Trascendencia Total era el "maestro" para los miembros de Ashram: el nombre en sánscrito con el que se conocía a la comunidad que residía en la Fundación Mahasandhi. Tal peso tenía sobre sus conciencias la palabra del "maestro" que algunos eran capaces de someterse a ceremonias donde -supuestamente- les cortaba el frenillo de la lengua. Así lo recogen las diligencias de la Comisaría General de Información a las que ha accedido en exclusiva EL ESPAÑOL y donde los investigadores asignan un "delito de vejaciones", al contenido del testimonio que les ofrece un antiguo seguidor del 'Lama de Murcia': convertido en confidente policial.
Este hombre formó parte de la comunidad de Trascendencia Total durante más de una década y ha jugado un papel clave para el ingreso en prisión de José Manuel Cánovas Rivera: el 'Lama de Murcia'. Prueba de ello es que la investigación del servicio de inteligencia de la Policía Nacional se inició a raíz de un mail que envió el 6 de septiembre al correo: sectasdestructivas@policía.es. En el sumario viene recogido su testimonio y narra episodios que van más allá de supuestos rituales donde se usaban bolas de mercurio o se consumían drogas como la ayahuasca y el peyote.
"En cuanto a las prácticas espirituales, hice una consistente en quedarme a dormir durante seis meses en una estructura de madera elevada y cubierta únicamente por una lona, cuando el maestro me lo ordenó", según relata este testigo, cuya identidad no desvela este diario porque la instrucción judicial acaba de empezar. "Asimismo, José Manuel organizó otra práctica en la que explicó que los asistentes debían de llegar a tocarse con la punta de la lengua las cavidades nasales por dentro de la cabeza. Ante la imposibilidad de hacerlo, José Manuel fue realizando uno a uno, un corte en el frenillo de la lengua de cada asistente, y así durante varias semanas".
Este antiguo inquilino de una de las casas cueva del complejo de la Fundación Mahasandhi, asegura que los fieles de Trascendencia Total eran capaces de ingerir -sin preguntar y sin pensárselo- cualquier cosa que les suministrara el 'Lama' durante sus rituales espirituales: "Junto a otros formé parte de ceremonias, como una que se denominaba panchakarma, consistente en hacer dieta estricta de comida y bebida, acompañada del suministro, por parte del maestro, de sustancias desconocidas por boca, ojos y oídos, con el fin de purificarnos, según José Manuel".
Otro de los episodios llamativos que detalla este hombre al Grupo de Sectas, se centra en el castigo que el maestro supuestamente ordenó para un toxicómano: consistente en una 'crucifixión'. Casualmente, el afectado se llamaba Jesús, era amigo de la infancia de José Manuel Cánovas Rivera (Murcia, 1973), y también vivía en el complejo de 100.000 metros cuadrados que la Fundación Mahasandhi tiene en un paraje recóndito de El Tollé: una pedanía de 100 vecinos en Abanilla.
"Después de una de las habituales prácticas espirituales, José Manuel me ordenó construir una cruz de madera de grandes dimensiones. Una vez terminada, José Manuel ordenó que se atara a Jesús a la cruz, mediante cuerdas, y que el resto del grupo le insultara durante el tiempo que atado, tardara en recorrer el camino que separaba el templo de su vivienda", según afirma en su declaración policial, antes de aclarar que no participó en esa práctica. "Preferí no formar parte".
Jesús vivía en el complejo de El Tollé para intentar curarse de sus adicciones, pero el mono le llevaba a desaparecer durante "días" y cuando volvía estaba "en mal estado físico". Para atajar esas escapadas furtivas, este confidente policial explica que recibió órdenes precisas de Trascendencia Total, a través de Geli: la asistenta y pareja del 'Lama'. "José Manuel, mediante María Ángeles, me ordenó que entrara en casa de Jesús y que en una de las paredes colgara una placa metálica que tenía adherida una cadena de grandes dimensiones. Aunque desconozco si finalmente se hizo uso de la cadena metálica, para limitar la libertad de movimiento de Jesús".
