C. Tangana ha arremetido contra la compañía de comida rápida Pans & Company, la popular marca española que nació con el objetivo de transformar el tradicional bocata español en un producto fast-food. Lo hizo en una entrevista con Jordi Évole. Y es que El Madrileño ha sido el primer entrevistado de la nueva y quinta temporada de 'Lo de Évole', emitida el pasado domingo, 21 de enero.
Durante la entrevista, el cantante se sinceró con el periodista de La Sexta. Y entre su polémica en Operación Triunfo y sus demasiadas mujeres, salió a relucir el nombre de la cadena de comida rápida, que no salió muy bien parada. Y es que hace unos años, el artista, cuando aún sólo era conocido como Antón Álvarez, trabajaba en uno de los restaurantes Pans & Company ubicados en la céntrica Gran Vía madrileña. Sin embargo, no guarda buenos recuerdos del establecimiento ni de los gerentes. Tangana abrió el melón y reveló que la empresa catalana le debe 600 euros en horas extras que realizó por aquel entonces.
"Si a alguien le gusta mi música, que no se vuelva a comer un puto Pans & Company en su vida", sentenció. En ese momento, el artista comenzó a contar su experiencia: "A mí lo que no me gustaba es que me viniese Vanessa, mi encargada, y me dijese 'hoy haces tú el cierre y te vas a quedar sacando papelitos hasta las 12 de la noche pelándote de frío'". Después, Tangana aseguró que su nómina mensual trabajando en la cadena los fines de semana era de 350 euros. Y además, "rateaban todo lo que podían".
Sus palabras han causado una oleada de críticas hacia este tipo de empresas. En X (antes, Twitter), muchos usuarios han dado a entender que han vivido situaciones parecidas y han comenzado a denunciar estas actuaciones. Incluso la vicepresidenta segunda del Gobierno, ministra de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha salido en defensa del artista en sus redes sociales y ha expresado que "cuando te pase #LoDePucho recuerda que tienes a tu disposición el Buzón de denuncias ante la Inspección de Trabajo". Así pues, Pans & Company está ahora en boca de muchos, pero ¿qué se sabe de la historia de dicha empresa de bocatas? ¿Cuándo comenzó su declive?
La historia de Pans & Company
Pans & Company nació en Barcelona en 1991. Se puede decir que fue un capricho de Artur Carulla Font, el hijo menor del matrimonio fundador del holding familiar Agrolimen, Lluís Carulla Canals (1904-1990) y Maria Font Bernaus (1919-2016), quienes tuvieron seis hijos y 17 nietos. La multinacional nació en 1964. A ella pertenecen Preparados Alimenticios, con marcas como Gallina Blanca —GBFoods— o Gino, y Affinity, empresa líder en alimentación para perros y gatos en España.
Hasta 2016 perteneció también la filial de restauración The Eat Out Group, propietario de las franquicias Pans & Company, Bocatta, Fresc Co, Pollo Campero, Loja das Sopas y Dehesa Santa María.
En los noventa, a Artur Carulla le gustaba jugar al golf en el Club del Prat. Quienes se relacionaban con él decían que era un hombre distante, antipático, esquivo y que casi no se relacionaba. Pero esto no quita que no fuera ambicioso. Y Artur lo era. El catalán anhelaba tener su propio proyecto de inversión dentro del holding familiar, y se le ocurrió la brillante idea de explotar el tradicional bocata español y convertirlo en un fast-food estilo hamburguesa. Artur, entonces consejero delegado de Agrolimen y vicepresidente del Círculo de Economía, se hizo con el poder de la presidencia de la multinacional en 2008. Hasta entonces su hermano mayor Lluís había estado al mando.
A pesar de los intentos del catalán por sacar adelante su proyecto empresarial, no tuvo suerte. Compraron Bocatta, el mayor competidor de Pans & Company, en 2002 para fusionar ambas cadenas y potenciar la marca. Además, comenzó a abrir restaurantes en Portugal. Pero la idea no terminaba de cuajar.
Auge y declive
En apenas siete años consiguió situarse como la empresa líder en el mercado de bocadillería. Su mejor año lo vivió en 1999, con 204 locales operativos. A partir del año 2000 se unieron a Aldeasa y sus diversas cadenas comenzaron a observarse en aeropuertos, puertos y estaciones de tren, entre otros, con el objetivo de potenciar su área de restauración. En 2003 se creó The Eat Out Group, que englobaría todas las cadenas. Dado los éxitos adquiridos, en 2005 decidieron cambiar la imagen corportariva de Pans & Company. Abadonaron el blanco y negro por el verde, marrón, rojo y amarillo. Ahora su comida era 'rápida a la carta'.
Los problemas comenzaron en 2008, cuando fusionaron Clickair —Artur participaba con un 20 por ciento a través de la 'private equity' Quercus— con Vueling, con la mala suerte de que perdieron el control de la línea aérea.
El grupo de restauración siempre había sido motivo de disputa entre Artur Carulla y su hermano Lluís Carulla, quien le insistía en que la comida rápida no era un buen negocio. El lastre de The Eat Out Group comenzó a hacerse notable en 2013, cuando sus pérdidas sumaron 27 millones de euros. En aquellos años, la comida para mascotas Affinity era la principal fuente de ingresos de Agrolimen. En 2014, a pesar de las pérdidas que suponía poseer marcas como Pans & Company, el holding familiar ganó 13 millones. No obstante, eran muchas las pérdidas que tenían con el grupo de restauración. La familia catalana era consciente de que podían ganar muchos más millones de no ser por estas enseñas, por lo que en junio 2016 decidieron poner en venta The Eat Out Group.
[Pans & Company vuelve a los beneficios tras perder 23 millones durante la pandemia]
Ya en 2015 se observó ciertos cambios, como la destitución de Ignasi Ferrer por Sergio Rivas o el desprendimiento de varias marcas de restaurantes. Pero los números rojos persistían. Los Carulla pedían por esta filial de comida rápida 120 millones de euros en una subasta relámpago.
Por aquel entonces, fuentes de Agrolimen aclararon que "la desinversión se realiza porque, desde el punto de vista estratégico, vimos que era bueno centrarnos en alimentación animal (Affinity) y GB Foods (Gallina Blanca)". Aquella misma semana, todas las empresas y los fondos que fueron invitados a la puja lucharían por la posesión de EatOut, que por aquel entonces, con once cadenas de restauración, siendo Pans & Company la principal, contaba con más de 400 restaurantes y una facturación superior a 240 millones en ese ejercicio en 2014 —GB Foods facturaría 629 millones—.
Finalmente, la empresa que había sido un colosal nido de problemas para los Carulla fue adquirida por el grupo portugués Ibersol. En 2015, esta tenía presencia en Portugal, España y Angola y contaba con siete marcas propias como Pizza Móvil y Pasta Caffé, y otras franquiciadas como Pizza Hut, Burger King y KFC.
Tercera generación en Agroalimen
Tras vender The Eat Out Group, los Corulla se centraron en las sopas preparadas y en la alimentación animal. En julio de 2020, Artur cedió Agroalimen al completo a su hijo Artur Carulla Mas. Este llegó al consejo de Agroalimen en el verano de 2019 junto a su primo Arnau Carulla Cuitó, hijo de Jordi Carulla Font.