Cinco guardias civiles y un policía nacional fueron agredidos el pasado 16 de diciembre en Castro Urdiales (Cantabria). Los agentes, fuera de servicio y vestidos de paisano, salían de una cena de navidad cuando les asaltaron seis individuos y comenzaron a insultarles. "Cipayos, picolos, hijos de puta, perros o chivatos" fueron algunos de los improperios que les lanzaron.
La bronca pasó a mayores y cuatro de los agresores golperaron con brutalidad a los agentes. Uno de los asaltantes se enrolló un cinturón en la mano, a modo de puño americano, con la hebilla por fuera. Los cuatro agentes sufrieron golpes y traumatismos. Uno de ellos, incluso, ha terminado con la mandíbula rota.
Cuatro de los agresores fueron detenidos por los propios agentes. Los otros dos no están identificados, según apuntó Jucil a este periódico. Todos ellos quedaron en libertad a la espera de juicio.
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La noticia, adelantada por El Mundo y que ha podido confirmar EL ESPAÑOL con fuentes de la Benemérita, recuerda al caso de los Guardias Civiles agredidos en Alsasua. La asociación Jucil se personará como acusación popular en el posterior juicio y pedirán que se les impute a los agresores un delito de odio.
Desde Jucil se recuerda que está habiendo bastantes ataques a guardias civiles en los últimos meses. De hecho, aseguran que "se está perdiendo el principio de autoridad".