Tales situaciones vividas -supuestamente- en primera persona por este confidente con el que arrancó la investigación, le llevan a lanzar una reflexión demoledora a los integrantes del Grupo de Sectas: "Todas estas prácticas creía que eran para progresar dentro de la espiritualidad, pero ahora considero que eran una forma de manipulación para conseguir la adhesión y obediencia indiscutible al líder".
De hecho, aporta más ejemplos de cómo Trascendencia Total presuntamente iba socavando la voluntad de todos sus fieles: "Otras prácticas consistían en estar realizando postraciones durante horas, sin comer, con escasos plazos para el descanso y durante días. Incluso obligó a hacer esas postraciones a Z. O. cuando estaba embarazada".
"Con todo ello, José Manuel se iba ganando la adoración del resto, logrando que cualquiera de los que allí vivían sintiesen que le habían fallado cuando no cumplían con las directrices que él marcaba. Además, cuando alguien pretendía llevarle la contraria o no cumplía lo que ordenaba, hacía que los demás se pusieran en su contra [...]". Este hombre sostiene que él mismo fue expulsado de Mahasandhi, por la pareja de Trascendencia Total, debido a que se negó a pagar los gastos de la comunidad al considerar que "no era justo" porque ya le había donado unos terrenos al Lama.
"María Ángeles me entregó una carta de mi maestro, en la que me decía que mi karma se había terminado y que debía abandonar la comunidad de forma pacífica o padecería un gran sufrimiento en el momento de mi muerte. Aún así, permanecí en la vivienda, por lo que a los pocos meses me llegó una demanda de desahucio […]". Este hombre y su karma terminaron de patitas en la calle, de modo que el 6 de septiembre decidió mandar el siguiente correo electrónico al Grupo de Sectas:
"Estimados señores, me dirijo a ustedes con la intención de denunciar una secta que bajo el nombre de la Fundación Mahasandhi, se dedica a engañar a las personas, adoctrinándolas, utilizando el budismo, hinduismo, chamanismo, así como sustancias psicotrópicas y tóxicas como hongos psilocibios, cactus San Pedro, ayahuasca y mercurio, para obtener de ellas trabajo gratuito, dinero y bienes. Tenemos más información que puede ayudar a la investigación, para ello me pongo a su disposición para cualquier cosa que pueda serles de ayuda, ya que yo he estado en esta organización desde su creación, un total de 12 años".
El mercurio fue uno de los motivos por los que la Comisaría General de Información se puso en contacto con este antiguo miembro de Ashram, debido a que se trata de un metal pesado altamente tóxico. Este confidente recibió un chivatazo de un seguidor del 'Lama de Murcia', sobre un lugar sospechoso de "ocultar cierta cantidad de mercurio e incluso de plutonio". En concreto, en una finca de Abarán, a nombre de José Manuel Cánovas. Allí se plantó la Policía Nacional, pero no fue fácil localizar el zulo: estaba camuflado en la chimenea de un cuarto de aperos semisoterrado.
"Después de una inspección ocular, dispuesta por los funcionarios actuantes, observan a través de una rendija tras la obra de la chimenea y las chapas de su fondo, un posible zulo. A través de esa rendija, se visualiza un posible mecanismo de apertura/cierre, el cual impide retirar las chapas y con ellos acceder al interior del zulo", tal y como expone el Grupo de Sectas.
Aquel 9 de noviembre, después de meterse por la chimenea confirmaron que el soplo era bueno: hallaron 185,78 kilos de mercurio, obtenido del cinabrio comprado de unas minas cerradas en Almadén (Ciudad Real) y que los fieles del 'Lama de Murcia' supuestamente manipulaban siguiendo sus instrucciones para obtener ese metal tóxico. Así lo afirman los antiguos seguidores de Trascendencia Total que se convirtieron en informantes del Grupo de Sectas a rebufo del confidente cero.
