junio en la casa abandonada no recordaba haber mantenido sexo con Miguel, de 14 años, y que solo supo que la habían grabado cuando uno de los asistentes al 'botelleo' le envió un vídeo por WhatsApp. "Se encontraba en un estado fuera de lo normal, debido a la medicación que toma", según fuentes próximas al caso.
A partir de ese momento, María sostiene que fue supuestamente coaccionada para mantener sexo. La chica también detalló que algunos de los encuentros sexuales forzados con Miguel y Pedro se producían en el rellano de la última planta del edificio donde reside con su familia: "En ese lugar, uno de ellos la sujetaba por la espalda mientras otro procedía a agredirla sexualmente, escupirla e insultarla". También denunció que en esas agresiones de índole sexual participaron amigos de los detenidos y lo difundieron por Telegram tras grabarlo con el móvil.
"Tiene fama de ser suelta"
Miguel y Pedro accedieron a declarar ante la Policía Nacional, confirmando que mantuvieron relaciones con María y que en todo momento fueron consentidas. El primero de los menores detenidos, de 14 años, afirmó que la chica "tiene fama de ser muy suelta", incluso sostuvo que era un amigo de ella el que les grabó teniendo sexo, sin su consentimiento, debido a que María vendía supuestamente esas imágenes por 5 euros a sus amigos.
La Unidad de Atención a la Familia y Mujer de la Policía Nacional ha intervenido los móviles de la supuesta víctima y de los presuntos agresores, para analizar el flujo de llamadas y de conversaciones por redes sociales, así como su contenido. También busca los vídeos grabados sin el consentimiento de María, de 13 años, donde aparece manteniendo sexo. De momento, la Fiscalía de Menores ha impuesto una orden de alejamiento a Miguel, de 14 años, y Pedro, de 16 años.
Eduardo Muñoz Simó es el abogado que se ocupa de ejercer la acusación particular de la víctima. "Estamos a la espera de que testifiquen varios menores durante el mes de diciembre y con esos testimonios vamos a acreditar que se produjeron los delitos que se están investigando", tal y como explica el letrado del conocido despacho Simó Abogados Penalistas. "Estamos trabajando para acreditar las agresiones sexuales que ha sufrido una niña, de solo 13 años, y también demostraremos que no es cierto que la menor comercializara imágenes de contenido íntimo entre sus amigos por 5 euros".
La Fiscalía de Menores mantiene en un auto notificado a los juzgados de Murcia que "existen indicios racionales de la perpetración de los delitos y de la participación de los menores". Pone como ejemplo de esos indicios: "Los mensajes recibidos por la menor donde se reflejan las amenazas". Todo ello, después de recoger parte del duro testimonio prestado por María en una Comisaría de Policía, donde asegura haber sufrido una presunta sextorsión a lo largo de todo el verano.
"En fechas sucesivas del mes de julio y agosto, los menores han exigido en varias ocasiones a la menor que mantenga relaciones sexuales con penetración, con ambos, y bajo amenaza de difundir los vídeos que grabaron de ella manteniendo relaciones sexuales", tal y como expone la Fiscalía de Menores. "Accediendo la menor [a mantener sexo] bajo el miedo a que se difundieran [las imágenes] y a que la agredieran nuevamente".
La polémica ley del 'solo sí es sí' que le ha costado su presencia en el nuevo Gobierno a la exministra Irene Montero, jugará un papel importante en las posibles penas que se impongan a los adolescentes investigados, a la vista de que la supuesta víctima, de 13 años, sostiene que no prestó consentimiento expreso para mantener relaciones sexuales. Además, María afirma que sufría "embriaguez" la primera vez que fue grabada practicando sexo en la casa abandonada donde hizo botellón.
Este terrible caso de sextorsión no es una excepción en territorio murciano, ya que la Fiscalía Superior de Murcia viene alertando de un aumento entre los menores de edad de los delitos contra la libertad sexual. En el último año, se ha pasado de 19 a 52 casos, lo que supone un incremento del 173%. María ha sufrido ese incremento en su propia piel.