La monitorización aérea de la rave que está realizando la Guardia Civil, con drones y un helicóptero, no ofrece noticias esperanzadoras de que los raveros vayan a abandonar el circuito municipal de Fuente Álamo antes del Día de Reyes. Desde la tarde del sábado 30 de diciembre a este miércoles 3 de enero, el número de vehículos aparcados en el recinto solo ha descendido de 2.123 a 1.500, lo que supone que el trazado sigue ocupado por miles de personas ávidas de fiesta y de música electrónica.
"Un desalojo a tal dimensión es algo inviable por el gran conflicto que eso podría provocar y que no merece la pena abordar", tal y como ha confirmado la delegada del Gobierno, Mariola Guevara, en una comparecencia de prensa junto al teniente coronel de la Comandancia de Murcia, Diego Mercader. "Desalojar tal cantidad de personas y de vehículos genera un conflicto aún mayor, por tanto, se decidió por parte de la Guardia Civil y de la Policía Local que lo que había que evitar era su expansión".
Pero eso tampoco se está impidiendo del todo ya que EL ESPAÑOL ha podido comprobar que el control de alcohol y drogas de la Guardia Civil, solo ha provocado que los fiesteros entren y salgan del recinto municipal a pie. Tal extremo también ha sido admitido por la delegada del Gobierno: "Pueden acceder andando porque el circuito es inmenso. Impedirlo al cien por cien es imposible. Parece ser que la fiesta se va a extender hasta el próximo fin de semana, incluida la festividad del Día de Reyes".
El teniente coronel y jefe interino de la Quinta Zona de la Guardia Civil de Murcia, Diego Mercader, ha confirmado que la estrategia del Instituto Armado es continuar monitorizando la rave desde el aire y mantener el control en la carretera de acceso al circuito de motos, para disuadir la llegada en coche de nuevos raveros. "Hacer un desalojo con las personas que hay y con el tipo de celebración que tienen, bajo los efectos de sustancias, supondría un riesgo bastante importante", según ha subrayado Diego Mercader. "Ahora mismo, se desaconseja el desalojo".
La macrofiesta clandestina de Fuente Álamo, como ya ocurrió en La Peza (Granada) y en Sorbas (Almería), ha vuelto a poner de manifiesto que la lentitud de los engranajes judiciales juega en favor de los organizadores de estas raves porque el desalojo del circuito de motos no se puede producir hasta que se emita un auto judicial. Así lo ha recordado el teniente coronel Diego Mercader: "Se ha denunciado la ocupación ilegal y será el juez quien lo decida, pero si no hay un ánimo de permanencia, no se incurría en un delito de ocupación ilegal, con lo cual, estaríamos hablando de infracciones contra la normativa de acampada".
Entretanto, la alcaldesa de Fuente Álamo, Juana María Martínez, ha alertado de la "incertidumbre" con la que están viviendo en la localidad el desarrollo de esta macrofiesta ilegal y los efectos colaterales que puede provocar en el circuito de motos municipal: "Preocupa cómo puedan quedar esas instalaciones". También ha anunciado que ha pedido "reforzar el sistema de emergencias del 112" a la Consejería de Salud, a la vista de que no es descartable que los raveros sufran comas etílicos o cualquier otra patología derivada del policonsumo de drogas.
La alcaldesa ha agradecido "la gran labor" de la Guardia Civil, de la Policía Local y el ofrecimiento que le han hecho los ayuntamientos de otras localidades, "para ayudar" al Consistorio de Fuente Álamo ante una situación inédita en la historia de esta localidad, marcada por la actividad agrícola. "La fiesta no ha terminado, parece un poco tópico, pero no sabemos qué nos vamos a encontrar esta tarde y esta noche".
La decisión del juzgado será clave para que la Guardia Civil explote el desalojo de la rave, siempre y cuando lo aconseje la otra variable: la cifra de asistentes. Por ahora, bajar la persiana a la mesa de mezclas del DJ no es una opción viable, ya que a pesar de que hay "menos de 4.000 personas", esa cifra exige movilizar un operativo de proporciones bíblicas. Toca esperar y ser pacientes con el chunda-chunda de los fiesteros.
Así lo ha insistido la delegada del Gobierno, la socialista Mariola Guevara: "Parece ser que la fiesta se va a extender hasta el próximo fin de semana, incluida la festividad del Día de Reyes, pero una vez pasados esos días sabemos que se irá diluyendo y será el momento de realizar ese desalojo, pero cuando ya sea un desalojo controlable, sin que genere ningún tipo de conflictividad. Todo es barajable".