"En 2012, José Manuel convocó a sus discípulos y nos proyectó un vídeo en el que nos explicó lo que nos iba a solicitar. Después de que en el grupo jurásemos que no íbamos a contar nada, contó que tenía cien kilos de mercurio en estado sólido y que debido a la obediencia absoluta que le procesábamos, el grupo tenía que filtrar el mercurio sólido con coladores de algodón y agua", según recuerda el confidente cero.
"La finalidad de este proceso era obtener un mercurio sólido en estado purificado que se utilizaba para elevar la energía y producir bienestar y exaltación en las personas, durante el transcurso de las ceremonias y otras actividades, con el propósito de atraer nuevos adeptos", según corrobora otro informante. Pero al manipular este metal tóxico, los fieles empezaron a sufrir cefaleas, náuseas, herpes, dolores musculares… "Dadas las dificultades para purificar el mercurio y las patologías que los responsables de este proceso estaban padeciendo, José Manuel decidió cesar la actividad y guardar este elemento en otra finca […]".
José Manuel también manipulaba supuestamente este metal -altamente tóxico- en los dos laboratorios clandestinos que tenía en su casa cueva de la Fundación Mahasandhi. Así lo afirma otro confidente policial: "El maestro es alquimista, demostrando sus conocimientos sobre el manejo de ciertos productos, como la transmutación del mercurio de líquido a sólido. Esas prácticas eran llevadas a cabo en el laboratorio que se encuentra ubicado en una de las dependencias de la casa del maestro […]".
Los cientos de folios de diligencias policiales también recogen los testimonios de las ceremonias que presuntamente oficiaba Trascendencia Total, a base de ayahuasca, peyote, hongos, cactus de San Pedro, Salvia divinorum y marihuana. "Me dio un brote psicótico en el que pensé que me estaban engañando y me querían quitar todo, también experimenté brotes místicos en los que creía que veía a Dios", según ejemplifica uno de los testigos del Grupo de Sectas. "Otras personas se tiraban a los pies de José Manuel, creyendo que era un auténtico Dios".
La intervención de los 185,78 kilos de mercurio en el zulo de Abarán fue el prólogo de la 'Operación Azogue': una treintena de agentes entraron con todo al complejo donde Trascendencia Total guardaba voto de silencio. José Manuel ha ingresado en prisión provisional por delitos de tráfico de drogas; contra la salud pública en su modalidad de fabricación, suministro y comercialización de productos y medicamentos; de intrusismo profesional; contra los recursos naturales y el medioambiente y por asociación ilícita. En las diligencias policiales también figura como investigada su pareja sentimental: María Ángeles, conocida como Geli.
Geli era su persona de máxima confianza, como lo demuestra que en la cúspide del staff del patronato, justo debajo de su presidente, José Manuel Cánovas Rivera, aparecía de secretaria: María Ángeles. Ella estaba al tanto de todo, incluso de las revelaciones místicas de Trascencia Total, como una que supuestamente le decía que debía tener hijos con dos de sus fieles tras ser rechazado por una bella joven de su comunidad. Así narra un confidente policial el contenido de la reunión que el líder espiritual mantuvo con los padres de las adolescentes, para contarles la revelación que había tenido:
"José Manuel manifestó que aunque María y Julia eran mayores de edad y no estaba obligado a comunicárselo, pero por deferencia a que eran sus discípulos, y ante la negativa de Carmina a tener descendencia con él, había decidido por revelación divina que María era la designada para tener dos hijos en común, además de Julia. Esto no iba a ser inmediato: tenían que prepararlas para sus funciones". Los nombres de las tres chicas son falsos, para no revelar su identidad, debido a que algunas siguen viviendo en Mahasandhi tras el arresto del 'Lama' y sus familiares tratan de sacarlas de allí porque su "estado físico y mental" está "muy deteriorado".