El pasado 8 de diciembre, el buque Toconao perdió uno de los seis contenedores que portaba con pellets de plástico a 80 kilómetros al oeste de Viana do Castelo (aguas portuguesas). Fueron 26,3 toneladas de pellets vertidas al mar que han llegado estos días en masa a las playas gallegas, cántabras y asturianas.

Las autoridades están preocupadas por lo ocurrido. La Xunta de Galicia, de hecho, aumentaba este martes 9 de enero al nivel 2 de alerta, al igual que Asturias y pedía ayuda al Gobierno central para retirar los pellets de las playas. 

Las consecuencias del vertido aún se desconocen. El análisis realizado por una empresa privada para la Xunta de Galicia expone que "no es peligroso". En un segundo punto de este análisis se expone: "Otra conclusión relevante es que, según la ficha técnica adjunta, el producto es apto para su uso alimentario".

[Asturias activa el nivel 2 de alerta por el vertido de 'pellets' de plástico y podrá pedir ayuda al Gobierno]

Esta última afirmación se ha convertido en polémica. Gema del Caño, farmacéutica especialista en seguridad alimentaria advierte que no es lo mismo ser "apto para su uso alimentario que ser apto para ser ingerido".

Desde Ecologistas en Acción, la portavoz y oceanógrafa Ana Freira advierte: "Ya existe un problema en el mar con los microplásticos y ahora se le suman con los Pellets".

Freira defiende que las toneladas vertidas al mar "pueden afectar al pescado y al ecosistema marino", causando la muerte de los peces, sobre todo de los más grandes. Apunta que "esto son microplásticos agrandados, por lo que podrán afectar a nuestra salud".

"Igualmente ocurrirá con los berberechos y los mejillones, los filtradores podrían alimentarse y esto podría afectar a la venta, sobre todo de los bivalvos. Igual que al comercio", señala Freira.

Varios voluntarios recogiendo los pellets de plástico en una playa gallega

Sobre cómo podría afectar a los humanos el consumo de peces que hayan ingerido los pellets, la oceanógrafa estima: "Esto podría afectar a la larga a la salud de las personas en dos sentidos: bien en una descompensación hormonal e, incluso, aunque sería raro, en una intoxicación alimentaria".

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha señalado este martes, sin embargo, que "no existe en estos momentos ninguna información" que permita hablar de problemas de seguridad alimentaria por el consumo de pescado o marisco. Según el representante del Gobierno central, las administraciónes autonómicas no han comunicado que haya "afectación" en el sector pesquero.

"Tres gotas más"

La farmacéutica especialista en seguridad alimentaria Gema del Caño advierte que "tenemos un problema medioambiental". Sin embargo, avisa que no viene solo por los pellets vertidos, sino por los microplásticos presentes en el mar. "Esto son tres gotas más al problema que ya tenemos".

No resta importancia al vertido. "Es serio, es mucha cantidad y es un plástico que parece aditivado para la fotoprotección", apunta Del Caño. Es decir, los pellets están aditivados de la misma manera que las cremas solares que usamos en verano, "que contaminan mucho".

[Qué son las lágrimas de sirena, los pellets de plástico que invaden la costa gallega]

La pregunta es: ¿llegarán los pellets a nuestros alimentos? "Pues ya tenemos esto por todos los sitios —con la presencia de microplásticos—. La diferencia tampoco va a ser espectacular", estima la experta en seguridad alimentaria.

Advierte, eso sí, que "esto no son microplásticos, sino plásticos pequeños. Esto tiene unos milímetros para poderlo ver". Esto permite "que seamos conscientes de cómo está nuestra salud marina y cómo nos impacta a los humanos el tema de los plásticos vertidos al mar. Siempre es importante concienciar".

A pesar de todo, "no va a llegar un pellets a nuestra mesa", estima Del Caño. "Quizás limpiando un pescado podamos encontrárnoslo, pero será a la hora de limpiarlo", apunta. 

Sobre si puede conllevar un problema de salud la entrada del plástico en la cadena alimenticia, Del Caño responde que hay dos corrientes científicas estudiando si afectan o no. Grosso modo, la primera de ellas estima que ya convivimos con estos plásticos en otros entornos. La segunda, que el vertido puede afectar a los disruptores endocrinos. "Necesitamos saber un poco más".

Investigadores

Ethel Eljarrat, directora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), apunta que "si nosotros consumimos esos pescados, lo que hayan acumulado lo vamos a acumular nosotros cuando los comamos. Sabemos que contaminación cero en el pescado no hay y, aunque es pronto para valorar la magnitud de este episodio, este vertido va a provocar que los niveles de contaminación sean superiores".

En declaraciones a la Science Media Centre España, Eljarrat estima que los "daños se producen por una exposición crónica y continuada y no nos va a suceder nada por tocar estos materiales como se está diciendo, ya que no se trata de toxicidad aguda". Sin embargo, los animales que lo ingieran podrán morir por inanción, al obstruírsele el tubo digestivo, o sufrir reacciones químicas.

Recogida de pellets en las costas de España. EUROPA PRESS

Por su parte, investigadores de la Universidad de A Coruña han alertado del problema de ingerir peces que hayan consumido pellets. "Es perjudicial que entren en la cadena trófica", ha afirmado Jaime Rodríguez, director del Centro de Investigaciones Científicas Avanzadas (Cica), en declaraciones a la agencia Efe.

Rodríguez ha señalado que "no es bueno tener plástico en nuestro organismo". "Los tragas y en el momento no pasa nada, pero si se acumulan pueden producir problemas a largo plazo". El problema no sería "la toxicidad" de los pellets, sino "la acumulación" de los mismos". 

Por último, Rodolfo Barreiro ha insistido en el mismo sentido: el vertido de pellets es un "problema grave de contaminación" que se ha dado en otras partes de Europa. "Hay que encontrar una manera eficiente de retirarlos de ahí, pero como con cualquier basura, cuanto antes mejor".